«La historia de las cosas – The story of stuff. ¿Cómo funciona nuestro mundo?»

“¿Alguna vez te has preguntado
de dónde vienen todas las cosas que compramos
y a dónde van a parar cuando las tiramos?”

 
La historia de las cosas/The story of stuff es un vídeo de tan sólo 20’ que tiene la respuesta a esta pregunta y nos ofrece una radiografía perfecta de cómo funciona nuestra economía para abrir los ojos y concienciarnos.

Ojalá lo viese y asimilase todo el mundo y se emitiese en las escuelas.

Éstas son las 3 partes en inglés subtituladas en español porque merece la pena escuchar la versión original.

Y abajo he resumido y comentado los mensajes que nos transmite este formidable documental: Traducción (subtitulado) del video The Story of Stuff (www.storyofstuff.com) de Annie Leonard.

Nuestro sistema económico se compone de 5 fases: extracción, producción, distribución, consumo y residuos. Nosotros sólo vemos los bienes de consumo en las tiendas, no el resto de las fases y de ahí nuestra ignorancia ante la situación.

Lo llaman “Economía de los materiales” y es un concepto falso y perverso. Falso porque faltan factores (las personas y el medio ambiente) y porque un esquema lineal no puede operar en un planeta finito: está abocado al fracaso porque existen límites.

Y perverso porque en este proceso la mayoría de personas somos perdedores y unos pocos ganan mucho: las corporaciones. De hecho de las 100 economías mayores del mundo, 51 pertenecen a corporaciones y no a países.

1. EXTRACCIÓN:
“Extracción” es un eufemismo de “explotación de recursos naturales” que es un eufemismo a su vez de “arruinar el planeta”. Estamos destruyendo árboles, agua, animales y todo lo que se mueve.

En los últimos 10 años se ha consumido 1/3 de las reservas naturales totales, pero no todos por igual. Los occidentales somos los verdaderos depredadores tanto de nuestros propios recursos como de los de países del Sur.

Usamos mucho más de lo que nos corresponde, por ejemplo EEUU representa el 5% de la población mundial pero consume el 30% de los recursos. A ese ritmo necesitaríamos unos 5 planetas y sólo tenemos 1.

Erosionando los recursos y las economías locales se producen los terribles éxodos a las mega-ciudades, al hacinamiento, al paro y a la entrada en el lado oscuro del sistema.

2. PRODUCCIÓN:
Más de 100.000 sustancias químicas han entrado impunemente en el sistema de producción de todos los objetos que utilizamos y comemos. No existen estudios ni a largo plazo ni sobre el efecto sinérgico entre ellas.

Los que más los sufren son los trabajadores de las fábricas que gracias a la globalización/deslocalización se suelen ubicar en países más pobres sin legislación estricta sobre toxicidad. Los índices de enfermedades, sobre todo cánceres y asma, son altísimos.

3. DISTRIBUCIÓN:
Los objetos recorren miles de km. para llenar los estantes de los supermercados. El objetivo es que compremos el máximo número posible de productos lo más rápido posible. Y para eso nos ofrecen precios excesivamente bajos que motivan al consumo.

Los precios ridículos los suelen conseguir pagando una miseria a los productores, con bajos sueldos y malas condiciones para sus propios trabajadores y externalizando todos los costes. Es decir, el verdadero precio no aparece en ninguna contabilidad.

El coste final lo han pagado tanto los pobres a quienes se han talado los árboles, contaminado su aire y ríos y enfermando a su mano de obra, como los productores y empleados occidentales.

El vídeo nos recuerda que el 30% de los niños en el Congo no van a la escuela para trabajar en las minas de Coltan, tan imprescindible en nuestros electrodomésticos de bajo precio.

4. CONSUMO:
¿Y para qué tanto dolor? Para nada, porque el 99% de los objetos que pasan por este sistema van a la basura en 6 meses.

Ahora consumimos el doble que hace 50 años. ¿Necesitamos más cosas? No, pero no se valora el administrar, gestionar y ahorrar. Y tampoco nos alientan a eso.

El objetivo de la economía actual es simplemente la producción de bienes de consumo. No otro fin más noble y digno.

Afirman que los diseños de los objetos son creados intencionadamente para que se estropeen rápidamente, los tiremos y compremos otros. Es la obsolescencia planificada.

Pero como no siempre se puede conseguir, el gran truco es la “obsolescencia percibida”: La PUBLICIDAD se encarga de que percibamos todo como obsoleto en un tiempo muy corto y nos hace sentir ridículos con ordenadores sin pantalla plana, teléfonos móviles pesados, tacones de la temporada anterior, vídeo y no DVD, etc.

Los ciudadanos del 2008 con TV estamos expuestos en 1 año a los mismos anuncios que una persona hace 50 años en toda su vida. Y prácticamente todos los anuncios se ha especializado en insultarnos (sutilmente o no) y transmiten que SOMOS IMPERFECTOS y necesitamos algo externo (y perecedero por supuesto) para perfeccionarnos.

El poco tiempo libre disponible se usa principalmente en ver más TV y comprar, cerrando así un perfecto círculo vicioso: trabajar más para consumir más.

Pero ya sabemos que este mayor consumo no ha implicado más felicidad porque los antidepresivos son líderes de ventas. Tampoco pretende el mercado nuestra felicidad porque las personas felices consumen menos. Se trata de buscarla sin alcanzarla nunca ya que no está en los objetos que nos ofrecen: coche nuevo, pechos de silicona, aventuras exóticas, perfumes, etc.

Es este estado continuo de insatisfacción personal y ansia lo que hipnotiza a las personas y los convierte en zombies del sistema.

Y después de consumir tanto, para tirar casi todo a la basura, sólo queda el último eslabón de la cadena económica:

5. RESIDUOS:
Esta etapa es muy contaminante para el planeta. De hecho la incineración de basuras es lo que más dioxinas produce. Y también están deslocalizando el tratamiento, entierro e incineración de residuos. Si explotamos a los más desfavorecidos al principio de la cadena ¿cómo no hacerlo al final?.

Cada persona produce 2 kg de basura al día, el doble lógicamente que hace décadas. Reciclar es necesario pero no suficiente. Pero lo de reciclar nos lo hemos aprendido muy bien porque nos ayuda a des-culpabilizarnos en cierta medida de nuestro exceso de consumo.

El video acaba con un mensaje positivo y esperanzador afirmando que existen muchos áreas de intervención en este sistema y además es susceptible de cambio porque ha sido diseñado por personas y no es inamovible como la ley de la gravedad.

Existe una nueva escuela de pensamiento a favor de la sostenibilidad, la igualdad, el comercio justo, producción limpia, economías locales, energías renovables, etc.

La Utopía es posible y todos podemos vivir y trabajar a favor de ella.


Can-Men
www.elblogalternativo.com

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