Exploran la relación entre perros y humanos en la Prehistoria


A NIVEL MUNDIAL HAY MUCHOS MÁS PERROS EN ENTERRAMIENTOS HUMANOS PREHISTÓRICOS QUE NINGUNA OTRA ESPECIE INCLUYENDO CABALLOS O GATOS 
La relación entre perros y humanos, y sobre todo su origen, nos produce una enorme curiosidad. Al margen de los vínculos químicos entre ambas especies estudiados en el presente, el antropólogo Robert Losey estudia nuestra relación a lo largo de la historia, partiendo de hallazgos arqueológicos como el de numerosos enterramientos de hace entre 8.000 y 5.000 años acompañados de perros en la zona del Lago Baikal (Siberia) hace unos años. El análisis de los huesos ha demostrado que se alimentaban de lo mismo que los humanos, además de estar a su vez acompañados de ajuar. Ahora estudia un nuevo yacimiento en el Ártico siberiano, en busca de las primeras evidencias de su uso como tiros de trineo.
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Resulta que la mirada de reconocimiento mutuo entre humanos y perros refleja miles de años de evolución, un vínculo programado en la propia química de nuestro cuerpo. La pasada primavera un equipo de investigación en Japón descubrió que ambas especies liberan la hormona llamada oxitocina cuando se miran a los ojos, es la misma hormona que liberan las madres cuando miran a sus bebés.
Es más, este estudio japonés mostraba que los niveles más altos de oxitocina se liberan mientras se cruzan las miradas, más que cuando se juguetea o se habla. Parece que para los perros, al menos en lo que se refiere a su interacción con humanos, los ojos son realmente ventanas al espíritu.
«Es un estudio muy cautivador, que incluso a nivel químico tenemos este impulso de crear un vínculo, y los animales tienen el mismo impulso de vincularse con nosotros», dice Robert Losey, antropólogo de la Universidad de Alberta, que estudia la relación histórica entre perros y humanos.
Pero, ¿dónde empieza esta simbiosos única, que incluso ha implicado durante largo tiempo el intercambio de parásitos y ciertas enfermedades? Según Losey, el impulso bioquímico que nos vincula es solo una parte de la historia. Su propia investigación se centra en desentrañar las fuerzas culturales a lo largo del tiempo que han hecho que los perros y los humanos se complementen tan bien.
Uno de los proyectos que desarrolla Losey implica la excavación de restos de perros de hace entre 5.000 y 8.000 años en el Lago Baikal, Siberia, el lagos de agua dulce más profundo del mundo. Lo más sorprendente del hallazgo es que muestra que los perros fueron enterrados junto a los humanos en cementerios, no solo apuntando a algunas de las más tempranas evidencias de domesticación de perros sino también sugiriendo que los perros eran tenidos en la misma estima que los humanos.
«Los perros estaban siendo tratados igual que las personas cuando murieron», dice Losey. «Estaban cuidadosamente colocados en una fosa, algunos de ellos con collares decorativos, o junto a otros artículos como cucharas, con la idea de que potencialmente tenían almas y una vida futura.» En un caso se encontró un hombre enterrado en la misma tumba que sus dos perros, uno a cada lado.
«A nivel mundial se puede ver que hay más enterramientos de perros en la Prehistoria que de cualquier otros animal, incluyendo gatos o caballos. Los perros parecen tener un lugar muy especial en las comunidades humanas en el pasado. Tan pronto como vemos restos óseos de perros que se parecen a las razas modernos (hace unos 14.000 años) vemos perros enterrados».
A través del análisis químico de los huesos de perro, hecho en la Universidad de Alberta, Losey también pudo determinar que los perros del Lago Baikal fueron alimentados con la misma dieta que los seres humanos.
«Al principio no había evidencia que sugiera que la gente amaba y cuidaba a sus perros en la misma forma que lo hacemos ahora, pero eran compañeros de trabajo, que participabann en todas nuestras tareas diarias», dice. «Hace miles de años había incluso perritos falderos, los romanos los tenían. Claramente, hace mucho tiempo que la gente empezó a criar perros con fines específicos».
Todos los perros modernos se cree que han descendido del lobo gris de Eurasia, una subespecie de la que se ramificó y comenzó a interactuar con los seres humanos hace entre 30.000 y 40.000 años, probablemente por su propia voluntad, sin que los humanos intervenieran en sus vidas», dice Losey. Los lobos probablemente buscaban comida alrededor de los asentamientos humanos, haciéndose cada vez menos inhibidos. Una vez que su potencial como compañeros de trabajo se hizo evidente, fueron domesticados y criados selectivamente.
En algún lugar hace entre 10.000 y 15.000 años, el lobo se había convertido en un animal genéticamente indistinguible del perro moderno. Aunque el perro de hoy está más cerca genéticamente a su antiguo ancestro que al lobo moderno, razas más específicas del perro tienen raíces que se remontan a unos 200 años.
Losey ahora está investigando un yacimiento abundante en enterramientos de perros en el Ártico siberiano. Con más de 100 ejemplares de perros, es la mayor colección arqueológica de perros en el conjunto de la región del Ártico. Aquí se trata de encontrar evidencia temprana de perros de trineo, el uso de lo que parecen ser los arneses, junto con indicios de que los renos también fueron aprovechados.
Para complicar la situación, mientras que los humanos parecen haber domesticado perros por motivos de trabajo, y pescaban con el fin de darles de comer, también comían perros, como lo han hecho en varias ocasiones durante la historia.
La historia de los seres humanos y los perros no está de ninguna manera completa, y a veces las piezas del rompecabezas no se adaptan con facilidad. Pero Losey espera que el registro arqueológico en última instancia, ayudará a entender mejor lo que está en el corazón de nuestra perdurable relación entre especies.

http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2016/03/exploran-la-relacion-entre-perros-y.html

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