Recuerdo como si fuera hoy, la desesperación del pueblo libio por mostrar al mundo exterior y que llegara a Naciones Unidas que ellos no estaban en contra de su Gobierno de la Jamahiriyah y que no era cierto lo que se estaba diciendo sobre Libia y los libios.
Leonor Massanet Arbona
Mariátegui
Sin embargo Naciones Unidas y todas las organizaciones como Human Right, UNESCO, Leyes Internacionales etc.
Todas estuvieron de acuerdo en creer las mentiras que ya había sido demostrado que no eran ciertas, y enviar a Libia el ejército más grande del mundo, OTAN, a destruir el país y provocar un golpe de estado.
Los libios, y no solo el gobierno de la Jamahiriyah, intentaban que se les escuchara en el mundo entero, me consta directamente que era el pueblo desesperado que quería que se les oyera, para detener aquella locura de Naciones Unidas (EEUU).
En su desesperación fabricaron una bandera verde de 6 km de larga y todo el mundo salió a la calle a manifestarse.
Recuerdo incluso a ancianas que ya no salían de sus casas y sin embargo hicieron el esfuerzo de asistir a las manifestaciones.
Nunca había visto una unión y desesperación tal en todas las ciudades, pueblos y aldeas de Libia, buscando ser escuchados.
Sin embargo los grandes medios de comunicación jamás explicaron esta verdad.
Cuando se lo intentaba contar a alguien, la respuesta era siempre la misma: «Será cosa de Gadafi». Porque la consigna de los medios era muy clara: NUNCA PUBLICAR LA VERDAD DE LIBIA
Si el mundo hubiera sabido la desesperación de los libios apoyando la Jamahiriyah y en contra de la OTAN entonces Naciones Unidas se hubiera visto obligada a replantearse la agresión de la OTAN a Libia con la débil excusa de «salvar al pueblo libio».
¿Alguien puede imaginar que se puede ayudar o defender a un pueblo destruyéndolo completamente a bombazos, asediándolo, introduciendo terroristas, dando un golpe de estado y robándole todas sus riquezas.
Nunca podemos olvidar la fuerza de los grandes medios sobre la memoria histórica de los hechos, guerras, política etc. y la gran influencia que tienen sobre el pensamiento, modas, valores, política,…
Por esto las élites económicas actuales controlan las agencias de noticias más importantes.
Recuerdo las palabras de un estudiante libio de la Universidad de Trípoli, decía que él sí había deseado una revolución, si había deseado muchos cambios en su país, pero no de esta manera, no matando, no violando, no robando, no destruyendo y creando el caos.
Decía que veía muchas cosas a mejorar y deseaba manifestarse, estudiar y formar parte de las personas que cambiaban el país.
¿Cómo puede querer un libio destruir su propio país y matar a sus propios hermanos?. Imposible.
http://carlosagaton.blogspot.com.es/2016/05/libia-por-que-nadie-recuerda-la-verdad.html