Toda relación se basa en intercambios. Se intercambian consejos, opiniones, información, regalos, favores y, entre mujeres que son amigas, hasta es común que se intercambien ropa. Pero muchos no pensamos en el intercambio de energía que ocurre en nuestras relaciones. Es cierto, hay personas que nos envigorizan y nos dejan con una sonrisa en la cara y otras nos deprimen y nos chupan toda la energía…
Aunque te parezca extraño, en la jerga de algunos psicólogos, comúnmente a estas personas se los llama “Vampiros de Energía”. La verdad es que el nombre les va muy bien, porque igual que las criaturas ficticias, estos individuos pueden hacer que tú mismo te conviertas en una aspiradora de energía.
Bueno, después de pintar esta imagen tan desagradable, es justo aclarar que la mayoría de estas personas no están conscientes del daño que hacen. Simplemente tienen una forma de ser quejumbrosa, buscan lástima de otros, o a veces hieren a otros porque ellos mismos han sido heridos.
¿Cómo defendernos de los “ladrones” o “vampiros” de energía?
La psicóloga Dra. Sherrie Bourg Carter dice que el primer paso para cuidarse de esta clase de individuos es identificarlos, incluyendo un auto análisis para descubrir si tú mismo eres uno. Luego debes determinar cuánto tiempo quieres pasar con estas personas.
El conferenciante profesional en temas de superación personal Craig Harper dice en su artículo Protect Yourself Against Energy Vampires (Protégete a ti mismo contra los Vampiros de Energía), que después de identificar a estas personas tienes que tomar la resolución de cambiar la manera en que te comunicas o interactúas con ellas. Entonces, no puedes permitir que sus palabras te afecten de la misma manera que lo harían las palabras de un amigo.
Cuando un amigo te cuenta un problema, te preocupas por él, te pones en su lugar, y ofreces tu solidaridad usando tus energías para idear una solución. No obstante, con una de estas personas, este uso de energía es en vano.
Detecta la trampa y evítala
Muchas veces estos individuos quieren tener la misma conversación(aunque por lo general, se asemeja más a un monólogo)sobre sus problemas, vez tras vez, pero no están dispuestos a actuar ni tomar tus consejos. Entonces, aunque puede ser un poco incómodo, a veces sencillamente tienes que decir algo como: “La semana pasada hablamos de [tu relación abusiva, tu empleo exasperante, o sea cual sea su cantaleta preferida]; si no estás dispuesto a hacer nada al respecto, no creo que pueda aportar más sobre este tema.”
En casos extremos, aunque suena un poco severo, hay que evitar a esas personas. En el artículo citado antes, Harper comparte una táctica que ha funcionado para él. “Cuando un ‘Vampiro de energía’ entra a mi oficina, me pongo de pie como si estuviera a punto de ir a algún sitio. Les doy unos cuanto minutos y si me doy cuenta de que se está dirigiendo hacia el mismo tema de siempre, comienzo a caminar y termino la conversación.”
¿Todo esto te suena bastante antipático? Pues reflexiona en esto: todos queremos ser compasivos y ayudar a nuestros compañeros y familiares. Sin embargo, algunas personas simplemente no quieren ser ayudadas; solo buscan desahogarse y dejar un poco de su carga contigo. Ellos se van aliviados y te dejan a ti agobiado… Eso no es una verdadera amistad. Los amigos dan y reciben. Así que defiende tu cuota de energía y protégete.
https://lamenteesmaravillosa.com/cuida-tu-energia/