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La cultura del reciclaje y la reutilización contribuye a mantener un medio ambiente menos contaminado, sin embargo, el reutilizar botellas de plástico desechables puede generar problemas de salud, debido a que dichas botellas han sido diseñadas para emplearse una sola vez.

En 2007 la revista Practical Gastroenterology ya alertaba sobre las recomendaciones de los fabricantes de agua embotellada, incluso si son lavadas todos los días, pues el plástico igual que otros materiales se estropea, se estrecha o se agrieta, en esos lugares pueden sobrevivir las bacterias para convertirse en un riesgo para la salud.

Cuando se emplea constantemente una botella de plástico desechable se corre el riesgo de que fomente la contaminación bacteriana, a menos de que sea lavada de manera regular: con jabón suave, aclararlas con suficiente agua, la cual no debe estar demasiado caliente y comprobar que no existe deterioro físico por el uso.

Los expertos concuerdan en que aquellas bacterias que sobreviven en las grietas son un riesgo mayor para la salud que la de las sustancias químicas filtrándose a través del plástico, lo cual es muy alarmante.

Un estudio del Canadian Journal of Public Health, demostró que emplear botellas sin lavar durante muchos meses, había ocasionado en dos terceras partes del grupo de análisis de 76, niveles excesivos de bacterias que superaban lo permitido por las instancias de salubridad.

El medio apropiado para su crecimiento depende de los nutrientes de la saliva, la humedad y la temperatura, todo lo cual cumple la botella de plástico en su cuello y boca; además la proporción del cultivo era lo suficientemente potente para ocasionar una intoxicación alimentaria, así como náuseas, vómitos o diarrea.

Los especialistas recomiendan emplear botellas de cristal con capa protectora o botellas de acero inoxidable, en caso de requerir una botella de plástico es importante que este fabricada de polipropileno.