por La Mente es Maravillosa
Vivimos tan deprisa que nos olvidamos de nosotros mismos. El frenético ritmo de vida unido a la falta de conocimiento de nuestro cuerpo nos impide liberar las emociones que sentimos en el momento. La prolongación en el tiempo de los lastres emocionales nos hace entrar en conflicto con la realidad presente. Así, la visualización es una técnica novedosa utilizada para controlar el malestar que experimentamos en nuestra vida cotidiana.
Investigaciones recientes han demostrado que la visualización mental de uno mismo realizando una actividad, puede suponer para el cerebro lo mismo que la práctica real de dicha actividad. Esto se debe a que la práctica mental de una situación activa las mismas estructuras cerebrales que la práctica física.
Tu único límite es tu propia mente
Visualización mental para conseguir nuestros objetivo
La visualización es una técnica usada por personas exitosas en todos los sectores de la vida. Si realmente quieres conseguir algo, pon a funcionar tu imaginación, parece magia pero es ciencia. Para hacernos una idea de la importancia de esta práctica, actualmente la utilizan pilotos formula uno y gimnastas dentro de su plan de entrenamiento habitual. Lo más interesante de este método es que solo necesitamos una buena dosis de imaginación y concentración.
Para visualizar una situación debemos estar preferiblemente en un lugar tranquilo, con poca luz y donde podamos concentrarnos en la visualización. Cerrando los ojos, podemos imaginar un paisaje o una habitación en la que nos encontremos a gusto. Cuantos más detalles seamos capaces de visualizar, más convencido estará el cerebro de que lo que está ocurriendo es real y, por lo tanto, más podremos liberar nuestras tensiones y a nuestro cuerpo.
La visualización mental es como cualquier otra práctica, para tener resultados habrá que repetirla, cuantas más veces mejor, para que nuestro cerebro memorice nuestras acciones.
La visualización permite condensar el conocimiento
¿Cómo practicar la visualización?
En este tiempo en donde todo se está moviendo muy rápido y que a la vez, también nosotros tenemos que movernos en ese tenor, tendemos a bloquear nuestra energía por el estrés. Esto va provocando bloqueos en nuestro cuerpo que se pueden manifestar en enfermedades físicas o psicológicas, como el cansancio, la fatiga, la desolación, la depresión, la angustia y la falta de vitalidad.
Pasos para realizar una correcta visualización:
- Visualiza la actividad. Piensa que lo que ves es lo que obtendrás y debes estar dispuesto a que la creatividad y la síntesis mental te guíen. Cierra tus ojos e imagínalo.
- Visualiza el resultado deseado. Cualquier persona que quiera cambiar de la noche a la mañana solo se desilusionará. Aunque hayas ganado una fortuna, estarás igualmente insatisfecho en un periodo de seis meses sino profundizas en el resultado que realmente quieres conseguir.
- Fija tu mentalidad. Nada mejorará cuando te sientas mal contigo mismo y con las oportunidades de tu vida. Una mentalidad positiva conseguirá que un periodo desafortunado se convierta en un periodo de esperanza. Hará que el vaso medio vacío se convierta en el vaso medio lleno y un día lluvioso se convertirá en un día con rayos de sol, que se cuelan entre las nubes.
- Traslada tu imaginación al mundo real. Después de que hayas pasado momentos, días, meses o hasta años visualizando las posibilidades, llega el momento del cambio. Justo en el momento antes de llevar a cabo la actividad real que logrará algún resultado o incluso el resultado para llegar a tu meta, enfócate claramente en la imagen de la acción que estas a punto de llevar a cabo.
La visualización solo funciona cuando estamos calmados, tranquilos y dispuestos a dibujar en nuestra mente -liberada de las preocupaciones inmediatas- aquello que queremos alcanzar. Sin dejarnos atropellar por la prisa, hay que pensar activamente en de las posibilidades, dejando fuera todo lo que no tenga que ver con las metas. Así que, sea lo que sea que imagines activamente,relájate y tu cuerpo -que es mágico- recibirá esa fuerza para ponerse en camino.
El hombre que no puede visualizar un caballo al galope sobre un tomate es un idiota