¿Te gustaría trabajar sobre tu herida más profunda?

Quirón mitológico fue un excepcional centauro, se distinguía por su carácter civilizado lleno de sabiduría, inteligencia y fraternidad. Era un gran músico y fue famoso por su extenso conocimiento en el campo de la medicina. Por desgracia tuvo un final cruel y doloroso, herido en una pelea, los dolores que sufrió fueron tan severos que decidió regalarle su inmortalidad a Prometeo. Por eso se conoce a Quirón como un sanador que podía curar cualquier herida menos la suya.
 Característica que recuerda a un proverbio místico que afirma que “sólo el médico herido puede curar”.

“Quirón representa la herida, aquella por la cual sanar, a condición de reconocerla y usarla.”  Juan Trigo

Al parecer todos tenemos una herida íntima tan dolorosa que tratamos de esconder a los demás y a nosotros mismos.  No interesa que cicatrice, ya que de ella obtenemos la energía necesaria para enfrentarnos a lo que más tememos. En cada uno de nosotros toma una forma distinta. Puedes reconocer su posición por una frase que siempre comienza con las palabras “no tengo derecho a…”

En función de la casa que ocupe en la propia Carta Natal le puedes añadir la palabra: Ser, necesitar, comunicarme, un hogar, tener hijos,  la salud,  tener pareja,  satisfacer a mi pareja, una educación superior, éxito laboral, tener amigos, la existencia …

Enfrentarnos a nuestra herida nos permitirá continuar aprendiendo, crecer y puede conducirnos a descubrir nuestro don más oculto.

Termino con un cuento de Almanaque Sanador inspirado en este personaje: Una herida incurable que permite crecer

“Aunque para ello, primero tendrás que reconocerla. Admitir que dentro de ti, en algún lugar, hay un miedo que has tratado de tapar, de ocultar o incluso, de compensar.” Dijo el maestro. Y a continuación, añadió: “¿Por qué no consideras esa herida como una inmensa suerte? Difícilmente encontrarás en esta vida un maestro más poderoso. Vístete con sus ropajes y sal a la vida sin miedo.”

Si quieres crecer, observa de cerca tu mayor dificultad y asígnale el papel de maestro en tu vida. Enfrenta tu obstáculo y aprende de él.

El valor de la herida incurable es que no cierra nunca, es un canal de energía que siempre está disponible para el aprendizaje.

(Para el trabajo con Quirón, hay que estudiar la Carta en su conjunto, especialmente, como indica Vicente Lupo, los contenidos básicos del trauma, que representan Urano, Neptuno y Plutón, y qué respuesta en forma de creación de autoimagen dio el niño, estudiada desde el signo y posición de la luna y el nodo sur. Juan Trigo)
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Paco Bou
planosinfin.com