www.prosveta.com
«Alimentarse correctamente requiere, en primer lugar, el respeto de ciertas reglas sobre cómo comer conscientemente, lentamente y cómo masticar bien los alimentos. Comer lentamente y masticar bien facilita la digestión. Si tragamos los alimentos sin masticarlos suficientemente, el estómago, que es el que los recibe, debe suministrar para poder digerirlos, una mayor energía, lo que fatiga el organismo. Y hay que saber también que la boca, que es la primera que recibe el alimento, es una especie de laboratorio que, en un plano más sutil, hace el papel de un verdadero estómago: gracias a unas glándulas situadas sobre la lengua y debajo de ella, absorbe las partículas etéricas de los alimentos.
Empezáis a comer… ¿Por qué, desde los primeros bocados, antes incluso de que los alimentos hayan podido ser digeridos, ya sentís que estáis recuperando fuerzas? Porque al pasar por la boca, estos alimentos han liberado energías, partículas etéricas que han ido a alimentar vuestro sistema nervioso. Antes de que el estómago haya podido transformar los alimentos, el sistema nervioso ya ha sido alimentado. Si algunas personas se sienten fatigadas después de una comida, es porque han tragado el alimento sin haberlo masticado bien; y así el organismo debe gastar más energía para digerirlo. Su fatiga proviene de ahí.
Deben aprender a masticar bien y se levantarán de la mesa ligeros y muy activos.»
***