Este lunes, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha visitado el Parque de la Paz de la ciudad japonesa de Hiroshima.
Se trata de la primera vez que un jefe de la diplomacia de Estados Unidos rinde homenaje a las alrededor de 245.000 víctimas que causaron las dos bombas atómicas que lanzó su país en 1945.
Aunque ha tenido un recuerdo para los damnificados y, junto con otros cancilleres del G-7, ha realizado una ofrenda floral al pie del monumento a los damnificados, Kerry ha evitado disculparse por el ataque.
La mayoría de los estadounidenses comparte esta postura y estima que, sin aquella drástica ofensiva, Estados Unidos hubiera sufrido un número de bajas significativamente mayor durante en la Segunda Guerra Mundial, según indica un comentario del rotativo ruso ‘Rossiyskaya Gazeta’.
En julio de 2014 murió a los 92 años Theodore Van Kirk, el último de los 12 tripulantes del avión que lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima, quien nunca se arrepintió de su acción y sigue siendo un héroe nacional para los estadounidenses, indica el periódico.
Tras el final de la contienda bélica mundial, Washington hizo mucho para cambiar la mentalidad de los japoneses… y lo consiguió.
Por su parte, Tokio también trató de borrar estos acontecimientos de la memoria de las generaciones futuras.
Durante muchos años, los estudiantes japoneses conocían los hechos a través de las vivencias de los supervivientes, pero ahora solo se enteran de lo que sucedió a través de los manuales de historia, que culpan parcialmente a su país de la responsabilidad de lo ocurrido por haber comenzado las hostilidades.
Hoy en día, algunos expertos internacionales indican que el movimiento por la paz japonés se ha debilitado tanto que las autoridades del país pueden hablar sobre el hecho de cambiar la Constitución que elaboraron durante la posguerra, que apostilló su renuncia al uso de la fuerza para solucionar conflictos internacionales.
Y Washington alienta tales olvidos de historia, señala el comentario de ‘Rossiyskaya Gazeta’.
http://carlosagaton.blogspot.com.es/2016/04/por-que-kerry-se-ha-negado-pedir-perdon.html
Es sin duda una de las mayores atrocidades de la historia de la humanidad. Si este genocidio lo hubieran realizado los rusos, día si y día también nos lo estarían recordándo continuamente.
La escusa infantil (como todo lo infantil que puede ser la sociedad americana) de que era inevitable dicha acción para evitar muchas mas muertes, es una falacia que trata de disculpar uno de los mayores genocidios sobre niños mujeres y ancianos (en dichas localidades no había cuarteles militares y los hombres útiles estaban desplazados en los frentes de guerra).
Una serie de TV (pocas y en cadenas secundarias) que recuerdan la tragedia, se describe la historia de tres niños que quedaron aislados en una casa, al tercer día se abrió la puerta y entro una sombra chamuscada, arrastrándose por el suelo para finalmente morir, al principio creían que era un perro, mirando bien reconocieron dentro de esa figura horrorosa la fisonomía de su madre.
A los “bondadosos” americanos nos les basto la primera detonación, (podrían haberse parado y amenazar con la segunda deflagración si no se rendían) tuvieron que lanzar la segunda, y después filmar el grado de destrucción de su invento desde el aire.
En el poco material “oficial” que existe recordando el genocidio ( España es una colonia del imperio americano) se explica que los japoneses antes de las bombas estaban desesperados, sabían que la derrota era inminente y habían enviado a varios comisarios para lograr una rendición lo mas honrosa posible, ante ello el “Imperio” se dio prisa con el fin de probar su invento, no fuera que llegaran tarde.
Se veía, una vez consumada la barbarie, al presidente Truman brindando con champán por el éxito y estrechando manos y riendo feliz y exuberante. Yo le hubiera mostrado en aquel momento varios niños en varias fases de quemado o calcinado, para que comprendiera bien la causa por lo que estaba brindando y riendo jocoso y exuberante.
El Imperio tenia un invento y había que probarlo, SI o SI, no importaban niños ni mujeres, ni ancianos ni sufrimientos, ni heridos para toda la vida, la excusa era la perfecta y la ocasión única.
El libro negro de la humanidad. Crónicas de las 100 peores atrocidades de la historia.
Matthew White se ha hecho mundialmente famoso por su esfuerzo en identificar las peores matanzas de la historia y, lo que es más importante, por cuantificarlas: por establecer, utilizando toda la información posible, el número de las víctimas de cada uno de los acontecimientos que estudia, desde la Segunda guerra persa y las campañas de Alejandro Magno, hasta los genocidios de Ruanda y del Congo. Como dice Steven Pinker, profesor de la Universidad de Harvard: establecer los números de los muertos en cada una de las guerras y las matanzas es ?un atroz pero crucial ejercicio, necesario para contestar preguntas como: ¿Ha sido realmente el siglo XX el más violento de la historia? ¿Cuál ha sido la causa de los mayores sufrimientos humanos: las religiones, los tiranos, el capitalismo, el comunismo, la lucha por los recursos o por el territorio? Sin alguna idea acerca de los números de las víctimas, que los historiadores no nos han dado hasta ahora, no podemos ni siquiera comenzar a contestar estas preguntas?.