Arqueólogos finlandeses que trabajan cerca del pueblo de Patapatani en Bolivia, encontraron recientemente los restos de al menos seis individuos enterrados bajo una torre funeraria aymara que fue construido hace miles de años para las personas de estatuas reales en la cultura ancestral.
Pero lo interesante del hallazgo son dos de los esqueletos que tienen un particular interés. Uno de los esqueletos pertenecía a una mujer y la otra de un bebé, nada fuera de lo ordinario, sino fuera por el hecho que los dos tenían grandes cabezas alargadas que no eran el resultado de la deformación craneal.
Uno de los investigadores más apto para estudiar este fenómeno extraño es sin lugar a dudas Brien Foerster, mejor conocido por su extensa investigación sobre los famosos cráneos de Paracas.
Brien Foerster tomó recientemente un viaje al museo Patapatani donde los investigadores transfirieron los esqueletos que fueron descubiertos.
En su viaje, Brien Foerster fue acompañado por un radiólogo estadounidense y experto en anatomía humana y el investigador boliviano y autor Antonio Portugal.
Según los expertos, en base a la forma de la pelvis, el esqueleto que vemos en las imágenes pertenece a una joven que murió en su preadolescencia.
La joven tenía una cabeza alargada que supera las proporciones de una deformación craneana artificial, planteando la cuestión, ¿que podría haber causado tales características atípicas?.
Además del esqueleto de la joven, se cree que el feto que se encontró en la tumba ha muerto entre los nueve y siete meses en su desarrollo. Es probable que el feto murió con la madre durante el nacimiento.
En su página web Brien Foerster señala que si esto resulta ser el caso, es muy probable que el bebé habría nacido con un cráneo alargado, lo que significa que tanto la madre como el feto tenían condiciones similares.
Brien Foerster señala que las ramificaciones son enormes ya que significa que estamos viendo posiblemente una subespecie de seres humanos antiguos que se extinguió hace miles de años.
Entre los ejemplos más fascinantes de cráneos alargados son los llamados craneos de Paracas descubiertos en la provincia de Pisco, en la costa sur del Perú.
Curiosamente, los cráneos de Paracas son 25% más grandes y hasta 60% más pesado que los cráneos de los seres humanos normales. Pero no sólo se diferencian en el peso, sino que los cráneos Paracas también son estructuralmente diferentes y sólo tienen una placa parietal mientras que los humanos normales tienen dos.