Publicado por Eugenia Reboll
Todos en algún momento hemos hablado de la contaminación o polución. Es ya un lugar común decir que el medio ambiente que nos rodea está contaminado.
En las escuelas, liceos y universidades se nos enseñan los diferentes tipos de contaminantes que existen y se sugiere que podrían afectar nuestra salud. Pero hasta qué punto ésto es verdad, no lo podemos tan siquiera imaginar. Si reflexionáramos acerca de cómo el simple hecho de tomar agua, bañarnos, alimentarnos, respirar, vestirnos, trabajar y divertirnos, nos puede perjudicar sin que nos enteremos, quedaríamos desconcertados y sin saber qué hacer.
Los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio, aluminio, estaño, etc.) son algunos de estos contaminantes ubicuos (están en todas partes), a los que se les ha responsabilizado de multitud de daños a la salud de los seres humanos. Esto para mí es un hecho indiscutible y tengo cientos de trabajos científicos que lo demuestran.
Se han descrito multitud de dolencias y enfermedades producidas por la ingestión involuntaria de éstas sustancias, pero hay un tema que no ha llamado mucho la atención y que a mí me ha parecido que vale la pena exponer: “el efecto antena”.
Al parecer, en las personas que tienen en su cuerpo almacenados metales pesados, (es decir, TODOS NOSOTROS en menor o mayor medida), estos metales actúan como antenas que atraen, enfocan, los campos electromagnéticos que nos rodean. Mientras más metales estén presentes, más fuerte es el efecto antena, más síntomas y consecuencias nocivas aparecerán.
El Dr. Robert Becker, en su libro “Cross Currents” (Corrientes cruzadas), explica el hecho de que bacterias en cultivo, que son sometidas a campos electromagnéticos, son engañadas en el sentido de que perciben ésto como un ataque inmune y reaccionan secretando mayor cantidad de toxinas. Esto hace que bacterias que normalmente son inofensivas, se hagan mucho más virulentas y peligrosas, especialmente en personas que están contaminadas con metales pesados.
Es un hecho que en la actualidad los médicos y los investigadores han mostrado gran preocupación por la aparición de cepas de bacterias resistentes a los antibióticos. Esto ha sido debido en gran medida al abuso del uso de este tipo de medicamentos cuando no son necesarios o cuando se utilizan de manera inadecuada. Es por ello que la recomendación que se hace es que nadie se automedique con este tipo de sustancias y que tan sólo sean consumidas por prescripción médica. Sería conveniente que además, se diagnostique la presencia de niveles tóxicos de metales pesados en pacientes que presenten cepas bacterianas problemáticas, especialmente en enfermedades crónicas, ya que es posible que la desintoxicación adecuada pueda colaborar en el tratamiento y facilitar su recuperación.
Pueden revisar los síntomas de la intoxicación de metales pesados aquí:
http://naturopatiaysalud.blogspot.com/p/sintomas-de-intoxicacion-con-metales.html
Para las personas que tienen o sospechan que tienen contaminación con metales pesados mis recomendaciones están acá:
http://naturopatiaysalud.blogspot.com/p/recomendaciones-para-personas.html
Ya he explicado en otra entrada cómo nos afectan los campos electromagnéticos y cómo caminar descalzos nos puede ayudar. Pueden revisarla aquí:
http://naturopatiaysalud.blogspot.com/2013/07/caminar-descalzo-se-ha-dicho.html