Por el Dr. Mercola
Si todavía utiliza utensilios de cocina antiadherentes, lo ideal sería que lo reconsidere seriamente.
Lo mismo sería si utiliza ropa antimanchas o contra agua, y optar por alfombras y telas a prueba de manchas.
Todos estos productos, y muchos más, contienen ácido perfluorooctanoico (PFOA, por sus siglas en inglés y también conocido como C8), el que, según se ha revelado, es mucho más peligroso de lo que se creía.
Durante 50 años, DuPont utilizó PFOA para producir teflón. A lo largo del tiempo, la compañía ha defendido la seguridad de PFOA y, hasta ahora, todavía se resiste a aceptar los problemas a la salud ocasionados por tal exposición. Sin embargo, por fin salió la verdad a la luz.
Hace más de 15 años, yo comencé a advertir a las personas acerca de los peligros potenciales del teflón. Como resultado, DuPont me amenazó legalmente muchas veces.
Para evitar la costosa acción legal de parte de su marca, tuve que abstenerme de utilizar la palabra “teflón” en cualquier artículo sin haber recibido antes una carta del departamento legal de la compañía, así que la evité durante varios años cuando escribí sobre los peligros del PFOA.
Pero no más, ya que en la actualidad la evidencia es bastante clara para todos, así como lo advertí durante la década y media pasada. Los peligros se han vuelto indiscutibles y la conexión de DuPont con este veneno dañino comienza a obtener la atención de los medios.
New York Times publicó recientemente un documento detallado1 sobre la batalla legal contra DuPont durante los últimos 15 años, acerca de la contaminación de PFOA y sus efectos tóxicos. Yo recomiendo altamente leerlo completo; es una lectura excelente.
El año pasado, The Intercept también publicó un documento2 de tres partes titulado “The Teflon Toxin: Dupont and the Chemistry of Deception» (La toxina del teflón: Dupont y la química del engaño», en el que se detalla la historia que DuPont utilizó para ocultar los hechos.
Un Abogado de Defensa en Sustancias Químicas Se Volvió el Peor Enemigo de DuPont
Durante los últimos 15 años, Rob Bilott, abogado ambiental y socio de Taft Stettinius & Hollister, ha librado una batalla legal contra DuPont. Él es un enemigo inverosímil para una empresa de sustancias químicas, ya que la compañía se especializa en defender clientes corporativos, como compañías químicas.
El artículo mencionado del New York Times habla a detalle sobre cómo llegó a enfrentarse a DuPont en representación de un agricultor de West Virginia. A principios de la década de los 80, el agricultor le vendió renuentemente 66 acres de tierra a DuPont, para que la compañía estableciera un vertedero.
En la extensión de tierra que vendió a DuPont había un arroyo que corría a través de ella, el cual serpenteaba hacia el área donde el agricultor llevaba a sus vacas a pastar.
No mucho después de la venta, su ganado comenzó a “actuar como enloquecido” y desarrollo males misteriosos. Más de 150 de su ganado había muerto para el momento en el que el agricultor, Wilbur Tennant, contactó a Bilott.
En respuesta a la demanda inicial de Bilott, presentada en 1999, DuPont ofreció encargar un estudio de la propiedad de Tennant, con la ayuda de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Tres veterinarios elegidos por DuPont y tres de la EPA realizaron el estudio.
Según reportó el artículo mencionado:
“Su reporte no encontró que DuPont fuera el responsable de los problemas de salud del ganado. En cambio, el culpable fue la mala cría: “mala nutrición, cuidado veterinario inadecuado y falta de control de moscas”.
En otras palabras, la familia Tennant no sabía cómo criar ganado; si las vacas estaban muriendo, era su propia culpa”.
Sin embargo, una carta que DuPont envió a EPA mencionó una sustancia que se encontró en el vertedero, sobre la cual Bilott no había oído nada anteriormente, a pesar de su experiencia en la industria química. Esa sustancia fue «PFOA».
El experto en química contratado para el caso recordó haber leído acerca de los “PFOS” en una revista especializada, que se utilizaban en la producción de Scotchgard.
Ya que no podía encontrar ningún detalle acerca del PFOA, Bilott le pidió a DuPont que compartiera lo que sabía sobre la sustancia. Cuando la compañía se negó, él pidió una orden judicial para obligarla a publicar la documentación, la cual se le otorgó.
Documentos Internos Revelaron la Culpa de DuPont
Para finales del año 2000, recibió más de 110 000 páginas de material relacionado al PFOA, algunas de las cuales tenían fecha de 50 años atrás. Entre los documentos había notas internas privadas, reportes médicos y estudios confidenciales realizados por los científicos de DuPont. Como reportó el artículo mencionado:
“Comencé a ver la historia”, dijo Bilott. “Es posible que yo haya sido la primera persona que los revisó todos. Me pareció evidente lo que estaba sucediendo: Desde hace mucho tiempo sabían que esa sustancia era mala”… La historia que Bilott comenzó a ver… tenía una amplitud, especificidad y descaro puro sorprendentes.
“Estaba en shock», dijo… Bilott no podía creer la escala de material incriminatorio que DuPont le había enviado. La compañía parecía no darse cuenta de lo que le acaba de ceder. “Fue una de esas veces en las que no puedes creer lo que estás leyendo», dijo. “Que realmente esté escrito…
Pero el descubrimiento fundamental del caso de Tennant fue este: Para finales de la década de los 80… [Dupont] decidió que necesitaba encontrar un vertedero para las aguas residuales tóxicas… Afortunadamente, habían comprado hacía poco 66 acres… que serían perfectas para ello.
Para 1990, DuPont había tirado 7100 toneladas de aguas residuales con PFOA a Dry Run Landfill. Los científicos de DuPont sabían que el vertedero escurría hacia el resto de la propiedad de la familia Tennant y analizaron el agua de Dry Run Creek. Contenía una concentración extraordinariamente alta de PFOA.
DuPont no informó a la familia Tennant en este momento, ni reveló el hecho en el reporte sobre el ganado que encargó para el caso de Tennant una década después: el reporte que culpaba a la mala crianza por las muertes de sus vacas. Bilott tenía lo que necesitaba…
En Agosto 2000, Bilott llamó al abogado de DuPont, Bernard Reilly, y le explicó que sabía lo que estaba pasando. Fue una conversación breve. La familia Tennant tenían la resolución…».
Otros Descubrimientos Impactantes
De acuerdo con los documentos, las recomendaciones de desechos de DuPont especificaban que el PFOA no debería tirarse en el agua de la superficie ni en las cloacas, sin embargo, durante décadas la compañía eliminó cientos de miles de toneladas de polvo de PFOA en el Río Ohio.
Las aguas residuales contaminadas con PFOA que llegaron al vertedero de la propiedad que le compraron a la familia Tennant también llegaron al nivel freático que suministraba el agua potable de más de 100 000 residentes de Parkersburg, Vienna, Little Hocking y Lubeck.
Los documentos demostraron además que durante cuatro décadas, 3M y DuPont realizaron estudios médicos secretos con el PFOA, los cuales, desde 1961, revelaron problemas potenciales de salud en lar ratas y conejos.
En la década siguiente, DuPont descubrió que los trabajadores de sus fábricas tenían niveles altos de PFOA en la sangre, pero no informaron la EPA sobre ello.
En 1981, 3M encontró que la ingestión de PFOA ocasionaba defectos de nacimiento en las ratas, después de lo cual DuPont analizó a los niños de las empleadas embarazadas en su departamento de teflón. Dos de los siete niños tenían defectos oculares.
DuPont volvió a decidir no compartir la información de manera pública. En 1984, DuPont se dio cuenta de que el PFOA estaba en el suministro local de agua. Para 1991, uno de los distritos locales de agua tenía niveles de PFOA tres veces más altos que lo que DuPont había establecido internamente como el límite seguro para el agua para beber, que era de una parte por mil millones (ppb, en inglés). Aun así, la compañía guardó silencio.
Según reportó The New York Times:
“Bilott descubrió que para la década de los 90, DuPont entendía que el PFOA causaba tumores cancerosos de testículo, páncreas e hígado en los animales de laboratorio. Un estudio de laboratorio sugirió el posible daño del ADN debido a la exposición al PFOA y un estudio sobre los trabajadores relacionó la exposición con el cáncer de próstata».
En ese momento, DuPont decidió desarrollar una alternativa para el PFOA. En 1993, habían encontrado un “candidato viable” que parecía ser menos tóxico. Desafortunadamente, la compañía tomó una decisión en contra del cambio, pues esto habría impactado las ganancias.
Bilott Sigue Persiguiendo a DuPont en Nombre del Público
Después de resolver el caso de la familia Tennant, Bilott decidió perseguir a DuPont por otros daños. Después de todo, si el agua potable envenenada con PFOA podía dañar y matar a las vacas, ¿qué podría estarle ocasionando a todas las personas que beben el agua contaminada?
Bilott escribió un informe de 972 páginas de largo en contra de DuPont, al cual sus colegas se referían como la “Famosa Carta de Rob”, y que, en marzo de 2001 fue enviado al director de cada autoridad regulatoria relevante, como la EPA y el fiscal general de Estados Unidos.
En respuesta, DuPont pidió una orden de no divulgación para evitar que Bilott compartiera la información que obtuvo en el caso Tennant. La solicitud fue denegada y Bilott envió todo lo que tenía a la EPA.
Según reportó The New York Times:
“Con la Famosa Carta, Bilott cruzó una línea… Se había convertido en una amenaza, no solo para DuPont, sino también, en palabras de una circular interna, “de la industria de los fluoropolímeros entera”: una industria responsable por los plásticos de alto rendimiento que se utilizan en muchos aparatos modernos, entre los cuales se encuentran productos de cocina, cables de computadora, dispositivos médicos implantables y rodamientos y precintos utilizados en autos y aviones.
El PFOA tan solo fue uno de más de 60 000 sustancias químicas que las compañías producían y lanzaban al mundo sin la supervisión regulatoria.
“La carta de Rob dejó al descubierto un nuevo panorama», dice Harry Deitzler, abogado patrono que vive en Virginia Occidental y quien trabaja con Bilott. “Antes de esa carta, las corporaciones realmente podían depender en la idea errónea pública de que si una sustancia era peligrosa, estaba regulada».
Bajo la Ley de Control de Sustancias Tóxicas de 1976, la EPA puede analizar las sustancias químicas únicamente si hay evidencia que señala que es dañina.
Este acuerdo, que generalmente permite que las compañías químicas se regulen a sí mismas, es la razón por la que, durante los últimos 40 años, la EPA ha limitado solo cinco sustancias de decenas de miles que se encuentran en el mercado».[El énfasis es mío].
Luego, Bilott persiguió una demanda colectiva contra DuPont en nombre de todas las personas que habían estado tomando agua envenenada con PFOA: cerca de 70 000 personas en seis sectores de agua, más docenas de pozos privados. La EPA también comenzó su propia investigación sobre el PFOA, con base en la información brindada por Bilott.
En 2001, la EPA anunció que el PFOA podría presentar riesgos de salud para el público general, a través del agua contaminada y de los utensilios de cocina con teflón. La propia investigación de DuPont muestra que cuando sus utensilios antiadherentes se calientan, se descomponen en no menos que 15 gases y partículas tóxicas, la mayoría de ellas a base de flúor.3,4
Las Calamidades Legales de DuPont Siguen Empeorando
En 2005, la EPA multó a DuPont por $16.5 millones debido a la violación de la Ley de Control de Sustancias Tóxicas al retener décadas de información valiosa acerca de los daños a la salud relacionados con el PFOA.
En ese tiempo, esa multa era la más alta que hubiera tasado la EPA, sin embargo, representaba menos del dos por ciento de las ganancias que DuPont obtuvo con el PFOA ese año, así que tuvo poco efecto disuasorio.
Ese mismo año, también se reunió un panel de científicos para determinar el efecto del PFOA sobre la salud humana. Después de siete años de investigaciones, cuyos resultados se detallan en más de tres docenas de publicaciones revisadas en pares,5 el C8 Science Panel relacionó al PFOA con:
- Colitis ulcerosa
- Colesterol alto
- Hipertensión inducida por el embarazo
- Enfermedad de la tiroides
- Cáncer testicular y renal
Hasta ahora, aproximadamente 3500 personas han demandado a DuPont por daños. El primer caso que llegó a juicio fue el de una mujer de Ohio llamada Carla Bartlett, quien afirmó que el agua potable contaminada con PFOA ocasionó que desarrollara cáncer de riñón.6
El caso fue a juicio en septiembre de 2015. DuPont/Chemours se demostró responsable de negligencia en este caso7 y el jurado le otorgó a Bartlett un total de $1.6 millones en daños. Supuestamente, DuPont apelará en contra. Según reportó The New York Times:
“La negativa continua de DuPont a aceptar la responsabilidad es exasperante para Bilott. “Al pensar que has negociado de buena fe un acuerdo que todos han acatado y en el que han trabajado durante siete años, se llega a un punto donde algunas cosas deberían resolverse, pero siguen sin respuesta», dice.
“Pienso en aquellos clientes que han esperado esto, muchos de los cuales están enfermos o han fallecido a la espera. Es para volverse loco”.
¿Su Agua Potable Está Contaminada con PFOA?
En agosto de 2015, el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG, por sus siglas en inglés) reveló un reporte sobre el teflón,8,9,10que afirmaba que se ha encontrado PFOA en 94 sectores de agua, a lo largo de 27 estados.
El EWG también resalta una investigación reciente que muestra que, ¡el PFOA es peligroso en niveles 1300 veces menoresa las reconocidas anteriormente por la EPA! Según el artículo:
“… [D]os destacados científicos de la salud ambiental han publicado investigaciones con implicaciones alarmantes… [I]ncluso concentraciones diminutas de PFOA, debajo del límite reportado y requerido por los análisis de la EPA de los suministros de agua pública, son dañinas.
Esto significa que el nivel de advertencia para la salud de la EPA es cientos o miles de veces demasiado débil como para proteger completamente la salud humana con un margen adecuado de seguridad».
Las áreas de mayor concentración de PFOA son: Issaquah, Washington; Wilmington, Delaware; Colorado Springs; Nassau County en Long Island; y Parkersburg, West Virginia.11 Con la excepción de Parkersburg, estos sectores fueron incluidos en la demanda colectiva de Bilott contra DuPont.
Los análisis también han revelado que el PFOA se encuentra en la sangre de prácticamente todas las personas en Estados Unidos, como los bebés, ya que se transfiere de madre a hijo a través del cordón umbilical y la leche materna.
El PFOA, que es muy resistente a la degradación, también se ha encontrado en los animales silvestres de todo el mundo. Incluso los albatros de Sand Island, un refugio de la vida silvestre, en medio del Océano Pacífico Norte, tienen esta sustancia química en su sistema.
Como afirmó The Intercept:12
“Aunque DuPont ya no utiliza C8, es actualmente imposible eliminar esta sustancia de todos los cuerpos de agua y torrentes sanguíneos que están contaminados con ella. Y, ya que es tan estable químicamente (de hecho, según que los científicos pueden determinar, nunca se descompone) se espera que el C8 permanezca en el planeta mucho tiempo después de que los humanos ya no se encuentren en él».
Cientos de Científicos Emiten una Advertencia Contra los PFAS
El mayo pasado, más de 200 científicos de 40 países firmaron la llamada Declaración de Madrid,13,14 que advierte contra los daños de todos los fluoroquímicos (PFAS), tanto viejos como nuevos. Menciona muchos de los efectos documentados para la salud relacionados con los viejos PFAS de cadena larga, como los siguientes:15
Toxicidad hepática Interrupción del metabolismo lipídico y los sistemas inmunológico y endócrino Efectos neuroconductuales adversos Toxicidad y muerte neonatal Tumores en múltiples sistemas de órganos Cáncer testicular y renal Disfunción hepática Hipotiroidismo Colesterol alto Colitis ulcerosa Menor tamaño y peso al nacer Obesidad Menor respuesta inmunológica a las vacunas Menores niveles de hormonas y pubertad tardía La Declaración también destaca que:
- A pesar de que algunos PFAS de cadena larga son regulados o eliminados gradualmente, comúnmente se reemplazan con PFAS de cadena corta con estructuras similares o compuestos con segmentos fluorados vinculados por uniones de éter.
- Mientras que algunas alternativas fluoradas de cadena corta parecen ser menos bioacumulativas, siguen durando tanto en el ambiente como las sustancias de cadena larga o tienen productos de degradación persistentes.
Además, el cambio a las alternativas de cadena corta u otras sustancias fluoradas podría no reducir las cantidades de PFAS en el ambiente. Además, ya que algunos PFAS de cadena corta son menos efectivos, podrían necesitarse mayores cantidades para brindar el mismo desempeño.
- Mientras que se comercializan muchas alternativas fluoradas, hay muy poca información disponible de forma pública acerca de su estructura química, propiedades, usos y perfil toxicológico.
- Aumentar el uso de las alternativas fluoradas ocasionará que aumenten los niveles de productos de degradación perfluorados estables en el ambiente y posiblemente también en la biota y en los humanos. Esto aumentaría los riesgos de efectos adversos en la salud humana y el ambiente.
Una Nueva Reformación a la Ley Podría Anular las Normas Estatales Sobre las Sustancias Químicas Peligrosas
Mientras que cada vez es más claro que necesitamos regulaciones mucho más estrictas para las sustancias químicas, las actualizaciones propuestas para la Ley de Control de Sustancias Tóxicas de 1976 podrían dificultar los esfuerzos para proteger a las personas en Estados Unidos contra las sustancias químicas peligrosas, al anular las regulaciones químicas establecidas por los estados individuales.
La ley del Senado (la Ley de Frank R. Lautenberg para la Seguridad Química del Siglo XXI), que fue aprobada en diciembre de 2015, hace que sea más difícil que los estados regulen las sustancias químicas una vez que la EPA las ha analizado. También prohíbe a los estados que tomen realicen cualquier acción contra las sustancias químicas que la EPA esté investigando actualmente.
La versión la Cámara (la Ley de Modernización de la TSCA), que evita que los estados regulen nuevas sustancias químicas, y que es apoyada por más de 100 grupos de la industria, fue aprobada en junio de 2015. Por ahora, están intentando compaginar ambas leyes, ya que contienen varias diferencias. Según reportó The Intercept:16
“A pesar de que la ley TSCA del Senado dejaría intactas algunas restricciones estatales existentes sobre ciertas sustancias químicas, las cláusulas de la ley evitarían que los estados establecieran regulaciones en el futuro, y anulan los esfuerzos que ya están en progreso. Tomemos por ejemplo la legislación pendiente del estado de Washington para prohibir las sustancias químicas resistentes al fuego que se utilizan en los muebles y productos para niños.
Los defensores han trabajado por años para prohibir estos interruptores endócrinos y posibles cancerígenos humanos… A pesar de que la Cámara de Washington aprobó la prohibición 95-3 y el Senado del estado está trabajando en una ley similar, la reforma TSCA invalidaría todo esto. Si la EPA pusiera estas sustancias resistentes al fuego en su lista de prioridades por elaborar… la ley del Senado anticiparía los nuevos esfuerzos del estado por limitarla.
Además de limitar las regulaciones del estado, las leyes de la reforma TSCA se están combinando en una ley que contenga cláusulas que harán que sea más difícil interceptar la importación de sustancias químicas peligrosas en el borde de Estados Unidos y requerirán que la EOA señale algunas sustancias químicas como de «baja prioridad» sin que las evalúe completamente. Y ninguna de las versiones afronta el gran problema de que las compañías tengan permitido lanzar sustancias químicas nuevas al mercado, sin haber analizado previamente su seguridad”.
Cómo Evitar Estas Peligrosas Sustancias Químicas
Es bastante claro que no se puede confiar en que la industria química se regulará a sí misma, y DuPont es un gran ejemplo de esto.
Podría tomar décadas antes de que las sustancias químicas peligrosas sean reconocidas como tales y entonces, la compañía puede simplemente cambiar a otra que no haya sido analizada ni regulada, y así continúa el juego químico de whack-a-mole, ya que las sustancias químicas no tienen que demostrar ser seguras antes de utilizarse. Según reportó The New York Times:
“’Pensar que DuPont haya podido escabullirse durante tanto tiempo’, dice Bilott, su tono demuestra una mezcla de sorpresa y rabia, «que pudieran seguir generando ganancia de ello, luego obtener el acuerdo de las agencias del gobierno para eliminarlo gradualmente, únicamente para reemplazarlo con una alternativa de efectos desconocidos hacia los humanos; en 2001 informamos a las agencias sobre esto y prácticamente no hicieron nada.
Ya son 14 años de que esa sustancia se siga usando, de que siga estando en el agua potable de todo el país. DuPont simplemente cambia en silencio hacia la siguiente sustancia. Y, mientras tanto, combate a cualquier persona que haya resultado afectada».
La Declaración de Madrid17 recomienda evitar cualquier producto que contenga, o haya sido fabricado, con PFAS, y afirma que entre estos se encuentran aquellos que son antimanchas, contra agua y antiadherentes. Puede encontrar más consejos útiles en la Guía para Evitar el PFCS del EWG.18
Además de enumerar una variedad de marcas de calzado deportivo conocidas por utilizar PFC en sus zapatos y ropa, la Guía también afirma que Apple admite que la pulsera de su nuevo modelo de Apple Watch Sport está hecho con PFC. Entre otras sugerencias que le ayudarán a evitar estas peligrosas sustancias químicas encontramos mantener alejados los siguientes productos:
Artículos que han sido pretratados con sustancias antimanchas y opte por evitar este tipo de procedimientos cuando compre muebles y alfombras nuevos. Ropa contra agua o antimanchas. Un ejemplo es cuando un elemento hecho con fibras artificiales se describe como «transpirable» Estos son tratados típicamente con politetrafluoroetileno (PTFE, por sus siglas en inglés), un fluoropolímero sintético. Productos tratados con sustancias químicas retardantes de llama,19 entre los cuales encontramos una amplia variedad de artículos para bebé, muebles acolchados, cochones y almohadas. En cambio, opte por materiales que son naturalmente menos flamables, como el cuero, lana y algodón. Comida rápida y para llevar, ya que las envolturas normalmente son tratadas con PFC. Palomitas de microondas. El PFOA podría no sólo estar presente en el revestimiento interior de la bolsa, sino que también podría filtrarse al aceite desde el envase durante el calentamiento. En su lugar, prepare las palomitas «a la forma antigua» en la estufa. Utensilios de cocina antiadherente y otros utensilios de cocina tratados. Las opciones más saludables son la cerámica y los utensilios de cocina de hierro fundido esmaltado, ambos de los cuales son duraderos, fáciles de limpiar (incluso los alimentos cocidos más pegados podrían eliminarse después de remojarlos en agua caliente) y completamente inertes, lo que significa que no liberarán productos químicos nocivos en su hogar. Mientras que algunas personas le recomendaran usar aluminio, acero inoxidable y utensilios de cobre, yo no lo hago por las siguientes razones:
Se sospecha que el aluminio es un gran factor que causa la enfermedad de Alzheimer y el acero inoxidable tiene aleaciones que contienen níquel, cromo, molibdeno, carbono. Para aquellas personas con alergias al níquel, esto podría ser una consideración particularmente importante.
Tampoco se recomiendan los utensilios de cobre porque la mayoría las cacerolas de este material vienen revestidas con otros metales, por lo que provocan las mismas preocupaciones señaladas anteriormente. (Los utensilios de cobre deben ser recubiertos debido a la posibilidad de envenenamiento por cobre).
Hilo Dental Oral-B y otros productos de cuidado personal que contienen PTFE o «flúor» o «ingredientes perfluorados». EWG tiene una base de datos excelente llamada Skin Deep que podría revisar para encontrar opciones más saludables.
Mercola.com.