Cada vez que leas la palabra hidrogenado en alguna etiqueta sabrás ahora que es lo mismo que refinado. La refinación de las grasa, aceites y mantequillas se lleva a cabo mediante la introducción de un gas venenoso llamado hidrogeno el cual se introduce en el alimento a una temperatura y presión elevadísima, en presencia de un catalizador metálico.
Una grasa o aceite natural como el de maní, oliva, girasol, etc., son grasas no saturadas, que se convierten mediante este medio en grasas saturadas, las cuales son nocivas para la salud.
En el momento que un producto o grasa natural pasado por un proceso de refinación deja de ser natural, y en el instante se convierten en dañinos ya que las altas temperaturas con las que se refinan destruyen sus elementos nutritivos, en especial las enzimas que tienen una parte fundamental en el metabolismo del cuerpo. Cuando se consumen las grasas nocivas o refinadas por un largo tiempo el hígado empieza a padecerlo, pues es el órgano encargado de la digestión de las grasas y la grasa refinada le lleva una tarea exhaustiva para convertir las toxinas de estas grasas en no tóxicas, destruyendo las sustancias extrañas o toxicas que entran en el rganismo al consumir estos alimentos.
¿Qué efectos provoca la grasa saturada en el cuerpo?
Cuando una grasa o aceite natural es hidrogenado, el cuerpo se llena de toxinas, el hígado trabaja con mucha carga, y al no darse abasto con la tarea depurativa empieza a acumular grasas en el cuerpo y toxinas, las cuales generan un sinnúmero de enfermedades como problemas desobrepeso, del corazón, venas intoxicadas, intestinos saturados, sangre ácida por la elevación de toxinas, artritis, colitis, gastritis, conjuntivitis y todas las enfermedades que acaban en “itis” que son inflamación de algo, y toda inflamación tiene que ver con un alto grado de toxemia en el organismo. Además, el sistema de defensas baja debido a la acumulación de sustancias venenosas en el organismo, por lo que el cuerpo es más propenso a enfermarse y contagiarse.
¿Cómo elegir aceites y grasas saludables?
Recuerda que el cuerpo si necesita grasa, pero natural, el corazón y el cerebro están hechos de grasa principalmente, y la piel necesita de ciertos aceites para verse linda y joven. Por motivos de salud y belleza, debes aprender a elegir las grasas y aceites que consumes para que el cuerpo las aproveche al máximo y evites sobrecarga de toxinas.
Eligiendo grasas y aceites saludables:
- Cuando vayas a comprar mantequillas o aceites cerciórate de que no contenga aditivos químicos no grasa vegetal hidrogenada.
- Los aceites como el de oliva, soja, maní, sésamo, etc., deben ser prensados en frío o extra-virgen, ya que estos aceites no están refinados y conservan todas sus propiedades alimenticias. Sobre todo el aceite de oliva, que tiene grandes propiedades en la salud y belleza, debe ser usado extra-virgen para aprovechar sus magníficas cualidades sobre todo en la piel, intestinos y problemas del corazón.
- Los aceites refinados al ser sometidos a altas temperaturas ya no tienen nutrientes y sus componentes se saturan (colesterol), además de que son adicionados con otros químicos. Por eso, revisa bien la etiqueta y cerciórate que sean extra-virgen o de primera prensión.
- Evita el aceite de algodón ya que no es un producto de consumo humano, al algodón se le fumiga tantas veces que resulta imposible eliminar toda la carga tóxica que contiene.
- En lugar de margarina prefiere mantequilla sin aceites hidrogenados. Las margarinas suelen ser más refinadas y nocivas y es muy difícil encontrar margarinas saludables. Una buena mantequilla es la más natural, sin conservadores, sin aceites refinados y sin colorantes o aditivos, de preferencia orgánica.
- Busca aceites prensados en frío de calidad, prefiere los de botella oscura y sin aditivos como colorantes o saborizantes. revisa que no contengan conservadores y evita que les de el sol o la luz para que se conserven mejor.
Te recomendamos, para cocinar, no usar acietes refinados, lo mejor es usar un buen sartén con teflón para evitar que los alimentos se peguen. Para las ensaladas nada mejor que los acietes de frutos o semillas de primera prensión en frío, el de oliva es uno de los favoritos para los aderezos, asi como el aceite de sésamo o maní.
Caramba este nos quiere evitar el envenenamiento por hidrogenación o refinación pero nos invita a envenenarnos con su telón.
Quise decir TEFLON