¿Julio Verne fue un viajero del tiempo?. ¿Como sin ser científico sabía tanta tecnología que años más tarde se haría realidad?
En esa novela, el seguimiento del proyectil se realiza desde un imaginario telescopio gigante con lente de 5 metros de diámetro, situado en las Montañas Rocosas, similares a las dimensiones y ubicación real del gran radiotelescopio de Monte Palomar. En la obra el viaje se realiza a 40.000 kms en 97 horas.En la realidad, el Apolo XI viaja a 38.500 kms en 102 horas. Todo lo que imaginó sucedió muchos años después: La nave real ameriza en un punto concreto del Océano Pacífico, a tan solo 4 kms del imaginado por Verne un siglo antes. Predice la creación del fax y del Internet. Habla de un sistema automático de comunicación a distancia; en 1863 anuncia un equivalente al actual correo electrónico. Con más de un siglo de antelación vaticina que las grandes ciudades del futuro estarán iluminadas por potentes luces eléctricas. En París en el siglo XX, predice la existencia de un tren que recorrerá la capital francesa. Anticipó el vuelo experimental con perros en la investigación astronáutica. Imaginó el estado de ingravidez en el espacio exterior.
En sus asombrosos relatos habla de buzos con escafandra; de un electroimán que anuncia el motor eléctrico; de una campana submarina que antecede al batiscafo; de pesca submarina; del aprovechamiento de la energía del mar; del automóvil; de rascacielos, etc. Verne fue un pozo de ciencia, no cabe duda, pero también existe la creencia de que formó parte de alguna sociedad secreta de su época. Su atracción hacia los criptogramas se plasma en muchas de sus obras y hay quien encuentra un mundo oculto y esotérico incluso en los nombres de sus personajes. ¿Por qué quemó gran parte de su biblioteca criptográfica?. ¿Encierra la tumba del autor un mensaje oculto? El 9 de marzo de 1886, caminando de regreso a su casa, su sobrino Gastón, de 25 años, con quien llevaba una cordial relación, le disparó con un revólver, sin razones claras, la primera bala le erró, pero la segunda le hirió en la pierna izquierda, provocándole una cojera de la que no se recuperaría. El incidente fue ocultado por la prensa En 1863, Jules Verne había escrito una novela llamada París en el siglo XX acerca de un joven que vive en un mundo de rascacielos de cristal, trenes de alta velocidad, automóviles de gas, calculadores y una red mundial de comunicaciones, pero que no puede alcanzar la felicidad y se dirige a un trágico fin. Hetzel pensó que el pesimismo de esta novela dañaría la promisoria carrera de Verne y sugirió que esperase veinte años para publicarla. Éste puso el manuscrito en una caja fuerte, donde fue «descubierta» por su bisnieto en 1989 y publicada en 1994.
Estas son algunas de las anticipaciones de Verne en algunos de sus libros: Ante la bandera, Los quinientos millones de la Begún: armas de destrucción masiva. Robur el Conquistador: helicóptero. De la Tierra a la Luna, Alrededor de la Luna: naves espaciales. Una ciudad flotante: grandes transatlánticos, muñecas parlantes. París en el siglo XX: internet, motores de explosión. 20.000 leguas de viaje submarino, La isla misteriosa: submarino, motores eléctricos. La isla misteriosa: ascensor. En En el siglo XXIX: La jornada de un periodista americano en el 2889, Julio Verne habló de cosas a las que todavía no ha llegado nuestra tecnología,11 como por ejemplo, medios para transportarse a 1.500 kilómetros por hora.
También se reconoce su visión de anticipar futuros descubrimientos y eventos históricos, como por ejemplo: El descubrimiento de las fuentes del Nilo (Cinco semanas en globo) La conquista de los polos (Las aventuras del capitán Hatteras, La esfinge de los hielos) Gobiernos totalitarios (Los quinientos millones de la Begún). Viaje a la Luna (De la Tierra a la Luna, Alrededor de la Luna) El escritor Juan José Benítez lo cree así en su libro “YO, JULIO VERNE” y hasta va más allá…
En su lecho de muerte, el genial Verne se despidió con las palabras: “Sed buenos”.“Soy de una época en que todo ha ocurrido ya”.
Sólo era un escritor con gran imaginación, talante curioso y capacidad narrativa. Que no es poco.