Insólita e incomprensible para cualquier mente sana la noticia con la que amanecíamos hoy en Madrid. Un Guardia Civil ha resuelto una discusión de tráfico con cinco disparos, cuatro de ellos en la cabeza, que han acabado con la vida de un hombre de origen marroquí y 39 años de edad. Los hechos ocurrieron en el kilómetro 67 de la autovía A-3 que une Madrid y Valencia a primera hora de la mañana, concretamente a las 7:30 horas.

Según la línea de investigación que sigue la agencia EFE, el agente, que responde a las iniciales A.L.V., se habría bajado de su BMW tras una discusión motivada por un accidente de tráfico para dirigirse directamente hacia el conductor de un Opel Zafira con el que habría discutido. El resultado, un impactante e inesperado asesinato y la posterior detención de su ejecutor.

Las primeras pesquisas apuntan a que el guardia civil estaría destinado en Quintanar de la Orden (Toledo) y se encontraba de baja por enfermedad común (no psicológica, pues le habrían retirado el arma) desde hacía seis días. Al parecer, habría dado positivo en cannabis y alega defensa propia. El fallecido, de origen marroquí y 39 años de edad, residía en la localidad toledana de Illescas.