www.prosveta.com
«¿Os dais cuenta de hasta qué punto cada movimiento de impaciencia por el que os dejáis llevar perjudica a la manifestación de todas vuestras buenas cualidades? No, ¿verdad?… Así pues, estad vigilantes y, en cuanto sintáis que la ira o la exasperación van a asaltaros, haced el silencio en vosotros y respirad profundamente con el fin de convocar a todos los poderes de la paz, de la armonía y de la luz que os ayudarán a encontrar la mejor actitud.
¡Es tan importante trabajar con la respiración! Por eso también, cuando por la mañana hacéis los ejercicios de respiración, podéis repetir interiormente la palabra «paciencia», impregnándoos de su significado, de sus vibraciones, de su aura. Y al pronunciar esta palabra, añadidle una imagen significativa que aumente su poder, de tal forma que esta virtud acabará penetrando en vuestra conciencia y entonces sentiréis verdaderamente que os convertís en dueños de vosotros mismos.»
***