Para perder peso, todo se vale. Y en la última moda se propaga como un meme en las redes sociales las dietas basadas en el consumo de zumo de frutas.
La fruta indudablemente es un saludable alimento, pero no significa que los zumos de fruta cumplan el mismo criterio, y menos que sean considerados adecuados para la pérdida de peso.
¿Quieres conocer más sobre esto?
Hoy te traemos lo que necesitas saber para que no caigas en este engaño y para derribar este mito tan popularizado.
¿Has pensado alguna vez en cómo los zumos de fruta son elaborados?
El proceso es más o menos como te lo describimos a continuación:
- Se exprime la fruta o frutas.
- Se almacena el zumo en depósitos (en ocasiones por meses) hasta que sea envasado.
- Le son añadidos aditivos químicos y también mucha azúcar para que este recupere el sabor perdido durante el periodo de almacenamiento.
- Es envasado y puesto en venta.
Como podrás ver, el resultado es un zumo de fruta artificial “que sabe a zumo” gracias al azúcar y las sustancias químicas que le son añadidas antes de ser envasado. También, la fibra encontrada en la fruta ha desaparecido en el proceso.
Ya te preguntaras ¿qué hay de los zumos que son envasados y que dicen ser 100% naturales y no concentrados? La respuesta es sencilla, han sido elaborados igual que los demás zumos envasados, así que naturales no son realmente.
Al haber llegado a este punto, podrías creer que existen tipos de zumo que son saludables: el zumo de fruta casero. Los zumos de fruta caseros son los que has elaborado tú mismo eligiendo las frutas que más te gusten y el único ingrediente es la misma fruta, ¿cierto?
La verdad es que este zumo es un poco más saludable que los zumos de fruta comercializados, porque mantienen pequeñas cantidades de minerales y vitaminas encontrados en la fruta. No obstante, el azúcar sigue encontrándose presente en cantidades importantes y la fibra también está ausente.
Concluyendo, los zumos concentrados, envasados o no concentrados, y los zumos de fruta caseros, tienen más similitudes que diferencias, ¡parecía imposible! ¿verdad?
Ahora veremos por qué son tan dañinos y por qué no son válidos para incrementar o colaborar con la pérdida de peso:
- Están repletos de azúcar y no contienen fibra
Como ya hemos dicho con anterioridad, los zumos de fruta tienen grandes cantidades de azúcar pero nada de fibra, lo que es traducido en un daño inevitable para la salud.
De hecho, se ha comprobado que los zumos de fruta contienen casi la misma cantidad de azúcar que la contenida en una bebida gaseosa.
Para entenderlo más fácil:
- Zumo natural: 21g de azúcar.
- Zumo envasado: 23g de azúcar.
- Bebida gaseosa: 27g de azúcar.
Sabido esto, al beber un vaso de zumo, es parecido a estar tomando 6 cucharadas de azúcar.
- No sacian el apetito
Los zumos de fruta son metabolizados y digeridos de forma más rápida que las frutas por la inexistente cantidad de fibra. Del mismo modo, no causan sensación de llenado, por lo que resulta fácil tomar mucho zumo sin sentirse saciado.
También, el alto contenido de fructosa sobrecarga al hígado, el único órgano en nuestro cuerpo que tiene la capacidad de metabolizar esta sustancia, convirtiéndola en grasa acumulada en el hígado. El exceso de fructosa incrementa el riesgo de diabetes, obesidad y también incrementa los niveles de colesterol.
- Contienen calorías líquidas
Las calorías líquidas, como es indicado por su nombre, son calorías de alimentos líquidos muy diferentes a las calorías sólidas.
Este tipo de calorías pasa de forma desapercibida frente al registro de calorías que mantiene el cerebro, por lo que al consumirlas, son añadidas la cantidad total de calorías que consumes.
Dicho de otra forma, las calorías encontradas en los zumos, no generan sensación de llenado, teniendo como consecuencia que tu cerebro no dará la orden de disminuir el consumo de otro tipo de alimentos para reducir el número de calorías consumidas.
También, existen investigaciones que confirman que el consumo de zumos de fruta incremente el riesgo de obesidad y diabetes.