Reir es una necesidad, pues contribuye a nuestro bienestar general.
Dicen que la risa es algo propio del ser humano. Lo que sin duda es cierto, es que es algo beneficioso y contribuye a nuestro bienestar físico y psicológico. Obviamente, una persona que nunca se riera caería rápidamente en la neurastenia, lo que se confirma por el hecho de que las personas neurasténicas se ríen muy raramente. La risa es una necesidad vital y también una necesidad mental; tanto es así que la mayoría de la gente está buscando oportunidades para poder hacerlo, de ahí el éxito de las comedias y los espectáculos cómicos.
Pero si bien la risa es una cosa buena, especialmente necesaria en estos tiempos de crisis y pesimismo, podríamos preguntarnos no obstante si podemos reírnos de todo. La mayoría de los comediantes y humoristas interrogados responden a esta cuestión con un rotundo “sí”. Muchas personas también lo piensan, sin que en principio se impongan límites de ningún tipo.
A riesgo de parecer aguafiestas, creo que no hay que reírse de todo, porque no todo puede ser objeto de burla. Pero incluso admitiendo que esto suceda, creo que la manera de hacerlo es muy importante. Hoy en día, más y más humoristas utilizan el cinismo, la ironía, la insolencia y la vulgaridad para hacer reír a la gente. Y por lo general, lo hacen a expensas de una persona en particular, lo que me parece a la vez fácil e inapropiado. Naturalmente, cada uno es libre de practicar y disfrutar de este tipo de humor, pero creo que eso no engrandece ni a unos ni a otros.
Probablemente soy un poco ingenuo, pero creo que el humor, para ser digno de ese nombre, debe estar libre de malicia, de ridículo, de desprecio, de vulgaridad y, en general, de todo lo que implique sentimientos humillantes. En este sentido, creo que el humor más significativo es el que pone de manifiesto la estupidez y la fragilidad humana en general, fomentando nuestro aspecto más infantil, es decir, que favorece el aspecto cómico de una situación, las palabras sutiles y con doble sentido, los malentendidos inocentes de la vida, etc. Ahora bien, esta forma de humor casi ha desaparecido, probablemente debido a que requiere de un talento que no se puede improvisar.
De todos modos, no olvidemos nunca que el humor más sano es el que consiste en reírse de uno mismo. También es una buena manera de prevenir y tratar las “crisis del ego”. Por desgracia, tomarse demasiado en serio a uno mismo se ha convertido en una enfermedad común, sobre todo porque la tendencia actual es la de “mirarse el ombligo” constantemente fomentando el culto a la personalidad. Ya en su época, Victor Hugo afirmó en su obra teatral “Hernani” y en base a una frase bíblica: “Por un título venderían su alma. ¡Vanidad! ¡Vanidad! ¡Todo es vanidad!”.
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imagen: kho
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