por Alexa Erickson
16 Febrero 2016
del Sitio Web Collective-Evolution
traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles
El aceite de coco es uno de los súper poderoso recursos naturales que todos y cada uno no podemos dejar de hablar de sus habilidades multifacéticas para mantenernos sanos y felices.
Un aceite de alta quema comúnmente utilizado para cocinar en sustitución de la mantequilla estándar, el aceite de oliva y otros aceites en aerosol, se ha vuelto importante en el mundo de la cocina para asegurarse que su comida todavía tiene un gran sabor sin tener que consumir una grasa poco saludable e innecesaria.
Pero la gente no sólo lo recoge en la sección de Aceites y Especias de la tienda de comestibles.
También lo están usando como,
- Hidratante para piel y el cabello
- En lugar de crema dental y enjuague bucal
- como una crema de café
- para el pulimento de madera
- como un bálsamo SPF para los labios
- removedor de maquillaje
- crema para pañales
- crema de afeitar
- desodorante,
…y más.
La lista de usos prácticos es interminable – literalmente.
Busque en la Internet, y encontrará más de 100 usos para el aceite natural que hará que usted tire a la basura su alimento tóxico montado en química, como producto para higiene personal, y diversos usos para el hogar para siempre.
Y ahora, este aceite mágico tiene un uso más que añadir a la lista.
Mientras que las culturas occidentales parecen simplemente estar recibiendo aires de las diversas propiedades medicinales de la palma de coco, ha sido un honorable mecanismo de curación en las culturas indígenas durante generaciones, y una cantidad creciente de evidencia científica está saliendo a la superficie, que valida los muchos beneficios para la salud que puede proporcionar, incluyendo,
- proteger el corazón
- apoyar la salud del cerebro
- reducir el estrés y la depresión
El beneficio para la salud más reciente de tomar en cuenta proviene de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tufts, que encontraron que el aceite de coco es altamente eficaz en su capacidad de controlar el crecimiento excesivo del hongo patógenos oportunista, Candida albicans en ratones.
El estudio, denominado «La manipulación de la Dieta para Reducir las Colonias gastrointestinales del patógeno oportunista Candida Albicans –Manipulation of Host Diet to Reduce Gastrointestinal Colonization by the Opportunistic Pathogen Candida Albicans«,que fue publicado en la Sociedad Americana de Microbiología revista mSphere, reconoció a la Candida albicans como siendo el más prominente patógeno humano, resultando en una tasa de mortalidad estimada de 40 por ciento como resultado de infecciones sistémicas .
La Candida Albicans es una forma de levadura que puede causar algunos síntomas incómodos a sus víctimas, incluyendo fatiga, aumento de peso, dolor en las articulaciones, y gases.
Este hongo oportunista es parte de la flora intestinal. Cuando su población se sale de control, la pared intestinal se debilita, haciendo camino para que el hongo penetre en el torrente sanguíneo, donde entonces libera subproductos tóxicos en todo el cuerpo.
Los antibióticos son una herramienta común para aliviar este problema, pero éstos pueden hacer más daño que bien, ya que también destruyen las bacterias comunes que funcionan para mantener las poblaciones de Candida en un rango saludable, que a su vez puede empeorar la inmunidad, causando el crecimiento excesivo de C. albicans, que puede dar como resultado la candidiasis.
Esta es sólo una de las razones para elegir un enfoque natural, como el aceite de coco, que los investigadores de este estudio plantaron la hipótesis de que podría funcionar para reducir la infección por cándida en ratones.
Para el estudio, el microbiólogo Carol Kumamoto y la científico de nutrición Alice H. Lichtenstein investigaron cómo tres diferentes grasas de la dieta pueden afectar la cantidad de C. albicans se encuentran en el intestino del ratón. Estas grasas incluyen el aceite de coco, sebo de vaca, y el aceite de soya.
Sus resultados demostraron que el aceite de coco reinaba supremo en la reducción de C. albicans en el intestino en comparación con el sebo y el aceite de soya.
De los resultados, Kumamoto dijo,
«El aceite de coco incluso reduce la colonización de hongos cuando los ratones fueron cambiados de sebo de buey a aceite de coco, o cuando los ratones fueron alimentados tanto con sebo de buey como con aceite de coco al mismo tiempo.
Estos hallazgos sugieren que la adición de aceite de coco a la dieta existente de un paciente puede controlar el crecimiento de C. albicans en el intestino, y posiblemente disminuir el riesgo de infecciones fúngicas causadas por C. albicans».
Esta noticia sugiere que, a pesar de que las culturas occidentales nos están alimentando para que necesitemos las drogas sintéticas como medio para curar enfermedades, hay, de hecho, recursos puramente naturales para las condiciones curativas.
Y de estos resultados preliminares y cómo afectan a la práctica de la medicina, Alice H . Lichtenstein, doctora en Ciencias, dice en un comunicado al ScienceDaily :
«Este estudio marca un primer paso en la comprensión de cómo las infecciones por hongos que amenazan la vida en individuos susceptibles pueden ser reducidos a corto plazo y un uso dirigido de un tipo específico de grasa.
Tan emocionante como son estos hallazgos, tenemos que tener en cuenta que la mayoría de los adultos estadounidenses tienen un alto riesgo de enfermedades del corazón, la principal causa de muerte en los EE.UU.
El uso potencial de aceite de coco a corto plazo para controlar la velocidad de crecimiento de los hongos no debe ser considerado un enfoque profiláctico para la prevención de las infecciones por hongos».
Esta información es importante en entender que, como paciente, tiene varias opciones de tratamiento, y siempre debe seguir educándose en formas de curarse a sí mismo de forma segura y, natural, lo que también a lo que está instando el primer autor del estudio, Kearney Gunsalus, Ph.D., insta también, diciendo:
«Queremos dar a los médicos una opción de tratamiento que podría limitar la necesidad de fármacos antifúngicos.
Si podemos utilizar el aceite de coco como una alternativa segura, dietética, podríamos disminuir la cantidad de medicamentos antifúngicos usados, y reservar los fármacos antifúngicos para situaciones críticas».
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