27/06/2016
Vista nocturna del Midtown de Nueva York desde el Empire State. Casi cuatro de cada cinco personas en Estados Unidos no pueden ver la Vía Láctea en la noche desde el lugar donde viven. (Guillén Pérez/ Flickr)
La contaminación lumínica cubre a Estados Unidos tan
extensamente, que casi cuatro de cada cinco personas no pueden ver la Vía Láctea en la noche desde el lugar donde viven.
Y Estados Unidos no está ni siquiera en el top 20 de los países con más contaminación lumínica, de acuerdo con un nuevo atlas mundial de la contaminación lumínica, recientemente publicado en la revista Science Advances.
La contaminación lumínica contribuye a muchos problemas de nuestra civilización. El problema principal parece ser que interfiere con los ciclos de luz natural de día – noche de los seres vivos.
Puede causar que las aves migren demasiado pronto o demasiado tarde, se desvíen de su curso, o que golpeen los edificios. Asimismo las tortugas bebés tienen problemas para encontrar el mar debido a las luces artificiales, según la Asociación Internacional del Cielo Oscuro.
Países cuyas poblaciones son las más expuestas a la contaminación lumínica. Los rangos de colores se muestran a la derecha e indican el nivel de contaminación. (Fabio Falchi y colaboradores/Science Advances)
La contaminación daña a las personas también.
La falta de oscuridad interrumpe los ciclos de sueño de las personas, incluyendo la producción de melatonina, la hormona responsable de sincronizar nuestro reloj biológico.
El trabajo y la exposición a la luz durante la noche se relaciona con el cáncer de mama y de próstata, diabetes, enfermedades del corazón y obesidad, según un artículo de la Escuela de Medicina de Harvard.
Y el problema puede ponerse mucho peor.
Mapa mundial de iluminación artificial (Fabio Falchi y colaboradores/Science Advances)
Por ejemplo, durante años, las ciudades han estado cambiando de farolas de sodio de alta presión (HPS por sus siglas en inglés) a tipo LED, que son una fuente de luz de mayor duración y mejor eficiencia energética. Pero las luces LED producen más de dos veces la contaminación lumínica que las luces de HPS, según la investigación detrás de los atlas de contaminación lumínica, dirigidas por Fabio Falchi del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Contaminación Lumínica.
No sólo nuestros ojos perciben la luz LED como una contaminación más alta, sino que aumenta la cantidad de luz en el espectro azul y dicha luz es la más perjudicial para los ciclos de sueño.
“La luz en la noche es mala para la salud, y la exposición a la luz azul emitida por los aparatos electrónicos y las bombillas de consumo eficiente pueden serlo especialmente”, señala el artículo de Harvard.
Así que, ¿cuál país está peor? Singapur. “Donde toda la población vive bajo un cielo tan brillante que el ojo no puede adaptarse totalmente a la oscuridad de la visión nocturna”, afirma el documento.
Unos pocos países árabes lo siguen de cerca: Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, todos los cuales tienen una contaminación tan grave que llega a más del 90 por ciento de la población.
Casi el 40 por ciento de los estadounidenses se ven afectados por la contaminación lumínica más grave. En la Unión Europea es alrededor del 20 por ciento de la población.
Por otro lado, las personas en muchos países africanos como Chad, República Centroafricana, y Madagascar, siguen en su mayoría disfrutando de negras noches iluminadas por un cielo imponente, lleno de estrellas.