La pregunta que nos planteamos parece fácil: para aparearse y para delimitar su territorio. Pero, ¿por qué el canto de los pájaros va más allá de su funcionalidad? ¿por qué es más complejo de lo necesario? ¿por qué hay tantas similitudes con nuestra música? ¿por qué debe interpretarse sólo de cierta forma?
Los seres humanos y las aves vivimos en un mundo de sonidos y colores. Somos animales que podemos aprender a crear sonido. Actualmente, se ha observado que estos aprendizajes en canarios adultos generan nuevas conexiones neuronales. Éstas podrían ayudarnos a descubrir cómo reparar algunos daños cerebrales.
El sonido es usado en la vida diaria de diferentes especies, en el caso de los cetáceos se producen sonidos para diversas funciones. Por ejemplo, los “canarios de mar” o belugas usan sus vocalizaciones para comunicarse entre ellas y ubicarse en el océano.
A lo largo del programa observaremos a través de las historias de David Rothenberg, filósofo y compositor, invitado de esta semana en Redes, la complejidad del canto de los pájaros a través de la música. ¿Sabían que la especie con el mejor canto tarda 6 años en aprenderlo?
En el plató contaremos con la presencia de Michel André, director del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la UPF y Mara Dierssen, responsable del grupo Programas de Genes y Enfermedad, del Centro de Regulación Genómica.
También contaremos con la presencia de Xavier Serra, Director del Grupo de Investigación en Tecnología Musical (UPF)
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