a Biblia, en nuestra sociedad Judeo-Cristiana, es conocida como la guía principal para muchas personas, resulta interesante ver como muchos cristianos toman literalmente las referencias a los actos homosexuales, mientras que interpretan otros textos con una gran flexibilidad.
Hace algun tiempo escuche a una mujer, nacionalmente conocida, que en su campana hablaba en contra de la homosexualidad. Ella se paso una hora aproximadamente hablando del libro de Levíticos
y seguramente los que la escuchaban aceptaron mucho de lo que ella decía, sin embargo, ella misma había roto muchas reglas del libro del Levíticos o de la Biblia, pues a las mujeres no se les permitía que hablaran en la iglesia, ni que enseñaran a los hombres, ni que llevaran vestidos hechos de algodón o de poliéster, y otras leyes que se encuentran en el Levíticos y de las cuales seguramente ella no era consciente en lo absoluto.
¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad? Realmente, muy poco. Jesús no dijo nada, que es lo más significativo. Nos llama la atención las pocas veces que la Biblia toca esta problemática, mientras que a otros temas como (Ej. juicios, orgullo, hipocresía) sobre lo cual si hablan mucho las escrituras, reciben una atención mucho menor y menos apasionada, a todo esto debemos preguntarnos el por que, para poder obtener un juicio equilibrado.
Antes de adentrarnos en el tema, observemos como cada persona entiende las escrituras a través de la luz de lo que se le ha enseñado.
Primeramente debemos conocer que la Biblia no fue escrita en un vacío cultural sino en una cultura y un pueblo determinado, y muchas de sus instrucciones y leyes (Ej. prohibición de comer el cerdo) hoy las clasificamos simplemente como menos relevantes o importantes.
En ninguna parte de la Biblia está la idea de condenar a las personas que son homosexuales. Estas declaraciones, sin excepción, se dirigen a ciertos actos homosexuales. Los escritores bíblicos no tenían ninguna comprensión de la homosexualidad como orientación psico-sexual. Esta verdad es un descubrimiento relativamente reciente. Los autores bíblicos se referían a los actos homosexuales realizados por personas heterosexuales que asumían esta postura con relación al sexo.
La Historia de Sodoma
El texto de la historia de Sodoma es el principal para que muchos lo utilicen para condenar la homosexualidad. Esta historia se ha interpretado a menudo como el aborrecimiento de Dios hacia la homosexualidad.
Según el texto bíblico, dos ángeles en forma de hombres fueron enviados a Sodoma y Lot los invito a su hogar. Mientras que estaban allí los angles, todos los hombres de la ciudad, «desde el mas joven hasta el mas viejo, rodearon la casa — » y exigían que sacaran a los visitantes, gritando, «Donde están los hombres que vinieron a tu casa esta noche? Sácalos! Queremos acostarnos con ellos» (Génesis 19, v 5). Lot salio y pidió a los hombres que dejaran a sus huéspedes y tomaran a sus hijas que aun no conocían ningún hombre. Los hombres de la ciudad se enojaron y decidieron tumbar la puerta, pero los visitantes de Lot alargaron la mano y lo metieron dentro de la casa.
Hay varios problemas con la interpretación tradicional de este pasaje. Lo que el escritor bíblico quiere resaltar no es el hecho de la homosexualidad sino la inhospitalidad y la injusticia de sus habitantes, lo cual esta considerado como el pecado de Sodoma
Jesús mismo se refiere a la inhospitalidad de Sodoma. ¿Si los hombres eran homosexuales, por qué Lot les ofrecería a sus hijas? Lo que se resalta aquí es la amenaza de violación. El punto significativo entonces es que toda violación es considerada como un acto horrible por Dios. La historia merece otra lectura por todos nosotros.
Debe de observarse que todos los hombres de Sodoma no podían ser homosexuales, pues no habría necesidad de destruirlos, ya que una comunidad donde no se procree esta destinada a morir sin herederos. Posiblemente era un grupo de hombres malvados que trataban de abusar de personas que eran diferentes, y es irónico, que la gente lesbiana y gay cargue con la culpa o sea la victima de este pecado
Aunque la interpretación tradicional de la historia de Sodoma falla como discusión contra la homosexualidad, hay varios pasajes del Antiguo Testamento que condenan actos homosexuales. Una vez más debe de observarse que estos pasajes bíblicos no se ocupan de la orientación sexual hacia personas del mismo sexo, ni hay ninguna referencia a las lesbianas o a los gay.
Los Actos Homosexuales
En el Antiguo Testamento existen dos referencias a los actos homosexuales los cuales se encuentran en Levíticos 18:22 y Levíticos 20:13. Pero estos pasajes bíblicos son una parte del código de los Levíticos, que no es guardado por los grupos cristianos. Si fuera obligatorio cumplir este código, todo cristiano estaría excomulgado o seria ejecutado.
Se ha discutido lógicamente que la ciencia y el progreso han hecho que muchas de las leyes de Levíticos sean inaplicables para nosotros en el día de hoy. Por ejemplo, Tim LaHaye indica que, aunque las leyes de Levítico prohíben la relación sexual durante la menstruación, actualmente las autoridades médicas no opininan que la misma sea perjudicial y, por lo tanto, no es visto como pecaminoso.
Él explica más adelante, que esas leyes fueron dadas hace 3.500 años antes de que existieran las duchas y los baños, antes de los tapones, los desinfectantes, y otros medios que han sido inventados para mejorar la higiene femenina.
Con esto, LaHaye nos hace ver esta ley como inaplicable para nuestro tiempo actual. Es irónico que, en su libro, “El gay infeliz”, las leyes del Levítico sea una de las principales piedras angulares, en las cuales se apoya.
Muchas leyes del código de su Santidad actualmente son inaplicables ahora para nosotros como ley moral.
Otra de las costumbres a considerar era que en aquellos tiempos, tener niños era de importancia excepcional para los hebreos en edades tempranas, ahora para el hombre actual es menos relevante por la superpoblación.
La Biblia nunca trata de la relacion del amor homosexual, pero si tiene varios pasajes del amor entre personas del mismo-sexo. El amor de David por Jonatan, cuando expresa sus sentimientos al enterarse de la muerte de su amigo Jonatan:
…“ Angustiado estoy por ti, Jonatan, hermano mío !
Con cuanta dulzura me trataste!
Para mi tu cariño supero
al amor de las mujeres”… 2 Sam. 1, 26
Otro ejemplo es la relación de Ruth con Noemí, donde se manifiesta un amor profundo, un amor que enlaza. Como podemos apreciar la Biblia valora el amor entre las personas del mismo sexo.
Las Actitudes de Jesus
Observemos también la actitud de Jesús en el contexto del Nuevo Testamento, donde no se encuentra ningún pasaje donde diga alguna cosa en relación a la homosexualidad. De manera que el amor entre personas del mismo sexo no debe ser visto como una amenaza al cristianismo, a la vida de familia, ni al estilo de vida americano, que hizo que creyéramos que la homosexualidad era una amenaza. Jesús vio la injusticia e hipocresía religiosa como una amenaza mayor para el Reino de Dios.
El sacerdote episcopal, Dr. Tom Horner ha comentado dos lugares en el Evangelio donde la actitud de Jesús hacia las lesbianas y los gay no fue hostil. El primero se encuentra en la historia donde Jesús cura al criado del Centurión. La palabra usada para el criado es «pais» la cual en la cultura griega se refiere a un amante más joven de un hombre mayor o más educado. La historia demuestra claramente un amor inusualmente intenso, y la respuesta de Jesús fue totalmente positiva. Mt 8, 5
Otro pasaje interesante por la actitud asumida por Jesús es en relación a los llamados eunucos.
Jesús les contesto:
“-No todos pueden comprender esto,
sino únicamente aquellos a quienes Dios
les ha dado que los comprendan. Hay
diferentes razones que impiden a los hom_
bres casarse: unos ya nacen incapacitados
para el matrimonio, a otros los incapacitan
los hombres, y otros viven como incapacitados por
causa del reino de Dios. El que pueda aceptar esto
que lo acepte”.
Mt 19. 11, 12
Las observaciones de Jesús sobre celibato y la castración están claras, aunque hay que considerar que un niño masculino que nace sin los testículos es un defecto de nacimiento bastante raro. Es solamente en nuestros días que el instituto de Kinsey ha demostrado que la orientación sexual está determinada probablemente antes del nacimiento. Podríamos pensar que es a estos a los que Jesús se refiere cuando dice que “son eunucos al nacer” , o sea, a la gente que hoy llamamos lesbianas o gay.
La actitud de Jesús hacia los eunucos se diferenció grandemente de los fariseos fundamentalistas de su época. A estos eunucos que fueron excluidos del servicio de adoración y de participar en la comunidad de la fe, vemos que en el libro del profeta Isaías se encuentra una maravillosa profecía :
Porque el Señor dice:
“Si los eunucos respetan mis días de
reposo,
y si cumplen mi voluntad
y se mantienen firmes en mi pacto,
yo les daré algo mejor que hijos e
hijas;
Les concederé que su nombre quede
grabado para siempre
en mi templo, dentro de mis muros;
les daré un nombre eterno,
que nunca será borrado.
Y a los extranjeros que se entreguen
a mi,
para servirme y amarme,
para ser mis siervos,
si respetan el día del reposo y no lo
profanan
y se mantienen firmes en mi pacto,
yo los traeré a mi monte sagrado
y los haré felices en mi casa de
oración.
Yo aceptare en mi altar sus
holocaustos y sacrificios,
porque mi casa será declarada
casa de oración para todos los
pueblos.
Yo haré que vuelvan y se reúnan
Los que están en el destierro.”
… Isaías 56:4-8
Como podemos ver, en la persona de Jesús se manifiesta ese acercamiento compasivo hacia los eunucos, y esto también se manifiesta cuando en el pasaje anteriormente citado el profeta Isaías dice “les daré un nombre eterno, que nunca será borrado”.
Como podemos ver Jesús se refiere a estas tres clases diferentes de ser eunucos, los célibes, los castrados para servir como esclavos, de modo que no pudieran engendrar hijos, y a los que eran eunucos desde su nacimiento u homosexuales.
Era usual que en aquella época las casas reales y ricas utilizaran a esclavos castrados para trabajar y cuidar a las concubinas. Sin embargo al asignar a esclavos a los miembros femeninos de la familia real los elegirían esclavos homosexuales, esto disipaba las dudas o preocupación sobre los embarazos indeseados y las violaciones.
Las Referencias a Pablo
Es contra este fondo que debemos leer la historia encontrada en Hechos 8:26-40. En este pasaje el Espíritu Santo envía a Felipe para dar testimonio del señor Jesús y para bautizar a un eunuco etíope.
Como podemos observar uno de los primeros convertidos al cristianismo era una persona excluida por razones sexuales de la comunidad del Antiguo Testamento.
La declaración de Pablo que aparece en Romanos 1:18-32 es la que se ha tomado como el rechazo más fuerte en el Nuevo Testamento sobre la homosexualidad. Es necesario aclarar que el se refiere acerca de la influencia de la cultura pagana en los primeros cristianos romanos. Después de dar una descripción detallada de un mundo donde se adoraban falsos ídolos, el continua diciendo:
“Por eso Dios los ha abandonado a los impuros deseos que hay en ellos, y han cometido unos con otros acciones vergonzosas. Incluso sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las artificiales. De la misma manera los hombres también abandonaron relaciones naturales con las mujeres y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometieron acciones vergonzosas, y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión.»
A lo que Pablo se refería en este pasaje era a la prostitución homosexual que se realizaba en los templos paganos, la cual fue realizada por varios tipos de cultos (es bueno señalar que algunos cultos utilizaron la prostitución heterosexual). Una vez más Pablo no se está refiriendo al amor entre personas del mismo-sexo, y además él no tiene claramente ningún concepto de las personas para quienes esta forma de vida es «natural.»
La otra referencia similar de Pablo sobre los actos homosexuales es la de 1 Timoteo 1:8-11. Este pasaje bíblico contiene una lista de las personas que serán excluidas del Reino de Dios. La interpretación de este pasaje depende de dos palabras griegas que han presentado siempre un problema para los traductores. En la versión Rey James Versión, son «effeminate» traducido; y «abusadores de si mismo con el genero humano.» En la versión estándar revisada, fueron combinados y los homosexuales perjudicados; sin embargo, éstas no son las palabras griegas para el homosexual, de modo que las traducciones no reflejan una sabia traducción. La nueva versión internacional ilustra la diferencia en estas dos palabras traduciéndolas prostitute» del «varón; y «criminal «homosexual;. La Biblia de Jerusalén utiliza los «catamites y el «sodomites» de los términos; los Catamites era la juventud guardada especialmente para el propósito sexual; para lo cual se pagaban grandes sumas de dinero. Ninguno de los dos pasajes se refieren a personas que aman a otras del mismo sexo.
El Amor de Jesus
Las palabras y actitudes de Cristo Jesús plantean una nueva perspectiva, el tiene otras ideas sobre las costumbres y nuevos conceptos sociales. Él elevó la posición de las mujeres, y eran en última instancia sus discípulos mejores y más fieles. Él hizo esto impulsado por los mandamientos que eran absolutamente inclusivos, por lo que también había que tener presente los derechos de todas las personas.
Todavía hoy, en el nombre de Cristo, cuyo amor abarcó a todos, la iglesia ha sido la más homofóbica de todas las instituciones. Esto no debe sorprendernos cuando analizamos que la iglesia sigue siendo la institución más grande y poderosa la cual se da el lujo de segregar, como se hacia con la segregación racial.
El mensaje final y central del Nuevo Testamento es que TODAS LAS PERSONAS SON AMADAS POR DIOS, sin excepciones, pues “tan grande es su amor que envió a su hijo amado como medio de rescate”, para darnos la vida eterna.
Debemos señalar que ni la homosexualidad ni la heterosexualidad son redentoras, pero si debemos aclarar que el amor de Dios a través de Cristo fue dado para todas las personas sin excepción.
Una Reflexion Teologica
La reflexión teológica para el cristiano homosexual de hoy día, no debe ser entendida como una enfermedad que nos aísle de nuestra relación con Dios, de las demás personas y de nosotros mismos. Por lo tanto, debemos tener siempre muy presente que fue Jesús el que nos dio el mandamiento supremo que es “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a mi mismo”.
N o queremos decir que el cristianismo es una religión con nuevas reglas y leyes, sino que es una forma nueva de plantearnos nuestra relación con Dios. Esas cosas que los legalistas están encariñados como «leyes» etiquetadas; son real y justamente los síntomas de una enfermedad mucho más profunda para la enajenación y la separación. La Iglesia ha empleado mucha energía en ocuparse de los síntomas, pero deja la enfermedad.
En cambio, Jesús no trataba excesivamente las transgresiones legales de las personas con las que el se relaciono; el fue mucho mas dado a curar y sanar la parte física, espiritual y emocional de las personas.
Quizás si la Iglesia se diera otra vez al ministerio de sanacion y reconciliación de Jesús, estos síntomas que estamos aquí tratando comenzarían a desaparecer.
Todo esto hace que nos preguntemos: ¿Es la homosexualidad un síntoma de la separación con Dios? Quizás, pueda ser en algunos casos. Aunque señalar con el dedo al culpable y acusarlo no es la mejor forma cristiana.
Algo mas, debemos de tener en cuenta que Jesús acepto a las mujeres y que fue a una mujer, y además prostituta, a quien primero se le revela la gran noticia de la Resurrección y su anuncio.
Cuando le preguntamos a una lesbiana o a un gay desde cuando se sienten deseo, la mayoría responderá que desde que tiene uso de razón, y es que para nosotros esto es una característica natural como el color del pelo, de los ojos o el uso de las manos.
La investigación del instituto de Kinsey ha sugerido que la homosexualidad puede estar vinculada a condiciones genéticas, o también podría estar ligado a factores prenatales, aunque menos posible. La mayoría de los psicólogos mas reconocidos, coinciden en que la orientación sexual está fijada ya antes de la edad de cinco anos en la mayoría de las personas.
Por lo tanto, como no es una cuestión de opción, no podemos hacer de esto reglas morales o éticas.
Muchos cristianos insisten en que Dios les cambie o les cure de ser homosexual; en el libro “El tercer sexo” podemos ver el testimonio de seis gay que dicen haber sido curados por Dios, pero de estos seis se conoce que cuatro de ellos han vuelto a su estilo de vida homosexual. Muchas lesbianas y gay pasan la mayoría de sus vidas intentando persuadir a Dios de que les cambie su modo de sentir, que seria como pedir que te cambien el color de los ojos.
¿Qué opción entonces se deja a estas personas? Pues la Iglesia les ha dicho que no pueden tener relaciones sexuales , que deben abstenerse, para poder ser cristianos, de manera que los condenan a una hoguera interna y la otra opción es que no sean cristianos. La Iglesia ha desechado por lo menos al 10% de la población. De manera que si se excluyen a estas personas de la comunidad de la Iglesia que se les dirá entonces o como se le hará conocer que el amor de Dios y de Jesús no excluye a nadie, que es un amor inclusivista, para todos sin excepción? Una visión de esta forma es algo estrecho de la concepción que se tiene de Dios. Como se van a excluir a personas que no pudieron hacer una opción en cuanto a su pulsión sexual. Cuando la Iglesia será finalmente valiente para decir como Pablo “En Cristo no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer”, ni homosexual ni heterosexual. ¡Dios tiene bastante amor para todos!
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