El avión de Recep Tayyip Erdogan, un Gulfstream G450, estuvo a punto de ser derribado por un caza durante el intento de golpe de Estado, informaron los medios turcos.
Antes de salir el avión presidencial de la turística ciudad de Dalaman hacia Estambul, se tomaron las precauciones necesarias para que el traslado se mantuviera en secreto.
Entre otras cosas, en el aeródromo de Dalaman fueron apagadas las luces y se colocaron vehículos en la pista para prevenir el aterrizaje de otras aeronaves. Además, se alteró el código del avión presidencial para hacerlo pasar por uno de Turkish Airlines.
Sin embargo, el avión se vio obligado a cambiar la trayectoria porque dos cazas F-16, robados por los golpistas, empezaron a realizar maniobras. La aeronave presidencial comenzó a dar vueltas sobre el mar de Mármara.
Fue entonces cuando uno de los cazas de los golpistas detectó el avión del mandatario turco, según los medios. Sin embargo, cuando el avión de Erdogan entró en la zona de alcance, la falta de combustible obligó al caza a interrumpir la maniobra para repostaje aéreo, y cuando estuvo listo para atacar, el G450 ya había aterrizado en el aeropuerto Ataturk de Estambul.
La fallida intentona golpista del 15 de julio en Turquía se saldó con 238 muertos, sin contar a los amotinados, y a unos 2.200 heridos, según el Ministerio del Interior.
A raíz de la asonada, las autoridades turcas detuvieron a unas 26.000 personas, de las que más de 13.400 permanecían bajo custodia para el 3 de agosto.
Decenas de miles de jueces, policías, militares, otros cargos públicos y profesores fueron suspendidos en Turquía que declaró un estado de excepción por tres meses.