Por el Dr. Mercola
Los microorganismos en su tracto gastrointestinal forman una “fábrica” viviente y altamente compleja que desempeña un papel integral en su salud, afectando todo desde su peso corporal y nutrición, hasta las enfermedades crónicas de todo tipo. Es muy susceptible a las toxinas y a una en particular que puede causar daños en su microbioma.
Las bacterias intestinales benéficas son muy susceptibles al glifosato, el ingrediente activo en el Roundup. Los estudios ya han confirmado que el glifosato altera y destruye la flora intestinal benéfica en los animales.
La comunidad de microbios intestinales de cada individuo es única y la base de la flora intestinal de cada persona se forma desde el nacimiento. Un bebé básicamente “hereda” el microbioma de su madre, que es la razón por la que es muy importante optimizar su salud intestinal, antes, durante y después del embarazo.
Si ha tomado antibióticos o pastillas anticonceptivas, consume muchos alimentos procesados o azucarados – incluso si cuando era bebé fue alimentado con mamila – todos estos factores pueden impactar en la composición de las bacterias y microbios en su intestino. Y esto a su vez, puede influir en la salud de su hijo después del nacimiento.
El Microbioma del Bebé Se Siembra al Momento de Nacer
Este es el tema del documental titulado, Microbirth, dirigido por Alex Wakeford y Toni Harman. El documental revela un novedoso y fascinante panorama sobre el nacimiento y cómo los acontecimientos microscópicos pueden tener consecuencias de por vida. El microbioma incluso podría tener un impacto generacional, afectando el ADN que se transmite a futuras generaciones.
Nuevas investigaciones muestran que las bacterias son absolutamente vitales para la salud humana y los desequilibrios en el microbioma humano contribuyen significativamente con las enfermedades crónicas no transmisibles.
Esto no es poca cosa. De acuerdo con Stefan Elbe, director del Centro de Políticas de Salud Globales de la Universidad de Seussex, quién es entrevistado en el documental, se estima que el costo de las enfermedades no transmisibles entre el 2010 y el 2030 alcance los $47 trillones – una suma absolutamente asombrosa.
Muchas de estas enfermedades se ven afectadas directamente por su microbioma, razón por la que es tan importante optimizar la salud intestinal de su bebé desde su primer día de vida. El verano pasado, la directora Toni Harman escribió un artículo sobre su documental en el Huffington Post.1 En ese artículo, ella escribe:
“Suceden dos increíbles acontecimientos durante el parto. Está el evento principal obvio que es el surgimiento de un nuevo ser humano en el mundo.
Pero también hay otro evento no humano que está ocurriendo simultáneamente, un evento crucial que no es visible a simple vista, un evento que podría determinar la salud de toda la vida del bebé. Se trata de la siembra del microbioma del bebé.
Sin embargo, con intervenciones como el uso de la oxitocina sintética (Pitocina/Sintocinona), antibióticos, cesárea y alimentación a base de fórmulas, esta transferencia microbiana de la madre al bebé se ve afectada o anulada por completo”.
El Modo de Nacimiento Influye en el Perfil Microbiano de su Bebé
De hecho, las investigaciones demuestran que el modo de parto afecta el perfil microbiano del bebé. Este es un argumento fuerte para tener un parto natural en lugar de una cesárea, ya que su bebé es “sembrado” con microbios al momento de pasar a través del canal de parto. Un artículo publicado en Science Daily2 informó sobre esa investigación señalando:
“Las comunidades de microbios vaginales cambian durante el embarazo en preparación para el parto, para llenar al recién nacido de microbios benéficos. Al momento del parto, la vagina está llena de un par de especies bacterianas, Lactobacillus y Prevotella.
Por el contrario, los bebés que nacen por cesárea generalmente muestran comunidades microbianas relacionadas con la piel, incluyendo Staphylococcus, Corynebacterium, y Propionibacterium.
Si bien todas las implicaciones de estas diferencias no están del todo claras, la evidencia sugiere que podrían afectar el desarrollo y salud del bebé a futuro, particularmente en términos de susceptibilidad a los patógenos”.
Sembrar el Microbioma del Bebé Debería Formar Parte del Plan de Todos los Partos
Si un niño nace con un microbioma incompleto o desequilibrado, puede tener consecuencias de salud muy significativas, a menos que se corrija. Para empezar, el sistema inmunológico del niño podría verse comprometido y/o no desarrollarse por completo, lo que deja la puerta abierta para el desarrollo de un gran número de problemas de salud crónicos – en ese momento y en un futuro. Dice Harman:
“El descubrimiento del microbioma es un momento emocionante en la historia de la humanidad. La visión que da sobre la existencia de trillones de bacterias que viven en y dentro de nosotros ofrece potencialmente a la comunidad médica una nueva forma de tratar las enfermedades.
Aún más importante, también en primer lugar ofrece la posibilidad de ayudar a prevenir enfermedades. Y todo comienza con el nacimiento…
Incluso si el parto natural no es posible, entonces el contacto inmediato de piel con piel y la lactancia son dos aspectos que deberían fomentarse y utilizarse por los profesionales de salud para ayudar a asegurar que el microbioma del bebé siga siendo sembrado con las propias bacterias de la madre.
Además del obvio regalo de la vida, sembrar el microbioma del bebé es quizá el segundo mejor “regalo” que una madre puede darle a su bebé. Y esa es la razón por la que creo que hoy en día debería formar parte de cada plan de parto”.
Sus Microbios Intestinales Cambian Durante Cada Trimestre para Reforzar el Crecimiento Fetal
La composición de los microbios intestinales de una mujer cambia durante cada trimestre de embarazo en formas que refuerzan el crecimiento del feto. Esto en gran parte influye por los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo.
Curiosamente, la investigación publicada en el 2012 en la revista Cell3 encontró que, durante el embarazo, los microbios en realidad se vuelven menos diversos y el número de bacterias benéficas disminuye mientras que las bacterias relacionadas con las enfermedades aumentan.
Bajo circunstancias normales, tales cambios podrían causar aumento de peso e inflamación, pero en el embarazo, no causan daños – sino que inducen cambios metabólicos que promueven el almacenamiento de energía en los tejidos grasos para que el feto pueda crecer. De acuerdo con los autores:4
“Los resultados sugieren que nuestros cuerpos han coevolucionado con la microbiota y en realidad podrían estarlos utilizando como una herramienta – para ayudar a alterar el metabolismo de la madre para reforzar el crecimiento del feto”.
Sin embargo, la flora intestinal no es el único factor que se ve influenciado por el modo de parto. De acuerdo con una investigación publicada en PLOS One,5 el parto natural desencadena la expresión de la proteína desacomplante mitocondrial 2 (UCP2) en ratones, que es importante para mejorar el desarrollo y función cerebral en la edad adulta.
La expresión de esta proteína se vio afectada en los ratones nacidos por cesárea (sección C). Lo que sucede justo después del nacimiento también puede impactar en la salud de su bebé. Como lo señalo la neurópata Louise Loula:6
“No sólo es necesario el contacto de piel con piel para sembrar a los bebés con bacterias de la piel sino también puede regular y estimular su producción de hormonas que les permite calmarse, para regular los niveles de azúcar en la sangre y su instinto de hambre para posteriormente buscar el pezón de la madre para comenzar la tercera fase de sembrado, la lactancia.
…Un bebé de cesárea, especialmente los que posteriormente son alimentados con fórmulas están potencialmente en riesgo de algunas complicaciones muy graves a largo plazo. Podrían estar recogiendo bacterias de entornos desequilibrados, especialmente en el hospital.
Si la formación inmunológica es incorrecta desde un principio podría o no ser posible de corregir. Ya que puede afectar todos los tejidos desde el desarrollo cerebral y muscular hasta el desarrollo del revestimiento de mucosa”.
Un Microbioma Desequilibrado Puede Afectar la Salud Física y Mental
Los investigadores también están comenzando a entender cómo el microbioma de un niño puede desempeñar un papel muy importante en el autismo. Como lo señaló Scientific Amercian:7
“Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo si la composición de las bacterias en los intestinos, conocida como microbioma intestinal, podría ser anormal en las personas con autismo y causar algunos de estos síntomas. Actualmente, una gran cantidad de estudios nuevos8, 9, refuerzan esta noción y sugieren que restaurar el equilibrio microbiano apropiado podría aliviar algunos de los síntomas conductuales del trastorno”.
De hecho, esto es precisamente lo que concluyó la Dra. Natasha Campbell-McBride cuando creó el Programa Nutricional Síndrome del Intestino y Psicología (GAPS), que fue diseñado para curar el intestino permeable restaurando la integridad de su revestimiento intestinal. De acuerdo con la Dra. Campbell-McBride, en niños con GAPS, la toxicidad fluye de su intestino a través de sus cuerpos y en sus cerebros.
Esto cambia continuamente su sistema nervioso, evitando que realice sus funciones normales y procese información sensorial. Prácticamente cualquier exposición tóxica, incluyendo una vacuna, puede ser “la gota que derrame el vaso” en una situación como esta. El resultado final pueden ser síntomas de autismo y/o cualquier otro tipo de problema neurológico.
Creo que el Programa Nutricional GAPS es importante para la mayoría de las personas, ya que la mayoría de las personas tienden a sufrir de una mala salud intestinal debido a una mala alimentación y exposiciones tóxicas, pero es particularmente crucial para las mujeres embarazadas y niños pequeños.
La Dra. McBride es muy clara diciendo que un microbioma débil transferido al niño durante el parto puede aumentar radicalmente su riesgo de autismo, lo que actualmente afecta a uno de cada 50 niños y se cree que en los próximos 10 años esta cantidad cambiará a uno de cada dos. La lactancia también ayuda a establecer una flora intestinal saludable en su bebé, razón por la que es crucial amamantar a su bebé. Ninguna fórmula infantil tiene ese mismo efecto.
Una vez que su bebé esté listo para los alimentos blandos, puede comenzar a ofrecerle fácilmente muchos probióticos en forma de alimentos fermentados. Esta es una de las formas más poderosas de restaurar la flora intestinal benéfica de su bebé. El primer alimento fermentado que recomienda la Dra. Campbell-McBride para bebés es el yogurt orgánico crudo (no el yogurt comercial del supermercado), porque es bien tolerado por la mayoría de los bebés.
Lo ideal es hacer su propio yogurt con leche cruda orgánica y comenzar con una pequeña cantidad. Una vez que el yogurt sea bien tolerado por su bebé, comience a darle kéfir. Si tiene problemas con los productos lácteos, pude sustituir los vegetales fermentados con cultivo de yogurt o kéfir.
Otro Factor Ignorado pero que Es Sumamente Importante – Vitamina D
Optimizar sus niveles de vitamina D antes o al menos durante el embarazo también es un factor importante para salvaguardar la salud de su bebé, así como la suya. Para empezar, las investigaciones sugieren que sus niveles necesitan estar por encima de 50 ng/ml para protegerse de complicaciones graves en el embarazo como parto prematuro y preclamsia.
Así que por favor, si está embarazada, asegúrese de analizarse sus niveles de 25-hidroxi D. Investigaciones previas realizadas por los doctores Hollis y Wagner también han revelado otras razones para optimizar los niveles de vitamina D durante el embarazo (enlistadas abajo).
Sus hallazgos preliminares se discutieron en la conferencia internacional de la investigación de la vitamina D en el 2009 en Brujas, Bélgica10 e incluyeron el siguiente (el estudio eventualmente se publicó en el 201111). De acuerdo con el Dr. Hollis, “Le estoy diciendo a todas las mujeres embarazadas que trato, que tomen 6,400 UI de vitamina D al día. Creo que es una mala práctica médica por parte de los obstetras no saber cuál es el nivel de vitamina D de sus pacientes. El estudio los puso sobre aviso”.
Las madres que tomaron 4,000 UI (10 veces la dosis diaria recomendada de 400 UI) de vitamina D durante el embarazo redujeron a la mitad su riesgo de parto prematuro. Las mujeres que tomaron las dosis más altas de vitamina D tuvieron una reducción del 25 por ciento en infecciones, particularmente infecciones respiratorias como gripe y resfriados, así como menos infecciones vaginales y en las encías. Disminuyo a la mitad la cantidad de bebés prematuros nacidos de mujeres que tomaban altas dosis de vitamina D en las semanas 32 y 37. Las “morbilidades centrales del embarazo” se redujeron en un 30 por ciento en las mujeres que tomaban altas dosis de vitamina D. (Incluyendo diabetes, presión arterial alta y preeclampsia – un aumento potencialmente mortal en la presión arterial y fluido acompañado de plaquetas bajas). Menos bebés nacieron muy pequeños. Los bebés con las cantidades más altas de vitamina D después del nacimiento tuvieron menos resfriados y eczemas.
Sugerencias Para un Embarazo Saludable y Un Bebé Saludable
Además de las cuestiones de sembrar el microbioma de su bebé y optimizar sus niveles de vitamina D, se podrían escribir libros enteros sobre los peligros de la exposición química durante el embarazo. La investigación demuestra claramente que las exposiciones químicas prenatales, particularmente los disruptores endocrinos como el BPA y ftalatos, puede tener efectos de salud a largo plazo y de gran alcance.
Aunque tal vez no sea capaz de evitar todas las exposiciones toxicas, es importante tomar las medidas proactivas que estén a su alcance para reducir su carga tóxica, especialmente antes y durante el embarazo. Por ejemplo, evitar los medicamentos y vacunas innecesarias es uno de los aspectos sobre los cuales tiene un alto grado de control.
A continuación hay muchos más. En lugar de recopilar una interminable lista de lo que debería evitar, es mucho más fácil enfocarnos en lo que debería hacer para tener un estilo de vida saludable, con la menor exposición tóxica posible. Esto incluye:
- Siempre que le sea posible, compre y consuma frutas, vegetales y alimentos orgánicos para reducir su exposición a sustancias químicas agrícolas como el glifosato. Aléjese de los alimentos procesados pre-empaquetados de todo tipo. De esta forma evitará automáticamente los pesticidas, aditivos artificiales, endulzantes artificiales peligrosos, colorantes alimentarios, MSG e ingredientes transgénicos no etiquetados.
- Mantenga una flora intestinal óptima consumiendo alimentos crudos producidos en suelo orgánico y “vuelva a sembrar” su intestino con alimentos fermentados. (Esto es absolutamente esencial cuando toma antibióticos). Si no está consumiendo alimentos fermentados, probablemente necesite suplementarse con probióticos diariamente, especialmente si está consumiendo alimentos procesados.
- Optimice sus niveles de vitamina D, idealmente a través de la exposición al sol o utilizando una cama de broceado segura con balastos eléctricos (para evitar EMF dañinos).
- Haga ejercicio regularmente durante el embarazo. Estudios previos han demostrado que en general, las mujeres que hacen ejercicio durante el embarazo tienen placentas más largas que las mujeres embarazadas sedentarias. El volumen de su placenta es un marcador de su capacidad para transportar oxígeno y nutrientes a su feto, por lo que es lógico que tener una placenta larga y saludable ayudará a tener un bebé sano.
- Una vez que nazca su bebé, trate de amamantarlo lo más que pueda – idealmente al menos seis meses. Amamantar ayuda a asegurar que la flora intestinal de su hijo se desarrollará apropiadamente desde el principio, ya que la leche materna está cargada con bacterias benéficas y factores de crecimiento que reforzarán su crecimiento. También tiene componentes que inhibirán el crecimiento de bacterias patogénicas y levaduras. Una vez que su bebé esté listo para consumir alimentos sólidos, el primer alimento fermentado que recomienda la Dra. Campbell-McBride para bebés es el yogurt orgánico crudo (no el yogurt comercial del supermercado), porque es bien tolerado por la mayoría de los bebés.
- En lugar de consumir pescado convencional criado en piscifactoría, que generalmente está contaminado con PCBs y mercurio, supleméntese con aceite de kril purificado de alta calidad o consuma pescado de rio y cuya pureza haya sido analizada por un laboratorio. El salmón silvestre de Alaska es uno de los pocos pescados que le recomiendo comer.
- Almacene sus alimentos y bebidas en contenedores de vidrio y no de plástico y evite utilizar plástico para envolver y alimentos enlatados (que generalmente vienen en contenedores que contienen BPA).
- Analice su agua de grifo, si encuentra contaminantes, instale un filtro para agua en todos sus grifos (incluso en el de la ducha o bañera).
- Utilice únicamente productos de limpieza naturales en su hogar.
- Utilice marcas naturales de productos para el baño como champú, pasta de dientes, antitranspirantes y cosméticos. El Grupo de Trabajo Ambiental tiene una excelente base de datos12 que lo ayudarán a encontrar productos para el cuidado personal seguros.
- Evite utilizar aromatizantes artificiales, hojas para secadora, suavizantes de telas o cualquier otra fragancia sintética, ya que generalmente contienen ftalatos, que han sido relacionados con reducciones en el IQ y otros problemas de salud crónicos.
- Remplace sus ollas y sartenes antiadherentes con utensilios de cerámica o vidrio.
- Cuando remodele su casa busque alternativas ecológicas en lugar de pinturas y pisos de vinilo.
- Remplace su cortina para ducha de vinilo con una de tela o instale una puerta de vidrio para ducha. La mayoría de los plásticos flexibles como las cortinas para ducha contiene plastificantes peligrosos como los ftalatos.
- Evite rociar pesticidas alrededor de su casa o repelentes contra insectos que contenga DEET sobre su cuerpo. Existen alternativas seguras, efectivas y naturales.
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