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Muchas personas no pueden hacerse a la idea de que los gatos pueden sufrir muchos de los problemas que también tenemos los humanos, incluyendo la depresión. Puede no ser fácil reconocer los síntomas de la depresión en los gatos, ya que son animales por lo general tranquilos y que tienden a dormir muchas más horas de las que están despiertos. Sin embargo, hay algunos cambios claves en el comportamiento de un gato que pueden indicar que está sufriendo de depresión.
Algunas de las posibles causas de depresión en gatos domésticos:
- La falta de libertad – los gatos necesitan tener su espacio para correr, saltar, trepar, “cazar” y jugar. No es bueno dejar que el gato salga de nuestra casa, debido a los peligros del exterior, como peleas con otros gatos y las enfermedades que eso conlleva, el riesgo de ser atropellados por coches, ataques de perros, etc.
Pero si se limita de forma excesiva la libertad del gato y se lo tiene encerrado, por ejemplo en una pieza todo el día y toda la noche, seguramente el gato se sentirá como encarcelado e infeliz. Todos los gatos necesitan actividad y mucho espacio para explorar. - La falta de estímulos – tu gato necesita atención y lugares de interés: juegos, juguetes para gatos, y no sólo los que han quedado para él en el suelo para que juegue por su cuenta, es bueno jugar con ellos e involucrarse en sus juegos, eso reafirma también la relación amo-gato. La falta de atención y cuidados hacia el gato, (no de forma excesiva, ya que a ellos también les gusta disfrutar de la soledad), hacen que el gato se sienta solitario y aburrido.
- Falta de vitaminas en su dieta o monotomía – los gatos pueden deprimirse debido a la falta de vitaminas, o porque se aburren con los alimentos de siempre. Comer es para los gatos, al igual que para los seres humanos, una especie de entretenimiento del cual no debe ser privado. Es bueno de vez en cuando, darle un poco de atún natural, cambiar la marca del pienso, darle comida húmeda para gatos 1 o 2 veces por semana, etc.
- Enfermedad – los gatos pueden volverse de la noche a la mañana agresivos o distantes si sufren de alguna dolencia o enfermedad. Por lo general, cuando los gatos sienten malestar físico o dolor, esto hace que los gatos se sienten amenazados.
- Sentirse solo – todos los gatos son diferentes, pero si están acostumbrados a la compañía de alguna persona o mas miembros de la familia, cuando estos tengan que ir de viaje o estar ausentes por algún día, es posible que el gato se sienta ansioso y depresivo. Podemos comparar perfectamente al gato con un niño pequeño, y a partir de ahí comenzar a comprender sus actitudes ante ciertos cambios, como puede ser con el caso de los divorcios, separaciones, que también las sufren al “perder” a un miembro humano de su familia.
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He leído de gatos que han entrado en estados depresivos por perder un juguete predilecto. Son muy sensibles a las mudanzas, a nuestros cambios de humor, integrantes nuevos en su entorno, incluyendo otros animales domésticos, o vivir en un ambiente cargado de mucho estrés.
También es muy común que se depriman y cambien su comportamiento tras la muerte de una persona cercana a el o de algún otro animal doméstico. - La depresión en gatos también se puede detectar en cambios en el patrón del sueño, dormir más o menos de la cuenta. Es normal que duerman gran parte del día, algunos gatos llegan a dormir de forma normal, hasta 18 horas al día. Pero si también lo hacen durante la noche, pasando más tiempo del normal, habrá que prestar atención, siempre y cuando este no sea un comportamiento normal en el gato.
- Otro ejemplo de que el gato podría estar depresivo, es la pérdida de interés en sus actividades favoritas. Pero hay que tener en cuenta que en el caso de los gatitos de menos de un año, a medida que van creciendo, van perdiendo interés en los “viejos juegos”, para buscar otras cosas de su interés, con esto quiero decir que es natural que no sean tan juguetones de grandes como de gatitos cachorros.