El eclipse se producirá en la medianoche del 8 al 9 de marzo.
Un eclipse de Sol se da en Luna nueva, cuando la Luna pasa delante del Sol y oculta los rayos solares, entonces la Luna proyecta su sombra sobre la Tierra, ocultando la luz solar y las sombras del inconciente se expanden más libremente.
Como este eclipse se producirá por la noche, es conveniente hacer una meditación o alineación de chakras antes de dormir, o mínimamente estar conciente de los sueños o estados emocionales desordenados que se puedan tener en esa noche.
Si bien la Luna oculta la luz solar, desde una visión espiritual, el Sol está iluminando la cara oculta de la Luna, mostrando las emociones y sentimientos escondidos que antes no se podían ver. Las energías retenidas se liberan por los puntos débiles de cualquier situación y esto puede producir desbordes inesperados o cambios imprevistos.
Atravesamos quiebres impensados que se generan desde un orden cósmico superior, es momento de asumir el timón de nuestras vidas y no dejarse invadir por la desazón, el desconcierto, los miedos, la falta de rumbo claro. Hay que detenerse, revisarnos por dentro, soltar todos los prejuicios mentales, animarnos hacer lo que sentimos de verdad.
Los cambios operan desde dentro de nosotros y emergen en nuestra realidad aunque no le demos permiso. Cada vez más temas ocultos y secretos salen a la luz. La nueva conciencia Solar ilumina todos los rincones de la vida humana.
En este eclipse del eje Piscis – Virgo a 19 °, se involucran más planetas de lo acostumbrado. Puede haber cambios inesperados y sorpresas, ya que Júpiter se encuentra en Virgo en oposición exacta al Sol-Luna y Saturno hace cuadratura a esta oposición.
El eje Piscis –Virgo muestra la necesidad de soltar todo lo viejo que no nos hace feliz y entregarse a experimentar la vida desde el sentir interior. Dejar el control virginiano representado por Júpiter. Dejar de cuestionar desde la mente racional y animarse a comprender cómo se puede vivir confiando en que hay otros caminos más amplios y creativos, donde la intuición y la curiosidad espiritual nos llevan de la mano.
Es un período de transformaciones muy profundas y definitorias, todas las energías irresueltas afloran en la superficie para que las confrontemos y purifiquemos.
Por momentos parece que nuestra vida no tiene rumbo ni sentido, que perdemos el tiempo sin acertar el destino. En la nueva energía no importa si nos ascienden en el trabajo, si logramos el amor de pareja o compramos la casa soñada. Lo que importa es cuánto resuena nuestro ser en la alineación de las frecuencias de luz. Y desde allí está la abundancia y todo lo que queremos como humanos, amor, éxito, seguridades y el nuevo sentido de vida. Muchos no terminan de entender este proceso de dejar lo viejo, porque están en el pensamiento lineal de un mundo finito y convencional que se quedó vacío de contenido.
El aprendizaje es:
– Cómo dejar de ser rígidos e inflexibles.
– Superar la mente racional y avanzar hacia una visión cuántica de la realidad donde cada uno crea su mundo con pensamientos más intuitivo y espirituales.
– Dejar de juzgar al otro desde la pequeñez de la mente humana, todos estamos en evolución y nadie conoce el proyecto de vida del otro.
– Desarrollar más sensibilidad para vivir los sentimientos sutiles y amorosos de la existencia.
– Conectar nuestro yo interior para encontrar sentido a la vida.
Hay un mundo nuevo, más allá del caos que parece reinar sobre la faz de la tierra, pero no se puede acceder a este mundo desde la conciencia racional. La mente analítica y el razonamiento lógico no son las herramientas adecuadas para penetrar en la esfera cósmica.
Cuando dejes de manipular la materia y las personas y empieces a abrir tu corazón para dejar fluir los sentimientos espontáneos del amor universal, comprenderás que formas parte de un gran plan de evolución espiritual y que tu función natural consiste en la conciencia pisciana de servir a todas las formas de vida.
Con las fuerzas del eclipse hay dos posibilidades: seguir viendo las heridas del alma y continuar llorando sobre ellas o tomar la decisión de sanar por nosotros mismos nuestras heridas para ser humanos en totalidad que comprenden los aprendizajes necesarios.
No podemos acceder a las dimensiones más alta del espíritu si nos mantenemos en el trauma emocional y los sistemas de creencias limitados.
Aunque todo parezca patas para arriba, hay un propósito de orden galáctico. Las grandes transformaciones son inevitables, ninguna fuerza humana puede detenerlas. Mejor subir a la ola de cambios y abandonar las aparentes seguridades que ya no nos dan seguridad, para desarrollar la intuición y los nuevos potenciales de empoderamiento.
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ana.maria@aguilaazul.com.ar
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Desde Capilla del Monte
Córdoba – Argentina