Tus hijos no son tus hijos.
Son hijos e hijas de la nostalgia de sí misma de la Vida.
Han venido a través de ti, pero no de ti.
Y aunque estén contigo no te pertenecen.
Te está permitido darles tu amor, pero no tus pensamientos,
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes dar alojamiento a su cuerpo, pero no a su alma,
Porque su alma mora en la casa del mañana,
que tu no puedes visitar ni siquiera en tus sueños.
Puedes esforzarte por ser como ellos, pero no intentes
hacer que ellos sean como tú,
Porque la vida no marcha hacia atrás ni se demora en el ayer.
Khalil Gibrán
Cuanta falta hace esta sabiduría en el entorno familiar de estos tiempos, donde la norma consiste en posesionar..
Para muchos con responsabilidad formativa , absortos y condicionados por competir y ganar en todo, herederos de un sistema desconectado de su ser interior… esto solo serán cosas banales e irrealistas, cosas de los espirituales.
… y lo mas curioso, es que suelen juzgar a través de un embudo muy estrecho.
Gracias Domi.