En los bosques del Parque Nacional Sanjay Gandhi de Bombay (India), se han descubierto siete cuevas que servían de refugio a los monjes budistas durante las lluvias de la estación de los monzones desde hace más de 2.000 años (e incluso en la década de los 90). Una de las cuevas contiene las ruinas de una harmika, parte superior de un ‘stupa’ (monumento funerario budista).
Éstas no son las únicas cuevas budistas de este parque Nacional indio, el mayor del mundo situado en el interior de una gran ciudad. Cerca de ellas hay aproximadamente otras 160 cuevas, denominadas Cuevas de Kanheri y excavadas hace unos 2.000 años.
Las siete cuevas descubiertas recientemente datan de entre el siglo I a. C. y los siglos V – VI d. C., según confirman diversos informes de prensa publicados en la India. Uno de los investigadores que encontró las cuevas ha declarado a Scoopwhoop.com que podría haber aún más cuevas por descubrir en este parque.
Los investigadores estaban buscando las cuevas intencionadamente, e inspeccionaron la zona porque en las escrituras del budismo Pali se cita la existencia de estas cuevas cerca de Bihar. Buscaron en las cercanías de fuentes y corrientes de agua porque la mayoría de los viharas, las viviendas de los monjes, estaban construidos en sus proximidades, como podemos leer en un artículo de The Times de la India acerca de este descubrimiento. Suraj Pandit, director del equipo de investigadores, ha declarado a este medio:
Las cuevas recién descubiertas podrían ser más antiguas que las Cuevas de Kanheri, ya que son más sencillas en su forma y carecen de los depósitos de agua que suelen encontrarse en la arquitectura más evolucionada de Kanheri. Más aún, hallamos un tipo de herramientas monolíticas que era más frecuente en el siglo I a. C. La ausencia de depósitos de agua también indica que los monjes vivían aquí durante el monzón.
Las Cuevas de Kanheri, de 2.000 años de antigüedad, se encuentran en el Parque Nacional Sanjay Gandhi de Bombay y son una popular atracción turística
Participaron en la expedición dos instituciones: el Centro de Arqueología de la Universidad de Bombay y el departamento de antigua cultura india del Sathaye College. El equipo, formado por tres personas entre las que había un periodista, obtuvo permiso del departamento de bosques para explorar el parque. Como podemos leer en The Times de la India, el equipo tenía presente que los monjes solían excavar sus cuevas cerca de fuentes de agua, de modo que se encaminaron a un salto de agua cercano a las Cuevas de Kanheri en una extenuante caminata de 20 minutos. Atravesando una zona poblada de espesos matorrales y cactos, alcanzaron la cima de la cascada en unos 30 minutos.
Como Pandit ha explicado a The Times, “Había cuevas a ambos lados de la cascada: tres a un lado y dos al otro. Estaba muy claro que habían sido excavadas en la pared natural de roca. La suave curva, el enfoscado, las vigas de las puertas, los bancos en los que dormir, todo ello era indicio de que eran cuevas realizadas por el hombre.”
El equipo se dio cuenta más tarde, cuando ya Pandit se había caído, fracturándose la mano y haciéndose cortes en la cabeza, y había sido trasladado rápidamente a un hospital, que los monjes probablemente construyeran escalones como acceso más fácil para llegar a las cuevas. El Times de la India no menciona si los investigadores llegaron a encontrarlos.
Al día siguiente, los dos miembros restantes del equipo, Akash Pawar y el director de publicaciones Vinayak Parab, regresaron al lugar y hallaron las otras dos cuevas. Descubrieron modernos azulejos en una de ellas, observando que había sido utilizada por un sadhu (ermitaño hindú) que vivió en el parque hasta que el alto tribunal de Bombay expulsó a todos los sadhus del parque en los años 90.
Hay muchas otras cuevas budistas y de otras religiones en la India, entre ellas las Cuevas de Ellora, cercanas a Aurangabad, en Maharashtra. El lugar alberga 34 monasterios y templos que se extienden a lo largo de una distancia de más de 2 kilómetros.
Estas estructuras fueron excavadas en una elevada pared de roca de basalto. No está claro cuándo fueron construidas, aunque las estimaciones varían entre los intervalos 200 a. C. – 600 d. C. y 600 d. C. – 1000 d. C. Las cuevas más antiguas se encuentran en la cara sur del precipicio, y son de origen budista. Se cree que estas cuevas fueron construidas entre los siglos V d. C. y VII d. C., época en la que florecieron diversas sectas del budismo Mahayana en esta región.
El conjunto de las cuevas budistas de Ellora incluía monasterios y un único templo de gran tamaño (Cueva 10). Se realizó un gran esfuerzo para construir estas estructuras. Por ejemplo, parece ser que el edificio de tres alturas de la Cueva 12 fue enteramente construido por la mano del hombre mediante un duro trabajo. Los suelos y techos de esta cueva fueron nivelados y alisados, lo que pone de manifiesto la destreza y habilidad de sus constructores.
Hay otras cuevas budistas en la India, entre ellas las bellas Cuevas de Ellora.
Hay otro conjunto de cuevas budistas cerca de la población india de Ajanta. Son más de treinta cuevas labradas en el interior de la roca de la ladera de la montaña y dispuestas en forma de herradura: las famosas Cuevas de Ajanta, descubiertas en esta región en el año 1819.
Se cree que estas cuevas fueron construidas en torno al 200 a. C. y empleadas como refugio por los monjes budistas en la estación de los monzones. Fueron abandonadas después del siglo VII d. C., cuando el budismo decayó en la India, aunque aún siguieron siendo consideradas sagradas por las gentes del lugar.
Mientras estaban en uso, las cuevas fueron ampliadas y decoradas. Están llenas de bellas pinturas que crean una serena atmósfera para el visitante. Muchas de las pinturas y esculturas describen la vida de Buda, así como sus encarnaciones anteriores, conocidas como Jatakas; no obstante, un aspecto interesante de estas cuevas es su gran número de representaciones femeninas, tan abundantes como las masculinas. Para el espectador común, la presencia de imágenes de mujeres semidesnudas en cuevas utilizadas como retiro para monjes puede resultar sorprendente. También se observan en el lugar figuras de seres mitad hombre y mitad animal.
Otro conjunto de cuevas budistas de la India es el de las Cuevas de Ajanta, vistas aquí desde un río cercano
Autor: Mark Miller
Traducción: Rafa García
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