Las pensiones del País Vasco son las más elevadas de toda España. La prestación media en marzo se eleva a 1.114,79 euros mensuales, frente a la media nacional de 899,29. En ambos casos se trata de las cifras más elevadas de la historia. Su importe ha ascendido en el último año un 2% en el caso de la comunidad autónoma y un 1,9% en el conjunto del país. Los precios han descendido un 0,8% en el mismo periodo.
¿Por qué las pensiones de Euskadi son las más altas?
Porque desde hace décadas cuenta con los salarios más elevados de España. En consecuencia, sus trabajadores (y las empresas que les tienen contratados) pagan más dinero en concepto de cuotas sociales, lo que les da derecho a unas prestaciones más elevadas en el momento de la jubilación.
¿Cuál es la diferencia respecto a otras comunidades autónomas?
Los 1.114,79 euros de media en Euskadi se contraponen con los 750,67 de Extremadura, que cuenta con las prestaciones más bajas del país. Álava es la provincia con las pensiones más cuantiosas: 1.134,93 euros de media. Las más bajas se localizan en Almería: 727,23 euros.
¿A cuánto asciende la nómina de las pensiones en Euskadi?
La Seguridad Social ha abonado en marzo 534.618 prestaciones en el País Vasco. En consecuencia, ha desembolsado 595,98 millones de euros sólo en el presente mes. Hace un año abonaba unas 6.500 pensiones menos en Euskadi (528.158) y su importe era unos 22 euros más bajo (1.092), por lo que pagó 576,74 millones. Es decir, su gasto ha crecido en 19 millones.
¿Qué diferencia de importe existe entre las prestaciones?
Las más numerosas, y las más elevadas, son las de jubilación. En Euskadi hay actualmente 339.068 de ese tipo. Cada uno de sus titulares cobra de media 1.282,96 euros por catorce pagas. Las de viudedad apenas superan los 755, mientras las de incapacidad permanente se elevan a 1.189.
¿Por qué crece el número de pensionistas?
Por el paulatino envejecimiento de la población, que será aún más acentuado en los próximos años por la pirámide democráfica.
¿Y su cuantía?
Porque los pensionistas que se incorporan al sistema, que son más que los que causan baja (por fallecimiento), han generado más derechos que estos últimos al haber percibido salarios más altos y, por tanto, haber generado mayores derechos. Los recortes aplicados por los últimos gobiernos (retraso en la edad de jubilación, ampliación del periodo de cálculo para fijar el importe de la prestación…) han limitado el creciente gasto de la Seguridad Social. Sin embargo, no han evitado ni que siga al alza ni que la denominada ‘hucha de las pensiones’ -el dinero que tiene guardado el Estado para garantizar su pago en coyunturas económicas adversas- se haya reducido a la mitad en la última legislatura. A finales de 2011 superaba los 66.815 millones de euros. Ahora apenas supera los 34.000.
¿Está asegurada la viabilidad del sistema público?
Ese es el objetivo que persiguen las sucesivas reformas aprobadas en los últimos años por los gobiernos del PSOE y del PP. Unas medidas a las que previsiblemente seguirán otras a corto y medio plazo para blindar las pensiones futuras. La aguda recesión que ha azotado España, que se ha traducido en una masiva destrucción de empleo y la bajada de los salarios -y, por tanto, de cotizaciones a la Seguridad Social-, ha puesto a prueba el sistema. A pesar del amenazante horizonte demográfico, estas prestaciones son una prioridad política para un Ejecutivo de cualquier signo político, por lo que su cobro está garantizado en las próximas décadas. Cuestión aparte es que, si no se cambia su financiación y se destina a su pago una parte de los Presupuestos del Estado -que dejará de cubrir otras necesidades o se nutrirá de más impuestos-, su cuantía dentro de unas décadas asegure un nivel de vida como el actual.
¿Euskadi es autosuficiente en materia de pensiones?
No. El sistema encadena sucesivos déficits desde hace una decáda. En 2014 -el último año del que existen cifras oficiales- se disparó a 2.000 millones de euros. Ese es el desfase entre las cotizaciones ingresadas por la Seguridad Social en el País Vasco y la cuantía de las pensiones abonadas en Bizkaia, Álava y Gipuzkoa. El Gobierno vasco apuesta por un sistema de gestión propia, pero las diferencias con la Administración central sobre la interpretación de esta materia en el Estatuto de Gernika han impedido hasta ahora un acuerdo al respecto.
MSN