Si antes de nacer estamos en manos del ginecólogo y después del pediatra ¿por qué al llegar a la senectud se limita el acceso al geriatra, el especialista de los mayores?
Los ancianos no son adultos mayores, ni bebés y cuando se les trata como lo que no son, se perjudica su salud y su calidad de vida.
Los geriatras son los especialistas de las personas mayores y lo que pretenden es contribuir a que este sector de la población viva de forma autónoma e independiente más años y con más calidad de vida.
En el mundo médico y académico no se discute el papel del geriatra como el especialista del mayor. Un anciano atendido en un entorno adecuado y especializado, ajustado a sus necesidades, alcanza mejores resultados de salud.
El Sistema Nacional de Salud tiene unas estructuras sanitarias que no están adaptadas a las necesidades y características de la población mayor a pesar de que son los principales consumidores de las mismas. Muchos de los mayores son mal diagnosticados por los médicos de atención primaria u otros especialistas y acaban cansados de tanta sala de espera.
España será a mitad del siglo XXI el país más envejecido del mundo. Según el Instituto Nacional de Estadística, a 1 de enero de 2016, el 19,9 % de la población española es mayor de 65 años. Sin embargo, el número de los especialistas en geriatría no es el suficiente: apenas 1.100 en una población de mayores que pasa de 8 millones. Se presenta, además, un gran desequilibrio entre las distintas comunidades autónomas.
La SEMEG (Sociedad Española de Medicina Geriátrica) es una de las entidades que lleva luchando años para garantizar a nuestros mayores la mejor atención sanitaria posible. A finales del 2011, puso en marcha la campaña «Salva un viejo” para hacer una llamada de atención a las instituciones y colectivos sociales, a las administraciones sanitarias y a la sociedad en su conjunto sobre la necesidad de la mejorar la atención sanitaria a los mayores e impulsar la creación de una red de servicios de geriatría en el Sistema Sanitario de Salud. Dicha campaña incluía un cortometraje que protagonizó el actor Juan Antonio Quintana en el que se muestra «la cruda realidad» de muchos mayores que se sienten solos y resignados ante la llegada de la vejez, que se convierte para muchos en un peregrinar por consultas médicas, de las que salen con poca ilusión de mejora.
Si no reconocemos el valor del geriatra como el especialista del mayor…
Si no adaptamos las estructuras sanitarias a las necesidades de los mayores…
Si no nos centramos en prevenir la dependencia…
Si no ayudamos a nuestros ancianos a vivir con mayor independencia y mejor calidad de vida…
Les estamos negando el derecho a recibir la mejor asistencia sanitaria posible.
http://siyocambiotodocambia.blogspot.com.es/2016/05/dignificar-el-envejecimiento.html