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Nadie había comparado los cortes de cabello y vestuarios del predecesor de la canciller alemana Angela Merkel, Gerhard Schröder, con su contraparte británico, el primer ministro Tony Blair.
Pero ahora sí que están surgiendo comparaciones de entre la nueva primera ministra de Reino Unido, Theresa May, y Merkel, lo que parece que refleja más el sexismo de la sociedad que las similitudes que puedan existir entre ellas.
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Lo mismo pasa con el uso de términos como «de acero» o «reina de hielo» que se han utilizado para describir a estas mujeres.
Ambas están casadas pero no tienen hijos, otra comparación que no existió con los líderes masculinos.
Parece que el género juega un papel importante cuando de líderes mujeres se trata, pero ¿realmente tienen mucho en común Merkel y May?
¿Por qué compararlas?
Angela Merkel será la interlocutora más importante de Theresa May en las conversaciones sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La canciller alemana no se cansa de decir que serán unas negociaciones de Londres con los 27 miembros de la UE. Pero no hay duda de quesu voz será la más influyente.
Merkel es la líder que lleva más tiempo en la UE y está al frente de la economía más sólida y poderosa de Europa.
Las conversaciones estarán a cargo de los Estados miembro, no de la Comisión Europea, lo que significa que la química entre la líder británica y la alemana será crucial.
No ha pasado desapercibido que a ambas líderes les gusta la cocina y el senderismo: actividades admirables y mundanas para los votantes, cansados de las campañas de relaciones públicas de los políticos.
Además, ambas mujeres son reconocidas por su consistencia y atención al detalle.
Solicitud de divorcio
Alemania estaba triste por el voto del Reino Unido para salir de la UE, que es visto como una ruptura emocional.
Pero la prioridad para muchos en Berlín es hacer que el divorcio sea tan rápido como sea posible, para evitar daños económicos.
La única cosa que la canciller Merkel ha dicho acerca de su homóloga de Reino Unido es que su primer deber será el de «aclarar qué tipo de relación quiere construir Reino Unido con la Unión Europea».
Luego, el artículo 50 del Tratado de Lisboa debe ser activado, dice Merkel, para iniciar plazo de dos años para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Solo después de eso las negociaciones puedan comenzar.
Esta será la primera confrontación entre las dos líderes, pues Theresa May quiere iniciar conversaciones antes de activar el ya famoso artículo.
Presiones sobre el Brexit
El mayor desafío es que ambas tienen objetivos opuestos de cómo debería ser el Brexit.
Theresa May ahora estará bajo la presión de los defensores del «Salir», quienes quieren que se mantenga el acceso al comercio en el mercado único europeo, pero al mismo tiempodesean controlar la migración proveniente de la Unión Europea.
Pero Angela Merkel ha sido inflexible durante años en que, a pesar de lo que quieran los impulsores del Brexit, ha dicho que eso no es posible.
Para Alemania, el mercado único no se trata simplemente de libre comercio. Se trata también de libre circulación de trabajadores. Uno sin el otro minaría todo el proyecto.
Ambas mujeres tienen una reputación de ser buenas negociadoras y por tener un enfoque no ideológico y flexible para la resolución de problemas.
Así tendrán que ser.
Mujeres a cargo
Ambas mujeres han trabajado su camino a la cima en partidos dominados por los hombres.
Y en el camino han tenido que lidiar con el escrutinio de los medios sobre su apariencia: los zapatos de leopardo de Theresa May y el peinado de Angela Merkel.
Hubo mucha discusión en los medios de comunicación sobre cómo la canciller cambió su apariencia de científica desaliñada a su estilo actual con un pelo que parece un casco listo para la batalla.
Merkel ha usado el equivalente femenino de un traje de un político varón cualquiera, aunque ha alternado con chaquetas de colores.
Las chaquetas son lo suficientemente estándar como para no llamar demasiado la atención, pero lo suficientemente brillantes como para sobresalir en medio de los trajes grises de las cumbre de la UE.
Poder de la Iglesia
Se ha hablado mucho del hecho de que May y Merkel son hijas de pastores protestantes.
Lo que a menudo se olvida es que la infancia de Angela Merkel en una familia protestante en la Alemania Oriental la hizo una persona diferente.
El cristianismo fue visto por los comunistas gobernantes con sospecha y como una fuerza disidente. Y la Iglesia jugó un papel crucial en la caída del muro de Berlín.
En Gran Bretaña la familia de un vicario anglicano podría ser una parte muy importante de la clase dominante.
Para ambas políticas su pasado religioso suele aparecer al comunicar sus decisiones políticas.
La canciller Merkel ha justificado su decisión de acoger a refugiados como un imperativo moral, y su partido democristiano, fundado en valores religiosos, no sólo es conservador, sino que también ve el bienestar de la sociedad en general como parte de sus mandatos.
Los recientes comentarios de Theresa May acerca de la reforma social y la reducción de la desigualdad indican que en el fondo puede tener más un estilo alemán democristiano que un «no hay tal cosa como la sociedad» del conservadurismo de Margaret Thatcher.