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La parlamentaria laborista Jo Cox murió este jueves tras haber sido apuñalada y tiroteada a plena luz del día en Birstall, West Yorkshire, Reino Unido.
La policía detuvo a un hombre de 52 años identificado como Tommy Mair. Según reportes, se trata de una persona con simpatía por la extrema derecha e historial de problemas de salud mental.
El jefe interino de la policía de West Yorkshire, Dee Collins, informó en rueda de prensa que no buscan a nadie más en relación con el crimen.
En Reino Unido no habían matado a un miembro del parlamento en actividad en los últimos 26 años.
Según testigos, tras el ataque, Cox, de 41 años, quedó tumbada en el suelo, sangrando.
Además, un hombre de 77 años sufrió heridas leves.
Pero lo que ocurrió antes no está claro.
De acuerdo con uno de los testigos, Cox, quien fue electa parlamentaria en 2015, estaba reunida fuera de la biblioteca local cuando dos hombres empezaron a discutir acaloradamente.
La parlamentaria decidió intervenir y fue entonces cuando uno de los hombres,presuntamente Mair, la atacó.
Sin embargo, un testigo aseguró que Cox era desde el principio el objetivo del atacante.
Testigos del crimen
Clarke Rothwell, propietario de un café de la zona y testigo del ataque, dijo que oyó el sonido de una explosión.
«Entonces vi a un hombre de unos 50 años parado allí con una gorra de beisbol, una chaqueta y un arma, una especie de revolver antiguo en sus manos», indicó.
«Le disparó una y otra vez, ella cayó al piso y él se inclinó hacia ella para dispararle una vez más en el rostro«, relató.
«Alguien intentó agarrarle, luchando con él y entonces él sacó un cuchillo, parecido a un cuchillo de caza, y comenzó a apuñalarla como media docena de veces. La gente gritaba y corría del lugar», agregó.
Hithem Ben Abdallah, otro testigo, se encontraba en un café junto a la biblioteca cuando escuchó gritos y salió a la calle.
«Había un hombre muy molesto y otro con una gorra de beisbol blanca al que intentaba controlar cuando éste repentinamente sacó un arma de su bolso«, dijo.
Relató que, luego de un breve altercado, el hombre se apartó y Cox se involucró en la situación.
Abdallah dijo que el arma «parecía casera» y que el hombre que había estado discutiendo con el sujeto armado siguió allí aún después de haber visto el revolver.
«El hombre con el arma dio un paso atrás, disparó una vez y otra vez. Mientras disparaba miraba al piso», relató.
«Empezó a patearla mientras ella estaba tirada en el piso», agregó.
Otro testigo le dijo a la BBC que antes del ataque escuchó al hombre gritar al menos en dos ocasiones: «Pon al Reino Unido primero».
Un helicóptero de los equipos de emergencia trasladó a la mujer al Hospital General de Leeds.
A raíz del ataque se cancelaron las campañas relacionadas con el referendo del 23 de junio, el llamado Brexit, en el que los británicos tendrán que decidir si quieren que Reino Unido siga siendo parte de la Unión Europea o no.
Inmediatamente después del ataque Jeremy Corbyn, el líder laborista, mostró su «conmoción» a través de un mensaje en la red social Twitter y dijo que «los pensamientos de todo el Partido Laborista» estaban pendientes de lo ocurrido a Cox.
Después, al conocer la noticia de su muerte, dijo que «el país está en shock por el terrible asesinato de una colega muy querida».
«Jo murió cumpliendo con su deber en el corazón de nuestra democracia, escuchando y representando a la gente que la eligió».
Por su parte, al saber del ataque, el primer ministro David Cameron escribió en Twitter: «Nuestros pensamientos y oraciones están con Jo y su familia».
Cameron canceló un mitin que tenía previsto en Gibraltar como parte de la campaña contra el Brexit.
Después, tras confirmarse su muerte, en declaraciones a la prensa el mandatario describió a Cox como «una estrella brillante», «un miembro del parlamento comprometido», «con un gran corazón» y preocupada por el bienestar de los refugiados.
«Hemos perdido a una estrella».
La muerte de Cox ha generado debates en el Reino Unido sobre la seguridad de los parlamentarios.
Un estudio realizado por psiquiatras a inicios de este año indicaba que cuatro de cada cinco miembros del Parlamento habían sufrido agresiones y algunos tenían miedo de salir en público.
El odio «es venenoso»
Jo Cox es el primer miembro del parlamento en ser asesinado desde que en 1990el parlamentario conservador Ian Gow muriera en un ataque llevado a cabo por el Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Cox nació en Batley, en el norte de Inglaterra, y se graduó por la Universidad de Cambridge en 1995.
Antes de ser elegida parlamentaria había trabajado para organizaciones benéficas como Oxfam.
Estaba casada y tenía dos hijos, de tres y cinco años.
En un comunicado dirigido a la prensa, su marido, Brendan Cox, prometió que él y su familia dedicarán «cada minuto» de sus vidas «a luchar contra el odio que la mató».
«Jo creía en un mundo mejor y luchaba por ello cada día de su vida con una energía que habría dejado exhausto a cualquiera», escribió el esposo.
«Y por encima de todo querría dos cosas: la primera que nuestros preciosos hijos crecieran rodeados de amor y la segunda que todos nos uniéramos para luchar contra el odio que la mató. El odio no tiene credo, raza o religión. Es venenoso».
«Jo no se arrepentía de nada en su vida. Vivió cada día al máximo».