Vista de un árbol en una zona deforestada en medio de la selva amazónica durante un sobrevuelo por los activistas de Greenpeace, en el estado de Pará, Brasil, el 14 de octubre de 2014. Un informe de la FAO sobre la relación China/Brasil demuestra que las exportaciones a China son la causa principal de la deforestación en la Amazonía brasileña por ser el gigante asiático el gran impulsor en la expansión del área de cultivo de soja. (RAPHAEL ALVES / AFP / Getty Images)
Una reciente investigación de la Universidad de Boston de octubre del 2015, afirma que el último auge de las materias primas en Latinoamérica que provocó el aumento de las inversiones y el comercio con China, ha ocasionado un incremento de los riesgos sociales y ambientales en la región.

En los últimos 15 años, las relaciones económicas entre América Latina y China se han ido consolidando cada vez más, multiplicándose por 22 entre 2000 y 2014. Los vínculos comerciales se concentraron en el sector petrolero, la extracción de minerales y en el agropecuario, sectores altamente asociados con la degradación medio ambiental y el conflicto social.

Debido al enfriamiento de las economías latinoamericanas que se desaceleran por la caída de los precios de las materias primas, hay una creciente presión sobre los gobiernos locales para agilizar las medidas tendientes a flexibilizar las aprobaciones de nuevos proyectos de exportación e inversión. Al mismo tiempo hay una marcada tendencia a ignorar a las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a exigirles la rendición de cuentas a los gobiernos y firmas extranjeras, señala el informe.

Más materias primas y menos valor agregado

China ha más que triplicado su participación en las exportaciones extractivas y ha casi duplicado su participación en las exportaciones agropecuarias. Pero la demanda de productos manufacturados apenas se ha modificado. (Gráfico 1)

Cálculo de las autoras basados en datos de Comtrade. (Boston University)
(Cálculo de las autoras basados en datos de UN Comtrade)
Las exportaciones de América Latina se concentraron en el último período en la agricultura y en bienes extractivos (petróleo, minerales), siendo China un factor determinante de este incremento.

La constante y creciente concentración en la extracción de recursos no renovables demuestra la imperante necesidad de China por minerales. Asimismo, el gigante asiático aumentó sus exportaciones de productos manufacturados a América Latina. (Gráfico 2)

GRÁFICO 2. Composición de la canasta de exportaciones ALC, por mercado. (Cálculo de las autoras basados en datos de la UN Comtrade)
GRÁFICO 2. Composición de la canasta de exportaciones ALC, por mercado. (Cálculo de las autoras basados en datos de la UN Comtrade)
En este marco, la principal inversión china en América Latina estuvo concentrada en los sectores primarios.

La mayor parte de estas inversiones en Latinoamérica han sido a través de fusiones y adquisiciones y más de dos tercios se han volcado al sector de hidrocarburos. (Gráfico 3)

GRÁFICO 3: Distribución por sectores de los flujos de IED a LAC, 2008 -20. Nota: alimentos, bebidas y tabaco incluye la producción de alimentos. Extracción incluye petróleo, gas natural minería y procesamiento básico de metales. Los porcentajes podrían no sumar 100 debido al redondeo. Fuente: cálculos de las autoras usando datos de DeaLogic (F&A) y FDIMarkets (GFDI).
GRÁFICO 3: Distribución por sectores de los flujos de IED a LAC, 2008 -20. Nota: alimentos, bebidas y tabaco incluye la producción de alimentos. Extracción incluye petróleo, gas natural minería y procesamiento básico de metales. Los porcentajes podrían no sumar 100 debido al redondeo. Fuente: cálculos de las autoras usando datos de DeaLogic (F&A) y FDIMarkets (GFDI).
Cada vez menos mano de obra

Debido a la fuerte concentración de las inversiones chinas en las industrias extractivas de petróleo y minerales, de escasa demanda de mano de obra, las exportaciones de América Latina a China representan menos puestos de trabajo por USD $ 1 millón en comparación con el promedio.

El gráfico 4 pone en evidencia que la proporción de mano de obra requerida en las exportaciones a China es sustancialmente menor respecto a todas las exportaciones y sobretodo en relación a toda la actividad económica en general.

Por ejemplo las exportaciones a China por cada USD $ 1 millón en términos del número de puestos de trabajo se han reducido en más de un tercio, de cerca de 70 (puestos de trabajo por USD $ 1 millón) en 2002 a menos de 45 en 2012. (Gráfico 4)

GRÁFICO 5: Puestos de trabajo sostenidos por toda la actividad. Fuente: Ray (2015a, en prensa)
GRÁFICO 4: Puestos de trabajo sostenidos por toda la actividad. Fuente: Ray (2015a, en prensa)
Los impactos ambientales

La creciente y desproporcionada concentración en productos agrícolas y extractivos de las exportaciones latinoamericanas a China evidencia un impacto ambiental que se agravará en la medida en que siga estando asociada a estos sectores.

Tal como muestra el Gráfico 5, las exportaciones América Latina-China causan más emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) y emplean más agua por dólar de producción que otras exportaciones, y mucho más que la actividad económica en su conjunto. Asimismo, Latinoamérica envió a China mucha más agua en sus exportaciones que la que recibió en sus importaciones. (Gráfico 5)

GRÁFICO 5: Impacto ambiental de toda la actividad económica y las exportaciones ALC. Fuente: Ray (2015b, en prensa)
GRÁFICO 5: Impacto ambiental de toda la actividad económica y las exportaciones ALC. Fuente: Ray (2015b, en prensa)
Como el informe demuestra, las consecuencias no son solo en términos ambientales sino también sociales. La competencia por el agua es una fuente constante de conflicto social entre las comunidades que practican una agricultura reducida y las grandes empresas mineras o agrícolas que usan el agua en gran escala.

Según la FAO, en el año 2010 la deforestación en América Latina produjo 1.7 megatoneladas de CO2 equivalente en emisiones GEI. El informe sobre la relación China/Brasil demuestra que las exportaciones a China son la causa principal de la deforestación en la Amazonía brasileña por ser el gigante asiático el gran impulsor en la expansión del área de cultivo de soja. En el 2013 China fue el principal destino de las exportaciones de aceite vegetal del Brasil.

Las investigaciones del caso demuestran que las vías de acceso son la causa más importante de la deforestación amazónica, debido a que dejan abierta la selva a los asentamientos humanos interrumpiendo los patrones de migración de los animales.

Por lo tanto, con el fin de abarcar integralmente el impacto ambiental del “auge chino” en Latinoamérica, resulta importante la inclusión no solo de las exportaciones a China sino también los caminos, canales y vías férreas financiados por China que están diseñados para transportar los productos a los puertos, así como también las represas para proveer de energía eléctrica a las empresas mineras y a los campos petroleros, afirma el informe.

Mucho ruido y pocas nueces

China se ha convertido en un factor clave para entender la evolución y las perspectivas del proceso de globalización. Por su cada vez más influencia e injerencia en cuanto al crecimiento económico, comercio, inversión extranjera directa e innovación tecnológica y su papel como fuente de financiamiento internacional, China está modificando aceleradamente el mapa de la economía mundial.

Bajo tales circunstancias es menester reflexionar sobre la conveniencia o no de implementar este tipo de inversiones que generan escasa mano de obra y un alto impacto ambiental, sumado al hecho de contar con un socio (China) que no es proclive a ser muy transparente en su accionar, sino todo lo contrario.

En Argentina lo que está sucediendo en el Parque Nacional Calilegua es un claro ejemplo al respecto. Todo lo acontecido demuestra lo que las investigaciones académicas vienen señalando desde hace ya varios años, y en el último tiempo con más énfasis, sobre el alto grado de deterioro ambiental y social que han generado este tipo de inversiones. Por eso mismo se hace indispensable que las organizaciones de la sociedad civil intervengan activamente para monitorear, supervisar y decidir acerca de la conveniencia o no de estos proyectos.

La Gran Época