29- Educa a tu hijo para que se descubra y reconozca tal como es y nunca se sienta culpable por serlo.
Como padre o madre, entiende e interioriza que educar no consiste en lograr que tu hijo sea lo que tú quieres que sea, sino en facilitar que sea aquello que realmente es y para lo que ha encarnado en el plano humano. Por tanto, no intentes imponerle tu forma de ver las cosas y vivir la vida. Y mantente atento para colaborar con él tanto en el desarrollo de las experiencias que antes de encarnar decidió desplegar aquí como en el ejercicio de los dones y talentos innatos que, en consonancia con ello, eligió y trae consigo. Tienes ante ti la maravillosa oportunidad y el gran reto consciencial de cultivar la compresión, la capacidad de escucha y la empatía necesarias para que tu hijo se descubra y reconozca tal como es, nunca se sienta culpable por serlo y sepa y pueda plasmarlo efectivamente en su vida… Íntimamente unido a ello, recuerda que de poco valen los discursos y las peroratas que lances a tu hijo, que sólo conseguirán que desconecte de tus palabras y mensajes, y toma consciencia de que lo que verdaderamente cala en él es tu ejemplo vivo en el día a día con base en la coherencia, el respeto y el amor:
+Coherencia: Actúa como padre o madre conforme a lo que dicta no tu mente ni los sistemas de creencias que la atiborran, sino tu Corazón. Y verás cómo tu ejemplo de vida, sin necesidad de que “rayes” a tu hijo ni le impongas nada, lo impregnan y orientan. Sin esa coherencia vital y práctica, la educación se convierte en un imposible.
+Respeto: Cada uno es cada uno y ha encarnado para vivir unas determinadas experiencias. También tu hijo. Respétalo profundamente y acepta que encaucen su vida por derroteros distintos a los tuyos y a tus deseos. Es más, apóyalo absoluta e ilimitadamente para que tengan el valor de hacer aquello que le indica su Corazón.
+Amor: ¡Ama a tu hijo exactamente como es! No lo ames porque sea o actúe como tú, tu ego, quiere: ámalo siempre y plenamente con independencia de cómo sea y de lo que haga o deje de hacer. Y exprésale con frecuencia ese amor incondicional, además de tu hondo agradecimiento por haberte elegido en el otro plano como padre o madre a la hora de encarnar y vivir en éste.
Sobre estos tres pilares, por atención a los gustos y aficiones de tu hijo, busca intereses y espacios comunes, confía en él y colabora para que adquiera confianza en sí mismo, haz que se sienta valorado y reconocido y propicia su participación en la toma de las decisiones familiares.
30- De la “eco-no-mía” a la “eco-sí-nuestra”: la Economía de los Dones.
Del ejercicio libre y espontáneo de los dones y talentos por parte de los seres humanos, cada uno los suyos, todos igualmente divinos e importantes, y de la interacción entre las personas con base en esos talentos surge una nueva economía. Tan nueva que, más que “eco-no-mía”, debe ser denominada “eco-sí-nuestra”. Se trata de la Economía de los Dones (ECODON), que se fundamenta en el disfrute de la Abundancia. Sí, ¡de la Abundancia!, que es lo que caracteriza a la Madre Tierra, el Cosmos y la Creación. Es cierto que el sistema vigente impone el paradigma de la escasez. Pero es una falacia. La escasez es algo ilógico y anti-natural. Su única razón de ser radica en el empeño egóico de unos pocos, muy pocos, en apropiarse de la riqueza social y colectiva y acumular en sus manos los recursos y bienes que son de todos. Y para disfrazar su egoísmo, promueven un sistema de creencias en torno a la escasez. Sin embargo, nada es escaso en la Creación, en el Universo, en el planeta… Ni los alimentos ni la energía ni ninguna otra cosa… La Abundancia es lo Real. Y en ella se desarrolla el gozo de cada cual derivado de practicar y compartir sus dones y talentos y una novedosa forma de interactuar entre los seres humanos como consecuencia de ello. En este escenario, el impulso y realización de los proyectos emprendedores que las personas sientan desde su interior será expresión y responderá al despliegue de sus respectivos dones. Y no se buscará el enriquecimiento o beneficio propio, sino que se contribuirá, incluso sin pretenderlo, a la mejora de las condiciones de vida y el avance tecnológico y consciencial de la Humanidad en su conjunto y sin excepciones, en simbiosis y armonía con la Naturaleza y la Madre Tierra. Todo esto es precisamente lo que mucha gente y bastantes emprendedores están ya percibiendo y desarrollando desde el Corazón… Sobre estos nuevos pilares, la Humanidad se transformará a sí misma en lo que ya es, aunque todavía no lo recuerde: una espléndida y potentísima Red Sostenible y Creativa que se despliega en el gozo de la Vida y en el discernimiento de que esto, gozar la Vida, es el único motivo de la existencia en cualquier plano y Dimensión… Compartir y distribuir los recursos y la riqueza según las necesidades de cada cual son los flujos que nutren y expansionan esta Red y los cimientos en los que se asienta la ECODON.
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Emilio Carrillo
Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo http://www.sinmente.com/
EL CIELO EN LA TIERRA