¿Puede usted imaginar tener una calle o un edificio construido con materiales capaces de transformar los contaminantes del aire en compost? Esto puede sonar extraño, pero ya es una realidad. Gracias a la tecnología fotocatalítica, que, cuando se aplica en suelos y paredes, tiene el poder de transformar los óxidos y dióxidos de nitrógeno (NOx) provenientes de las chimeneas de las fabricas y termoeléctricas, así como los tubos de escape de los autos y otros medios de transporte y convertirlos en abono.
La contaminación del aire es un problema silencioso, pero puede generar consecuencias muy graves. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los contaminantes presentes en el aire causan la muerte de 8 millones de personas al año en todo el mundo.
A medida que este problema crece exponencialmente, se busca la creación de nuevas tecnologías para ayudar a reducir la contaminación, tratando así de reducir al mínimo sus efectos sobre el planeta. Los materiales fotocalíticos se encuentran entre estas prácticas, soluciones eficientes y óptimas para las grandes ciudades que sufren con la contaminación del aire.
En Brasil la empresa Castelatto, comenzó a producir pavimentos y revestimientos utilizando esta tecnología. La compañía, especializada en pisos de concreto y recubrimientos arquitectónicos, creo así un producto funcional que además de servir como estructura y ser bonito permite captar contaminantes y transformarlos en sustancia que pueden ser absorbidas por el suelo y ser usadas como alimento por las plantas.
¿Cómo funciona? Denox2
El funcionamiento del sistema es simple e invisible para el ojo humano, pero con una buena cantidad de estudios y análisis químicos detrás. La reacción tiene lugar dentro de las condiciones climáticas comunes. Con la incidencia de los rayos ultravioleta y la humedad, el dióxido de titanio en el material se utiliza cómo fotocatalizador, transformando el NOx en nitrato.
El agregado de los compuestos fotocatalíticos no influye en el aspecto final del producto, que sigue siendo el mismo que el hormigón tradicional. La diferencia es su nueva función. Mientras la pavimentación ordinaria implica más emisiónes de gases tóxicos, la DENOX es capaz de reducir la contaminación local al 40%. Además, el material ofrece otros beneficios tales como propiedades bactericidas y la degradación de las manchas de origen orgánico.
Este gran influencia positiva sobre la calidad del aire hace que este sistema sea ideal para los más diversos tipos de áreas públicas y privadas con alta concentración de personas y, por tanto, con contaminación. El aeropuerto Malpensa en Italia, y el Hospital Manuel Gea González, en México, son algunas de las áreas de ejemplo construidas con materiales fotocatalíticos para el control de la contaminación.
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