La Vitamina D es fundamental para la salud y podría ser una de las soluciones más simples para una amplia gama de problemas, desde enfermedades oculares, hasta intestinales y, en particular, las condiciones arraigadas a la inflamación crónica y la disfunción inmunológica.
La deficiencia de vitamina D es común alrededor del mundo, incluso en las áreas bañadas por el sol. Sin embargo, muchas personas, como los médicos, ignoran que podría faltarles este importante nutriente.
Incluso la Asociación Médica de la India está presionando por una campaña nacional para la concientización, al afirmar que la deficiencia de vitamina D es preponderante en el país, lo cual hace que las personas sean más vulnerables a enfermedades crónicas como la diabetes, ataques cardiacos, derrames cerebrales y cáncer.
A pesar de su nombre, la vitamina D es en realidad una hormona esteroidea, la cual se obtiene principalmente de la exposición al sol o de la suplementación, en conjunto con algunos alimentos. Muchos de sus beneficios de salud se deben a su capacidad por influir en la manifestación genética.
Además, los investigadores han descubierto que la vitamina D está involucrada en la maquinaria bioquímica de TODAS las células y tejidos del cuerpo. Por lo tanto, cuando no hay suficiente, el cuerpo entero tiene problemas para funcionar de manera óptima.
En este artículo, revisaré una variedad de padecimientos de salud que se aprecian más recientemente y en las cuales podría representar un papel la deficiencia de vitamina D.
Como regla general, lo ideal es mejorar su estado de vitamina D sin importar de cuáles males padezca, aunque si tiene cualquiera de los siguientes padecimientos, se indica claramente que necesita optimizar su vitamina D.
Recuerde que, mientras que la luz solar es la mejor forma de optimizar su vitamina D, el invierno y el trabajo evitan que más del 90 % de las personas que están leyendo este artículo logren los niveles ideales sin suplementación. La única forma de saber que tiene niveles terapéuticos de vitamina D es midiéndolos.
Los síndromes del ojo seco y la degeneración macular
De acuerdo con un estudio reciente publicado en el International Journal of Rheumatic Diseases«deberían evaluarse los síndromes del ojo seco en los pacientes con deficiencia de vitamina D».
Esta afirmación puede revertirse fácilmente para decir que se le debería recomendar optimizar su vitamina D a cualquier persona con el síndrome del ojo seco.
Lo que encontraron estos investigadores fue que las mujeres con premenopausia que mostraron deficiencia de vitamina D tuvieron un mayor riesgo de padecer ojo secoy daño en la función del aparato lagrimal. De acuerdo con los autores:
«El ojo seco y una mala función del aparato lagrimal en los pacientes con deficiencia de vitamina D podría indicar un papel protector de la vitamina D en el desarrollo del ojo seco, probablemente al mejorar los parámetros de la película lagrimal y al reducir la inflamación de la superficie ocular».
La deficiencia de vitamina D también podría aumentar su riesgo de padecer degeneración macular relacionada con la edad (AMD, por sus siglas en inglés) si está predispuesto a ella de forma genética.
La AMD es la causa número uno de ceguera en las personas mayores en Estados Unidos y en este estudio4,5 fue mayor la probabilidad de manifestar esta enfermedad en las mujeres que tenían una combinación de dos alelos de riesgo (mutaciones genéticas) y niveles más bajos de vitamina D.
En general, estas mujeres tenían casi siete veces más probabilidad de desarrollar AMD que aquellas sin este genotipo de riesgo y que además tenían suficiente vitamina D.
De acuerdo con los autores, su descubrimiento sugiere «un efecto sinérgico entre el estado de la vitamina D y una administración en cascada de la función proteica «. La autora principal, Amy Millen, también afirmó:
«La mayoría de las personas han escuchado que debemos comer zanahorias para mejorar nuestra visión. Sin embargo, parece que hay muchas otras formas en las que la nutrición adecuada puede auxiliar a la salud ocular. Tener un estado adecuado de vitamina D podría ser una de ellas.
Este no es un estudio que pueda, por sí mismo, probar una relación causal, pero sí sugiere que si tiene un alto riesgo genético de AMD, podría reducirlo al tener un estado suficientemente alto de vitamina D».
Se fortalece la relación entre la deficiencia de vitamina D y la esclerosis múltiple
Ahora revisaré tres enfermedades autoinmunes que se ven impactadas por la vitamina D. Esta no es una lista exclusiva y creo firmemente que la vitamina D puede tener un impacto benéfico en todas las enfermedades autoinmunes.
Al menos una docena de estudios han notado una fuerte relación entre la esclerosis múltiple (EM) y la deficiencia de vitamina D. Una variedad de ellos han demostrado que el riesgo de EM aumenta mientras más lejos esté del ecuador, lo que sugiere que la falta de exposición al sol amplifica su riesgo.
Además, este riesgo alto se ve magnificado con la falta de exposición al sol antes de los 15 años.
La EM es una enfermedad crónica neurodegenerativa de los nervios en el cerebro y en la columna vertebral, causada por un proceso de desmielinización. Durante mucho tiempo se ha considerado como una enfermedad «sin esperanza» con muy pocas opciones de tratamiento.
La prescripción típica para la EM se concentra en medicamentos altamente tóxicospara suprimir el sistema inmunológico, como la prednisona y el interferón. Sin embargo, las investigaciones de los años pasados sugieren que la EM podría mejorar con la vitamina D.
Los estudios también indican que la vitamina D puede servir de forma protectora y claramente es mejor prevenirla que intentar tratarla una vez que se ha desarrollado.
Investigadores canadienses volvieron a confirmar recientemente la relación entre la deficiencia de vitamina D y la EM, al afirmar que los pacientes que tienen variaciones genéticas, que ocasionen que tengan bajos niveles de vitamina D, son mucho más propensos a desarrollar esta enfermedad. (Hasta ahora, se han encontrado cuatro variaciones genéticas que parecen causar un bajo nivel de vitamina D).
De acuerdo con el co-autor, el Dr. Brent Richards, los investigadores «creen que la evidencia que tenemos apoya la relación causal, aunque no la prueba». Se necesitan investigaciones adicionales para determinar si la suficiente vitamina D podría retrasar o prevenir la aparición de EM en tales personas.
Craig Moore, investigador de neurociencia en la Memorial University of Newfoundland, cuestiona si la suplementación con vitamina D beneficiaría a aquellas personas con este tipo de varianza genética, al decir:
«¿Tendrá el cuerpo la capacidad de hacer lo necesario con la vitamina D? No impondrá los efectos que ocasionaría de otra forma».
Creo que optimizar su nivel de vitamina D es de gran importancia si padece EM, pero no es el único factor. Para obtener sugerencias adicionales, vea mi artículo previo en el que hablo sobre guías de tratamiento naturales para la EM.
La vitamina D podría ser ‘vital’ para prevenir las enfermedades intestinales
Los investigadores en Nueva Zelanda subrayaron recientemente la importancia de la vitamina D en la prevención de las enfermedades gastrointestinales, como el cáncer. De acuerdo con la profesora Lynn Ferguson:
«Las enfermedades gastrointestinales como el cáncer colorrectal y la enfermedad inflamatoria intestinal se han vuelto bastante comunes en el mundo entero, incluso en los niños y adolescentes.
Esto es una carga substancial para la salud pública y el cambio en la cantidad de vitamina D, que se obtiene a través de una exposición reducida a la luz solar, y que no se compensa con la alimentación, podría representar un papel clave en la susceptibilidad a tales trastornos».
Claramente, evitar la luz del sol es la mayor parte del problema y es importante sopesar los riesgos en comparación con los beneficios cuando se trata de la exposición al sol.
Al contrario de la creencia popular, que indica que la exposición al sol promueve, en general, el cáncer de piel, la exposición sensible a la luz solar podría prevenir no solo este tipo de cáncer, sino también muchos cánceres internos. Sin embargo, jamás debería quedarse en el exterior el tiempo suficiente para quemarse.
Hay una gran cantidad de evidencia que muestra que la exposición al sol es la forma ideal de optimizar su nivel de vitamina D, aunque los suplementos y los alimentos también pueden utilizarse.
Como se habló en mi entrevista con el experto en vitamina D, el Dr. Robert Heaney, para obtener el mayor beneficio necesita un nivel de vitamina D de al menos 40 a 60 ng/ml, y para lograrlo necesita alrededor de 5000 a 6000 IU de vitamina D3 al día o más, de TODAS las fuentes, entre las cuales se encuentran el sol, la luz UVB de una cama bronceadora, los suplementos de vitamina D y los alimentos.
En años recientes, los investigadores han determinado que la vitamina D es más común en los alimentos de lo que se pensaba anteriormente, especialmente en la carne.Simplemente no sabíamos cómo medirla.
Esto explica por qué las personas que nunca toman suplementos y que raramente se exponen al sol todavía pueden tener niveles apreciables (aunque inadecuados) de 25(OH) de vitamina D en suero. Como reportó el artículo mencionado:
«A pesar de que algunos alimentos contenían cantidades significativas de vitamina D, las fuentes importantes de la alimentación son los pescados grasos, como el salmón y el atún, el aceite de hígado de pescado y el huevo. También se encontraron pequeñas cantidades de vitamina D en el hígado de res, el queso y otros productos lácteos».
El papel de la vitamina D en las enfermedades reumáticas inflamatorias
También ha emergido evidencia adicional que relaciona la deficiencia de vitamina D y las enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas (CIRD, por sus siglas en inglés). Entre las CIRD se encuentra la artritis reumatoide (AR), aunque no se limitan a ella; sino que se refieren a más de 100 condiciones diferentes arraigadas a la inflamación crónica que afecta las articulaciones. En general, se cree que las CIRD están relacionadas a la disfunción autoinmune.
Un estudio reciente, que involucró a más de 2200 pacientes diagnosticados con varios tipos de artritis, encontró que solo por encima del 40 % de aquellas personas con artritis reumatoides tenían deficiencia de vitamina D, con un nivel de 20 ng/ml o menos de 25-hidroxivitamina D.
Cerca del 40 % de aquellas personas con espondilitis anquilosante, y casi el 41 % de aquellas con artritis psoriásica, también tuvieron deficiencia de vitamina D. En contraste, menos del 27 % de los controles tenían deficiencia de vitamina D.
Según reportó Rheumatoid Arthritis News:
«Este estudio brindó mayor conocimiento acerca del impacto de la deficiencia de vitamina D en los pacientes con CIRD y estos resultados podrían ser considerablemente interesantes para la práctica clínica rutinaria del futuro. A pesar de una menor actividad de la enfermedad, los pacientes con AR tienen un riesgo considerable de desarrollar deficiencia de vitamina D. Por lo tanto, es importante monitorear los niveles de vitamina D de estos pacientes, los cuales pueden controlarse al administrar suplementos de vitamina D o con una exposición extendida a la luz solar, si está disponible».
La deficiencia de vitamina D es común en las personas con lupus
De acuerdo a los investigadores en El Cairo,la mayoría de los pacientes con lupus eritematoso sistémico (SLE, por sus siglas en inglés) tienen algún nivel de deficiencia de vitamina D (determinada a un nivel de 10 ng/ml o menos) o de insuficiencia de este nutriente (entre los 10 y 30 ng/ml).
Aquellas personas con niveles menores también tienden a tener mayor dificultad para controlar su enfermedad. En promedio, los pacientes con SLE tuvieron un nivel significativamente menor de suero 25(OH)D, que los participantes saludables: en promedio 17.6 ng/ml en comparación con 79 ng/ml.
Más del 73 % de los pacientes con lupus tuvieron niveles insuficientes de vitamina D y más del 23 % tenían deficiencia.
De acuerdo con los investigadores:
«Se recomienda en el SLE la evaluación y la repleción rutinaria de vitamina D, de ser necesario. Debe explorarse más la restauración de los niveles adecuados de vitamina D en el SLE, como una medida potencial, simple y valiosa, que hay que añadir al tratamiento normal para aliviar la condición».
La vitamina D para el VIH/SIDA
La vitamina D es bien conocida por su capacidad para combatir las infecciones yfortalecer la función inmunológica, y los investigadores sugieren actualmente que los suplementos de vitamina D podrían ser una forma fácil y económica para combatir infecciones incluso más graves, como el VIH.
Un equipo compuesto por investigadores de Estados Unidos, el Reino Unido y Sudáfrica inscribió a 100 residentes de Ciudad del Cabo, entre los 18 y 24 años de edad, para evaluar el impacto de la exposición al sol, la vitamina D alimenticia, la genética y la pigmentación de la piel en los niveles de vitamina D en la sangre.
El estudio también buscó señales de una mayor resistencia al VIH.
Después de contabilizar la alimentación, los genes y el color de piel, se encontró que la exposición al sol fue el principal factor determinante de los niveles de vitamina D en la sangre. Durante los meses de invierno, la deficiencia de vitamina D fue común entre todos los participantes, sin importar el tono de piel.
En términos del efecto de la vitamina D en el VIH, se encontró que reduce la reproducción del VIH y aumenta el conteo de glóbulos blancos, lo que sugiere que podría ayudar a disminuir la velocidad de la progresión de la enfermedad. Como reportó SciDev.net:18
«Los investigadores tomaron muestras de sangre en el invierno y el verano de ambos grupos durante febrero y agosto de 2013… y las expusieron in vitro (en tubos de ensayo) al VIH.
Después de darle a cada uno de los 30 participantes de Xhosa una dosis semanal de 50 000 IU de colecalciferol (un tipo de vitamina D) durante seis semanas en invierno, las muestras presentaron una disminución en la infección, que estaba a la par con la cantidad exhibida en las muestras del verano.
También mostraron mayor cantidad de glóbulos blancos y menor riesgo de anemia.
‘En Sudáfrica, donde hay una alta incidencia de VIH, y donde sabemos que las infecciones y los TAR [medicamentos antirretrovirales] pueden causar deficiencia de vitaminas, los suplementos podrían ser una terapia auxiliar económica y efectiva’, dice [la autora principal Anna] Coussens.
La vitamina D y la depresión
Su salud mental también podría sufrir cuando tiene deficiencia de vitamina D. Las investigaciones previas han demostrado que tener un nivel de vitamina D menor a los 20 ng/ml podría elevar su riesgo de depresión hasta un 85 %, en comparación con tener un nivel de vitamina D mayor a los 30 ng/ml.
Una variedad de estudios han confirmado que los suplementos de vitamina D pueden aliviar los síntomas de la depresión.
Más recientemente, un estudio publicado en Psychiatry Research observó a mujeres saludables entre los 18 y 25 años que vivían en Pacific Northwest durante el otoño, invierno y primavera, y encontraron que la insuficiencia de vitamina D (30 ng/ml o menos) podía predecir la aparición de síntomas de depresión clínicamente significativos después de controlar factores como la temporada, índice de masa corporal, raza, alimentación, ejercicio y tiempo pasado en el exterior.
Para la cuarta y última semana del estudio, se encontró que el 46 % de las mujeres tenían niveles insuficientes de vitamina D, y durante el curso del estudio, hasta el 42 % de ellas mostraron señales de depresión clínicamente significativa, con base en la escala del Center for Epidemiologic Studies Depression. Como reportó HCP Live:
«Los suplementos de vitamina D son económicos y fáciles de conseguir’, concluyó el autor principal David Kerr, y añadió que los descubrimientos son consistentes con las publicaciones que apoyan a los síntomas depresivos estacionales.
‘Ciertamente no deberían ser considerados como alternativas a los tratamientos conocidos por ser efectivos contra la depresión, sino que son buenos para la salud general'».
La deficiencia de vitamina D durante el embarazo está relacionada con un mayor riesgo de asma infantil
Por último, aunque no por ello menos importante, optimizar su vitamina D durante el embarazo es fundamental, no solo para su propia salud, sino también para la salud a corto y largo plazo de su hijo.
De acuerdo a los estudios previos, necesita un nivel de vitamina D por encima de los 40 ng/ml para proteger a su bebé de las complicaciones serias, como el parto prematuro y la preclamsia, y estudios han confirmado que la deficiencia de vitamina D durante el embarazo tiene un impacto de por vida que va desde las alergias, hasta el asma infantil, resfriados y gripes, caries dentales, diabetes, e incluso derrames cerebrales y enfermedades cardiovasculares, en una etapa futura de la vida.
Dos estudios recientes resaltan el poder preventivo que brinda la vitamina D durante el embarazo contra el desarrollo del asma infantil. En el primero, los niveles de vitamina D y E en la alimentación de las mujeres embarazadas se evaluó durante el inicio del embarazo y luego se comparó a las consecuencias en la salud 10 años después.
Los niños que nacieron de madres con bajos niveles de ambas vitaminas en su alimentación tuvieron un mayor riesgo de desarrollar asma a la edad de 10 años. Como afirmó Lung Disease News:
«El seguimiento prolongado es importante, ya que muestra que la alimentación de la mujer embarazada es fundamental a lo largo de la vida de su hijo».
El segundo estudio encontró que las células de las vías respiratorias que fueron extraídas de los recién nacidos, cuyas madres llevaban una alimentación deficiente en vitamina D y E, fueron más reactivas contra las sustancias irritantes y los alérgenos, lo cual indica una mayor respuesta inmunológica.
Yo creo firmemente que optimizar su vitamina D durante el embarazo es una de las intervenciones prenatales más importantes que puede hacer por la salud de su bebé.
Cuando un niño nace con deficiencia de vitamina D, su salud puede verse significativamente afectada en una variedad de formas, en algunos casos, de por vida.
La campaña Protect Our Children NOW!, sobre la que se habla en el video anterior, se ha lanzado para combatir el problema del aumento de la deficiencia de vitamina D entre las mujeres embarazadas, no solo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo.
La campaña también aumenta la conciencia mundial acerca de los riesgos generales a la salud relacionados con la deficiencia de vitamina D. Para conocer más acerca de esta importante campaña.
La vitamina D: una forma simple y económica de mejorar su salud
Se estima que el 50 % o más de la población general corre el riesgo de padecer deficiencia o insuficiencia de vitamina D. Entre los niños de edad escolar, este porcentaje podría ser de hasta el 70 %. Como se demostró anteriormente, esto puede aumentar su posibilidad de desarrollar una variedad de condiciones crónicas o debilitantes.
Aumentar los niveles de vitamina D3 en la población general podría prevenir potencialmente las enfermedades crónicas que cobran cerca de mil millones de vidas cada año en el mundo entero. La incidencia de varios tipos de cáncer también disminuiría a la mitad. La vitamina D también combate efectivamente las infecciones de todo tipo, como el resfriado común y la influenza, y quizá incluso el VIH.
Afortunadamente, la solución es simple y económica. Recuerde que, para maximizar sus beneficios, necesita un nivel de vitamina D de al menos 40 ng/ml (un nivel ideal sería de 50 a 70 ng/ml), y todas las fuentes cuentan: ya sea la exposición sensible al sol, una cama de bronceado (limítese a las camas de bronceado que utilicen balastros eléctricos), los alimentos que contienen vitamina D o suplementos de vitamina D.
El papel de la vitamina D en la prevención de las enfermedades
Un número creciente de evidencia muestra que la vitamina D representa un papel fundamental en la prevención de las enfermedades y para mantener la salud óptima. Hay aproximadamente 30 000 genes en el cuerpo y la vitamina D afecta casi a 3 000 de ellos, así como los receptores de vitamina D que se encuentran en todo el cuerpo.
De acuerdo con un estudio a grande escala, los niveles óptimos de vitamina D pueden disminuir su riesgo de cáncer hasta un 60 %. Mantener sus niveles óptimos de vitamina D podría ayudar a prevenir al menos 16 tipos diferentes de cáncer, como cáncer pancreático, de pulmones, ovarios, próstata y piel.