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Wukan, un pueblo a unas cuatro horas en auto de Hong Kong, era conocido por ser el único lugar de China con un gobierno elegido democráticamente.
Tras el logro estaba la rebeldía de sus 15.000 vecinos, que hace cinco años se levantaron contra la corrupción y la confiscación forzosa de tierras, asaltando la comisaría e instalando barricadas en el pueblo.
Los vecinos rebeldes lograron en 2011 expulsar al gobierno local y forzar la convocatoria de elecciones democráticas como parte de un acuerdo para poner fin al conflicto con las autoridades.
Pero ahora el «experimento de Wukan» está en peligro y muchos se preguntan si está muriendo.
Los líderes de las protestas están detenidos, en el exilio o han abandonado sus cargos.
El último golpe fue la detención el 18 de junio de Lin Zuluan, uno de los cabecillas de las protestas de 2011 y líder electo del Partido Comunista local.
La detención se produjo días después de que Zuluan, de 72 años, llamara a nuevas protestas por el problema de las confiscaciones de tierras que, según los vecinos de este pueblo en la provincia de Guangdong, sigue sin resolverse desde el inicio del conflicto.
En una confesión publicada por las autoridades, Zuluan dijo que aceptó el dinero a cambio de contratos públicos.
Pero los habitantes creen que las acusaciones fueron fabricadas para acallar al activista.
El viernes pasado los vecinos llevaban 12 días protestando por la detención de Zuluan, que seguía bajo custodia policial según la agencia Reuters.
Un héroe
«La elección del gobierno de Wukan ha dado a la gente de las aldeas de todo el país gran esperanza sobre lo que puede ser posible bajo el sistema chino actual», explicó Stephen McDonell, corresponsal de la BBC en China.
Zuluan había llamado a los vecinos a volver a movilizarse contra las apropiaciones de tierras por parte de funcionarios corruptos.
«Los corruptos son muy buenos engañando a la gente», escribió en una carta dirigida al pueblo el pasado 2 de marzo.
Pero antes de que pudiera organizar de nuevo a los vecinos, Zuluan fue arrestado.
En una entrevista con la BBC, el fiscal de la ciudad de Shanwei, Yuan Huaiyu, dijo que Zuluan está siendo investigado por recibir sobornos relacionados con varios proyectos de infraestructuras, entre ellos varias carreteras y una biblioteca pública.
Era uno de los últimos líderes de las protestas que conservaba su cargo.
En 2014, dos ex líderes de la aldea, Yang Semao y Hong Ruichao, fueron condenados a penas de dos y cuatro años de cárcel, respectivamente, por supuestamente recibir sobornos vinculados a proyectos de obras públicas.
Otro de ellos, Zhuang Liehong, salió de China y buscó asilo en Estados Unidos, preocupado por su seguridad en un ambiente que consideró de «persecución política».
Y otros dos renunciaron.
Confiscaciones de tierras
Los acontecimientos en Wukan llamaron la atención de las autoridades en Pekín sobre un problema que el gobierno central había infravalorado: las apropiaciones forzosas de tierras que suceden en todo el país y que amenazan a los 650 millones de agricultores chinos.
«Que Wukan, entre todas las aldeas de China, sea capaz de levantarse y proteger sus intereses, y luego llevar a cabo unas elecciones democráticas y convertirse en un lugar de experimentación, es algo significativo», le decía a la agencia Reuters Peng Peng, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de Guangzhou, en febrero de 2013.
En China ocurren unos 90.000 «incidentes de masas» (calificación que reciben las protestas o disturbios sociales) cada año.
De ellos, dos tercios son por conflictos sobre apropiaciones de tierras agrícolas para la construcción, según un amplio estudio realizado en 2011 por al Instituto de Desarrollo Rural Landesa, de Estados Unidos, la Universidad Renmin y la Universidad de Michigan.
La investigación concluyó que unas cuatro millones de personas, de media, pierden sus tierras por la expropiación gubernamental cada año.
¿El fin del modelo de Wukan?
Tras unos enfrentamientos que duraron meses, fue el exlíder del Partido Comunista en Guangdong, Wnag Yang, quien puso final a la parálisis.
Wang Yang dio permiso para la elección directa del gobierno local y dijo que esto pasaría a conocerse como el «modelo Wukan».
«Wang Yang era visto como alguien conciliador: un poderoso líder del partido capaz de lograr un resultado pacífico, en oposición a las tácticas normalmente más duras para acabar con la disidencia en China», explicó nuestro corresponsal Stephen McDonell.
Pero Wang Yang ya no ocupa ese puesto y aunque Wukan se convirtió en un símbolo, algunos analistas creen que esas elecciones solo pudieron ocurrir en un momento muy especial y que la ventana ahora se ha cerrado.
«Si Lin Zuluan es condenado a penas de cárcel, será difícil que se permita un proceso de elecciones tan abierto como el anterior para elegir a su sucesor», dijo McDonell.