La exposición prenatal al bisfenol A (BPA), un producto químico común usado en botellas de plástico de agua y alimentos enlatados, se asocia con propensión a la obesidad en niños de 7 años, según los investigadores del Centro de Columbia para Salud Ambiental de los Niños (CCCEH).

Los investigadores muestran en un estudio del que se hace eco ‘Science Daily‘ las asociaciones entre la exposición prenatal a BPA –94% de las mujeres estudiadas tenían el producto químico en la orina– y las mediciones de grasa corporal en los niños en edad escolar. En investigaciones anteriores, el BPA se ha relacionado con varios resultados relacionados con la salud, como el asma, la ansiedad y la depresión, la pubertad precoz en las niñas, y la diabetes, la obesidad y las enfermedades del corazón en adultos.

«Este estudio proporciona pruebas de que la exposición prenatal al BPA puede contribuir al desarrollo de la obesidad, como se determina por medidas de grasa corporal en niños en comparación con el indicador tradicional de índice de masa corporal, que sólo tiene en cuenta la altura y el peso», dice Lori Hoepner, investigador en el centro de Columbia y profesor asistente en el Departamento de Ciencias Ambientales y Salud Ocupacional.

Después de ajustar por factores socioeconómicos y ambientales, los investigadores encontraron que la exposición prenatal a BPA se asoció con el índice de masa grasa -una medida de la masa grasa corporal ajustado para la altura, porcentaje de grasa corporal, circunferencia de la cintura- en los niños de 7 años. Los niños expuestos a concentraciones más altas de BPA prenatal tenían niveles más altos de la adiposidad.

Cuando se analizaron los datos separados por sexo, hubo una asociación significativa entre el BPA y el índice masa grasa y la circunferencia de la cintura en las niña, mientras que no en los varones.

«La prueba de que la exposición al BPA prenatal está relacionada con las medidas de la obesidad en los niños pueden ser un factor subyacente importante en la epidemia de la obesidad«, indica el investigador Andrew Rundle, profesor asociado de Epidemiología y codirector de la Iniciativa de Prevención de la Obesidad en el Escuela Mailman.

Para reducir la exposición al BPA, el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental recomienda evitar envases de plástico de los números 3 y 7, pasar de los alimentos enlatados a los frescos o congelados, y, cuando sea posible, elegir vidrio, porcelana, o contenedores de acero inoxidable, especialmente para el agua caliente alimentos y líquidos.