El periodista británico Finian Cunningham, en un artículo para RT sostiene que la ejecución por parte de Arabia Saudita del prominente clérigo chiita Nimr al-Nimr, que se anunció el pasado 2 de enero, fue una provocación deliberada por parte de los gobernantes sauditas, destinada a inflamar las tensiones sectarias y fomentar conflictos en varios países de Oriente Medio, favoreciendo así los intereses geopolíticos del país.
Según el periodista, las fuerzas que apoyan a Bashar al Assad en Siria están teniendo éxito en su lucha, mientras que la coalición liderada por Estados Unidos, de la que también forma parte Arabia Saudita, sufre fracasos.
En esta situación, Washington y otras potencias occidentales intentan cambiar su táctica en Siria,inclinándose más a la estrategia de Rusia, mientras que los sauditas parecen seguir su agenda de guerra encubierta.
De este modo, para Arabia Saudita, una manera de intentar salvar sus pérdidas sería hacer estallar en la región unos conflictos sectarios. Cunningham afirma que intensificando las tensiones entre suníes y chiitas, el país podría polarizar las relaciones entre Washington y Moscú, lo cual llevaría al deterioro de la situación en Oriente Medio.
«Arabia Saudita está perdiendo su influencia en Siria, Yemen, Irak, el Líbano y en otros lugares, y sus gobernantes autocráticos probablemente entienden que no tienen mucho más que perder si van a por todas, provocando así una masacre regional», concluye el periodista.
Las tensiones entre suníes y chiíes vienen desde mucho tiempo atrás. Son facciones irreconciliables. Sólo cohabitaban bajo la dictadura atea de Saddam Hussein. Fué caer éste y desatarse la caja de los truenos.
La extrema gravedad de esto es que no se trata de un conflicto geográfico sino ideológico. Es cierto que existen lugares con más suníes y otras con más chiíes, pero están repartidos por numerosos paises de la zona de forma más o menos aleatoria.
Es un conflicto larvado que estallará en cualquier lugar, en cualquier momento, y que puede ocasionar guerras civiles en la zona.
EEUU cree que puede utilizar y controlar ésto para su beneficio……..pero puede que se equivoque.