El mundo está lleno de desafíos. Ser mentalmente fuerte es fundamental para enfrentarse a ellos. Criar un niño mentalmente fuerte que sea capaz de afrontar los desafíos a los que tiene que enfrentarse para salir adelantes es de vital importancia.
Los niños mentalmente fuertes están preparados para los desafíos del mundo. Estos niños son capaces de abordar los problemas de forma productiva, recuperarse de los fallos con eficacia y hacer frente a las dificultades de manera competente. Si quieres que tu hijo pueda hacer frente a los desafíos que tiene por delante debes ayudarlo a desarrollar su fuerza mental.
Claves del desarrollo de la fuerza mental
El desarrollo de la fuerza mental se realiza sobre la construcción de resiliencia, la autoestima, la confianza y la autoeficacia. Ayudar a los niños a desarrollar su fuerza mental requiere un enfoque que integre:
- la sustitución de los pensamientos negativos por pensamientos más realistas
- el control de las emociones
- el comportamiento productivo, incluso en circunstancias poco favorables
Estrategias para el desarrollo de la fuerza mental en los niños
Hay varias estrategias y herramientas educativas que pueden ayudar a los niños a crecer más fuertes mentalmente y a desarrollar la fuerza mental. Entre ellas, destacan las siguientes.
Enseñar habilidades específicas para corregir el mal comportamiento
Cuando un niño se porta mal tenemos una excelente oportunidad para enseñarle habilidades específicas, como la capacidad de resolver problemas, el control de los impulsos y diversas habilidades de auto-disciplina. Estas habilidades le ayudarán a aprender a comportarse de manera productiva, a afrontar las circunstancias y contratiempos difíciles y a resolver sus problemas.
Dejar que los niños cometan errores
Tu hijo aprenderá lecciones muy valiosas de la vida si le permites que cometa sus propios errores. La labor de un padre no es proteger a sus hijos del error, sino estar ahí para enseñarle que los errores son parte del proceso de aprendizaje, de modo que no debe sentirse avergonzado o incómodo por ello.
Los padres y educadores deben enseñar a los niños a aprender de sus errores y animarlos a que vuelvan a intentarlo, aprendiendo de los fallos cometidos la última vez. Además, hay que permitir que sucedan las consecuencias naturales, siempre y cuando sea seguro hacerlo, y hablar con los niños sobre cómo evitar que se repita el mismo error la próxima vez.
Cuidar la negatividad hacia ellos
Es difícil para los niños que se sientan mentalmente fuertes cuando ellos mismos son humillados o cuando están prediciendo pesimismo y malos resultados. Solo así podrás enseñar a un niño a no ser negativo y a pensar de manera más realista.
El pensamiento realista ayuda a favorecer el optimismo en la medida en que se aprende a encontrar las oportunidades y a confiar en las propias capacidad.
Ayudar al niño a enfrentarse al miedo
Si un niño evita la cosas que dan miedo nunca tendrá la oportunidad de ganar confianza en su capacidad para lidiar con el estrés que provoca esa situación. Además, cada niño tiene sus propios temores. La solución pasa por acompañarlos y ayudarles a ganar confianza en sí mismos para afrontar sus miedos.
Cuando los niños se enfrentan con éxito a sus miedos ganan confianza, aprenden a salir de su zona de confort y descubren la satisfacción de haber conseguido algo por ellos mismos.
Permitir que el niño se sienta incómodo
Aunque puede ser tentador ayudar a un niño cuando él está luchando contra sentimientos incómodos, rescatarlo de toda angustia sólo le reforzará en su incapacidad. Si el niño se siente frustrado, aburrido o enojado hay que darle la oportunidad de resolver el problema de forma independiente.
Los niños pueden construir su fuerza mental al aprender con éxito que puedan hacer frente a sus emociones.
Afirmar la responsabilidad personal del niño
Ganar fuerza mental implica aceptar la responsabilidad personal. Para eso es necesario permitir al niño que explique sus actos, pero sin poner excusas ni culpar a otros de lo que ha hecho.
Enseñar habilidades de control emocional
Para construir la fortaleza mental de los niños es necesario que tengan conciencia de sus emociones. No se trata de suprimir sus sentimientos, sino de enseñarles a elegir formas saludables para lidiar con esos sentimientos.
Cuando los niños entiendesn sus sentimientos y saben cómo lidiar con ellos estñan mejor preparados para hacer frente a los desafíos.
Ser un modelo de fuerza mental
No hay mejor maestro que el ejemplo. No solo hay que hablarme a un niño sobre lo que tiene que hacer, sino mostrárselo.Además, es muy conveniente que le hables al niño sobre tus metas personales y que le expliques que estás haciendo para conseguir mejorar.
Hacer de la superación una prioridad en tu propia vida es la mejor manera de enseñarle a un niño a ser fuerte.