por La Botica Escondida
Ya hemos visto en el blog cómo preparar nuestro perfume de rosas en aceite. Hoy comparto con vosotros mi perfume favorito, tanto por el aroma, como por la rapidez de preparación: perfume de jazmín en aceite.
El método es exactamente el mismo que para hacer el de rosas, la diferencia está en el tiempo de preparación, ya que el jazmín libera mucho antes que las rosas su esencia en el aceite, por lo que tendremos nuestro perfume en mucho menos tiempo.
El aceite esencial de jazmín ha sido muy valorado desde la antigüedad, y además de su aroma exquisito, posee valiosas propiedades para la piel y se ha utilizado tradicionalmente en aromaterapia para influir sobre las emociones y el estado de ánimo. Estas son algunas de las muchas propiedades que posee:
- Para la piel: es antiséptico, cicatrizante, antiinflamatorio, analgésico, relajante, tonificante y antibacteriano. Actúa contra las arrugas, eccema, y equilibra la piel tanto grasa como seca, o la calma cuando está irritada o sensible. También ayuda a regular la transpiración excesiva.
- Emociones: tiene acción sedante, relajante, y calmante, por lo que puede servir de apoyo en casos de agotamiento nervioso, o estrés. También potencia la autoconfianza, optimismo y seguridad, siendo adecuado para cuando estamos con el ánimo bajo, apáticos o indiferentes. Además es una esencia conocida por su acción afrodisíaca.
MÉTODO DE PREPARACIÓN
- Aceite vegetal de aroma neutro como aceite de jojoba o de almendras (sirve cualquier aceite vegetal con poco aroma). Mejor si es orgánico.
- Flores de jazmín recién recogidas (por lo tanto, una planta de jazmín a mano que esté en flor). Mejor flores de cultivo orgánico recogidas al atardecer que es cuando la concentración de aceite esencial es mayor.
- Echar el aceite vegetal en un envase de cristal. La cantidad de aceite dependerá de vuestra preferencia o de lo que tengáis. Lo recomendable es adaptar la cantidad de aceite a la cantidad de flores de las que podáis disponer. A partir de 50 o 100 ml. de aceite podemos obtener ya un buen macerado.
- Echar las flores de jazmín recién recogidas en el aceite, que debe cubrirlas completamente, y cerrar el envase. No importa si tenéis pocas flores, sirve desde una flor hasta las que quepan en el envase. La única diferencia es que cuantas más flores tengáis, antes se hará el perfume.
- Hay que dejar el envase en un lugar cálido en el que no le dé la luz del sol directa. Se debe macerar durante un día, después filtrar, y volver a repetir el proceso echando flores frescas de jazmín recién recogidas. Y así hasta que el aceite adquiera el aroma deseado.
- Como perfume, esparciendo algunas gotas del mismo en distintas áreas de la piel como muñecas, cuello… etc.
- Como aceite de masaje, o aceite corporal. Dejará un excelente aroma en todo el cuerpo y además nos aportará las propiedades de las flores para el cuidado cutáneo, o para el cuidado corporal, por su efecto relajante, antiinflamatorio y analgésico. También es un magnífico aceite hidratante corporal para después de la ducha. Si queréis un acabado más ligero lo podéis aplicar sobre la piel húmeda y luego secar.
- A modo de desodorante. Si os agrada la textura en aceite, este perfume puede usarse como desodorante, aplicado en poquísima cantidad en el área de las axilas. Tiene la virtud añadida de que el aceite esencial del jazmín ayuda a regular el exceso de transpiración.
PERSONALIZAR EL PERFUME
Aceites esenciales con los que combina
La esencia de jazmín es capaz de redondear casi cualquier perfume y combina bien con la mayoría de notas aromáticas. Algunos de los aceites esenciales más utilizados junto al jazmín son: absoluto de rosa, sándalo, salvia sclarea, cítricos, manzanilla o ylang ylang.
Vainilla
Una vez terminado nuestro perfume en aceite de jazmín, podríamos jugar con otros aromas naturales para añadirle notas distintas. Por ejemplo, si nos gusta la vainilla, podríamos dejar un poco de vainilla natural en polvo, o un trozo de vaina partida, macerando en el perfume de jazmín durante entre 3 ó 4 semanas. El macerado se agita periódicamente, y después se filtra y se guarda. Así tendremos un perfume de jazmín con notas de vainilla.
Coco
Por otro lado, si nos gusta el aroma de coco, podríamos macerar nuestras flores de jazmín en aceite de coco virgen, así el perfume final tendría siempre el delicado aroma del aceite de coco como fondo.
Y es todo un lujo «vestir» tu piel con el aroma de las flores que tú misma has cultivado, sabiendo que así no dañas ni tu salud ni la del medio ambiente.
Fátima Solé
Naturópata