Terapia en los bosques o un baño de naturaleza. Los japoneses lo han acuñado como Shinrin-Yoku que significa caminar por la naturaleza con los cinco sentidos, algo que nos vuelve más saludables, felices y creativos. Japón acuñó otro término: Karoshi para designar las muertes por exceso de trabajo en un país donde la competitividad y los suicidios, tienen índices muy elevados. Quizá por eso han comenzado a mirar con otros ojos a sus bosques que ocupan más de la mitad del territorio, deseando recuperar la paz y el equilibrio que tiempo atrás han tenido.
El nuevo vocablo Shinrin-Yoku aceptado por el gobierno japonés, tiene su origen en las enseñanzas de un anciano budista que promulgaba dejar que la naturaleza penetrara en nosotros a través de la consciencia y por los cinco sentidos. Se trata de dar paseos por un entorno natural y poniendo la atención en los aromas de las plantas, el sonido del viento y el canto de los pájaros, observar la gama de colores y texturas que nos ofrece ese entorno. Él practicaba este arte cada día mientras bebía una taza de té verde para que de esta forma, el sentido del gusto también estuviera presente. Aconsejan hacerlo en silencio.
Estar presente, tú y la naturaleza, nada más, estar centrados y presentes en el intercambio tan agradable que existe entre nuestro ser y la naturaleza al completo. Japón ha estimado que en menos de 10 años, podrá contar con más de 100 bosques dedicados especialmente a esta terapia natural para que todos aquellos que quieran, comiencen a practicar Shinrin-Yoku, la terapia de la naturaleza. Muchas empresas ya dan un tiempo libre a sus empleados para que practiquen esta terapia preventiva. Más de 5 millones acuden a sesiones de “terapia en el bosque” entre algunos de los 48 centros oficiales que ya existen, designados por la Agencia Forestal.
La sesión de terapia dura dos horas, un paseo relajante por el bosque con ejercicios de respiración dirigidos por monitores. Antes de comenzar y al terminar, se les mide la presión arterial y otras variables para poder comprobar la eficacia de la terapia. Otros países como Finlandia también están llevando a cabo estudios sobre el impacto benéfico que tiene un paseo por la naturaleza para nuestra salud física y mental. Tan solo media hora en un bosque, nos relaja, baja las pulsaciones, normaliza la tensión arterial, oxigena el organismo, despeja la mente, mejora la calidad de las horas de sueño, libera toxinas y refuerza el sistema inmunológico.
El ser humano ha estado la mayor parte de su evolución en contacto con la naturaleza, ese es el entorno original por excelencia y que se ha ido perdiendo. En un ambiente natural es donde más a gusto nos sentimos, es donde experimentamos un mayor bienestar. Hay estudios científicos que demuestran que, las personas que viven en entornos naturales o que pasean por bosques de forma frecuente, presentan un descenso de cortisol superior al 12%, su presión sanguínea baja entre un 2% y el riesgo de infartos es un 8% menor que en el resto de personas. Se vuelven más creativas, optimistas, felices y sin ansiedad.
Interactuar con la naturaleza disminuye la actividad del cortex prefrontal que es donde residen las funciones cognitivas y la actividad cerebral se desplaza a otras zonas del cerebro relacionadas con lo emocional, la empatía, el placer y la creatividad. Una terapia natural altamente gratificante donde se puede aumentar significativamente el bienestar general y también la concentración ya que, unas células presentes en los glóbulos blancos se regeneran para hacer frente a posibles infecciones o ataques al sistema inmune.
Se ha demostrado que parte de la efectividad de esta terapia en los bosques, se debe a un compuesto volátil que emiten los árboles y que es beneficioso para el sistema inmunitario. Se trata de compuestos como el pineno, cidrol o isoprenos, algunos de ellos usados en medicina holística. Pero si vives en la ciudad y no hay bosques cerca, siempre puedes hacer un paseo consciente con los cinco sentidos o la terapia de los bosques por algún parque. Contemplar la belleza de un árbol, escuchar el canto de los pájaros, oler el perfume de una flor, descubrir el color cambiante de las hojas y flores y saborear un poco de té verde, es una de las mejores terapias que nos ofrece la naturaleza. Una terapia natural, completa y que nos devuelve a nuestro estado de bienestar.
Semillas Solares.
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