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La discusión sobre el estado de la economía española gira alrededor de la tensión entre dos cifras: una esperanzadora, la otra desoladora.
El gobierno de Mariano Rajoy llega a las elecciones generales de este domingo subrayando que la economía española crecerá en 2015 en más del 3%, una de las más altas tasas en toda la eurozona.
Pero al mismo tiempo, el desempleo se resiste a bajar del 21%.
En la Unión Europea, solo Grecia tiene un panorama de empleo más turbio.
Una cifra que la oposición se encarga de recordarle con frecuencia a los votantes.
España es las dos cosas a la vez. Exhibe una economía que ha salido de la peor recesión de la posguerra para empezar a crecer rápidamente, a ritmos más asociados con países emergentes.
Pero a la vez carga con el lastre de ineficiencias estructurales, de segmentos enormes de su fuerza de trabajo sin mayor esperanza de volver a la actividad productiva.
En resumen, de una economía cuyo despegue todavía no despeja las dudas que inundaron al país luego del espectacular colapso de su economía hace media década.
¿Crecimiento para quién?
La economía española se está recuperando con la demanda interna. La gente, que dejó de gastar durante la crisis, está empezando a tener más confianza en su futuro y más generosidad con la billetera.
Pero el beneficio del crecimiento no está llegando a muchos.
La tasa de desempleo, que llegó a estar en 27%, todavía abarca a una de cada cinco personas en la fuerza laboral.
E incluso esa mejoría es tomada con escepticismo por expertos.
«El desempleo desciende porque hay personas que acaban su seguro de desempleo y desaparecen del mercado laboral», asegura Anna Laborda, experta en economía laboral de la universidad española Esade, en declaraciones a BBC Mundo.
La economista encuentra la explicación al descenso de las cifras del desempleo en las decisiones de muchos trabajadores que se dieron por vencidos: «Emigrantes que retornan a su país o se van a otros con mejores perspectivas; jóvenes que se van a buscar un mejor futuro fuera de España; mujeres y jóvenes que dejan de ser población activa», indica.
El gobierno, por su parte, señala que entre 2014 y 2015 se crearon un millón de empleos.
Pero en muchos casos, la calidad del empleo no es igual al que hubieran podido tener antes de la crisis.
«La situación de muchas personas se está precarizando, ya que para poder reinsertarse en el mercado laboral después de la desocupación provocada por la recesión, están aceptando peores condiciones, tanto en salarios como en horarios», asegura Laborda.
Sectores líderes
El desarrollo reciente de la economía española también la aleja, en cierto modo, del exitoso modelo de las naciones industriales del norte de Europa, basado en las exportaciones de manufacturas de alta tecnología.
España genera más trabajos en sectores de menos productividad.
Antes de la crisis, parte importante del crecimiento del empleo había ocurrido de la mano de una burbuja inmobiliaria, que estalló de manera abrupta al desatarse la crisis financiera mundial.
En la recuperación, España ha dependido en parte de sectores como el turismo y otras actividades de servicios.
Lo que parece ahondar la división de Europa entre un norte más próspero y avanzado, frente a una región mediterránea de naciones con menos dinamismo tecnológico.
La Unión Europea indica que la tasa de deserción escolar en España es la más alta del continente. Más del 20% de los españoles entre 18 y 24 años de edad no completan la educación secundaria.
Más barato
En cualquier caso, el gobierno de Mariano Rajoy tiene para mostrar el haber estabilizado una economía a la que hace pocos años se veía en riesgo de un colapso económico mucho más grave.
Las reformas económicas, sostienen las voces gubernamentales, han disminuido el costo de fundar empresas y crear empleo en España.
La inflación sigue siendo baja y las finanzas públicas exhiben cifras de recuperación comparadas con las que tenían cuando algunos hablaban del país como la próxima Grecia.
Pero España no despeja totalmente la ansiedad sobre su futuro económico.
En ese contexto, los votantes españoles podrán decidir este domingo en cuál cifra creen más: la de la economía en crecimiento, estandarte del gobierno. O la del mercado laboral excluyente, argumento de la oposición
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/12/151215_economia_recuperacion_espana_lf
Todos estos análisis y sesudos estudios son nada, humo. No reflejan la realidad ya que se basan en datos oficiales y éstos no son ciertos.
Un dato: según las cifras oficiales, en España habia 6.000.000 de parados en lo peor de la llamada » crisis «. Sin embargo el nivel de agitación social no reflejaba éso. Unas cuantas manifestaciones, sí, alguna protesta aquí y allá, pero poco más.
¿Realmente alguien cree que si en España ( o cualquier otro lugar ) hubiera ésa cifra de parados habría estabilidad social ? Seis millones de parados ( más sus respectivas familias o seres dependientes ) provocarían una agitación e inestabilidad social colosales. Pero no fué así.
Las cifras » reales » de la sociedad distan mucho de lo que reflejan los números » oficiales » por lo que todo análisis basado en éstos es simplemente especulativo, falso e irreal.
No podemos saber el impacto real de la crisis, ni el de las medidas aplicadas, por que las cifras que manejamos no son ciertas. Son estudios y conclusiones basadas en la economía » visible «, pero – como ocurre con los icebergs – el volumen de la economía » invisible o sumergida » es muy superior a la otra. Probablemente en el mismo porcentaje que con los icebergs.