La gente fuera de la comunidad de salud alternativa se confunden a menudo por la falta de autismo en los Amish. Los amish no experimentan el autismo, o cualquiera de los otros problemas de aprendizaje que afectan a nuestra sociedad tecnológica. Los amish viven en una sociedad que se compone de las tecnologías e ideales obsoletos, para los estándares actuales. Su dieta consiste en comer productos orgánicos, frescos, cultivados localmente, y por supuesto, que no siguen las rutinas de vacunación establecidos. Para consternación de los principales medios de comunicación y el establecimiento médico, esto ha dado lugar a una población más sana, que son nulas de todas nuestras enfermedades crónicas. Las enfermedades del corazón, cáncer y diabetes son prácticamente inexistentes en los pueblos de Amish. Igualmente inexistentes son modernos medicamentos de síntesis química, ingeniería química mejorada (de ingeniería) a alimentos, OMG alimentos, y por supuesto, las vacunas. ¿Cómo es que los que están sin los «milagros» de la medicina ortodoxa moderna son más saludables? La verdad acerca de la salud, la medicina, y cómo ambos se relacionan con los amish se está convirtiendo en una vergüenza para algunos más poderosos.
Ha habido 3 (sí tres) casos comprobados de autismo en los Amish, y al menos dos de esos niños fueron vacunados. No se dispone de información para el tercero. La fuerte correlación entre las vacunas y el autismo es absolutamente innegable, a menos que usted trabaja para la comunidad médica, el gobierno o los grandes medios. Los defensores de la afirmación del statu quo que los Amish, obviamente, tienen un gen muy especial que los hace inmunes al autismo. Ellos patéticamente tratan de racionalizar que el autismo es algún tipo de falla genética (es decir, la culpa de Dios), que ataca el cerebro basado en la afiliación religiosa. Estamos tentativamente esperando un espacio teoría alienígena siguiente, en una línea similar a la teoría de los extranjeros utilizado para atacar a aquellos que creen en un Creador. Esto es verdaderamente F.D.A. y A.M.A. la ciencia en toda su gloria resplandeciente. Proponentes vacunas están dispuestos a abrazar una explicación ridícula, siempre y cuando no tienen que aceptar que todo el sector de las vacunas está provocando una enfermedad crónica, dejando el autismo de 1 de cada 100 niños ahora.
Cuando los amish se dejan simplemente solo, a vivir libres de toxinas químicas que se encuentran en nuestras medicinas y alimentos, no se ven afectadas con enfermedades, discapacidades de aprendizaje o autismo. Son categóricamente más inteligente, con la excepción de avanzada (nivel universitario) habilidades de escritura, lo cual es explicable por el hecho de que el Inglés no es su lengua materna. Podría ser las mismas Amish ‘súper’ genes en el trabajo otra vez? La sociedad podría aprender mucho de su ejemplo, si tan solo dejar de envenenamiento nosotros mismos y nuestros hijos de forma rutinaria.