«¿Qué Puedo Sugerirte Para Este Año Nuevo?»

Emilio2
Es bien cierto que cada quien puede vivir como quiera, siempre que tenga en cuenta que las consecuencias son pura y exclusivamente, responsabilidad propia. Pero a veces, conviene adaptarse con inteligencia para ganar en lugar de endurecerse, porque ya no es tiempo de estructurarse. Son los tiempos del junco, no del roble.

¿Cómo podríamos encarar este nuevo año? Lo primero que se me ocurre decirte es que si fuiste capaz de darte cuenta de los cambios que se dieron en el 2015, te prepares para que este nuevo 2016 no sólo esos cambios se profundicen sino que aparezcan cambios nuevos, inesperados, sorprendentes.

Esto implica que más que tener expectativas, deberemos tener amplitud y prudencia. Se van a ir abriendo puertas y ventanas nuevas por las que veremos pasar las nuevas oportunidades, pero todo muy rápido, por lo que, si uno no es capaz de reaccionar, nos tomarán por sorpresa.

Dos actitudes serán muy importantes: una, en lugar de tener miedo, dar la bienvenida a lo que venga y luego analizar cómo eso puede beneficiarnos, aprovechar y proceder en consecuencia. Tener cintura ante lo inesperado. Dejar las expectativas de lado, para no sentir que uno se frustra.

La otra, es dejar de mirar el pasado, porque hoy más que nunca, el pasado ha muerto y los que se queden pegados al pasado, puede que terminen como él. La idea es renovación, acomodarse a las nuevas posibilidades, dejar la estructura y las defensas que antes nos fueron tan útiles, porque ahora es tiempo de aprender a improvisar sobre la marcha.

Las viejas recetas (salvo las de la abuela) han caducado; como si nos cambiaran el soft sin aviso y ya los botones no responden de la misma manera. Hay que ser livianos, flexibles, adaptables, porque el momento actual es para fluir, no para quedarse recordando lo que fue.

Dar la bienvenida a lo que sea, adaptarse a ello y fluir con la corriente. Aceptar el pasado, dejar de cuestionarlo porque ya no hay tiempo para eso, olvidarse de las heridas, buscar soluciones y mirar hacia adelante. Cambiar, mejorar, corregir, crecer, evolucionar… porque el tiempo pasa más rápido cada año y eso nos obliga a estar atentos y a movernos a su ritmo.

Lo que no se mueve, lo que está clavado al piso, eso corre el riesgo de perecer. Cambiará la economía, la religión, la sociedad, la familia, la amistad, la forma de trabajar, la manera de vivir. Caerán cabezas que nunca pensamos que iban a caer, y serán reemplazadas por otras nuevas; todas las estructuras deben ser renovadas. Aparecerán las respuestas a los misterios, podremos ser capaces de ver bajo tierra y todos los secretos serán de una forma o de otra, revelados.

La forma de relación humana está siendo cuestionada: pareja, familia, hijos, amigos… De ningún cambio hay que escandalizarse, sino aclimatarse. Hasta el clima va a cambiar irremediablemente. Hay que moverse al ritmo del nuevo ciclo, eso es lo que nos pide. Decir que si, que venga, y pensar rápidamente en ventajas y soluciones a ello.

Pero… cada quien es cada cual (Serrat) y es dueño de decidir su estrategia personal. En mi caso, solamente opino y con el tiempo veremos si me equivoqué o no. Entonces, FELIZ AÑO para todos, es mi deseo. MOVILIDAD, ADAPTABILIDAD, APERTURA MENTAL son mi sugerencia.

El zorro sabe por astrólogo, digo, por zorro, pero más sabe por viejo…

Bendiciones e Iluminación. Leo


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