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Lunación para el próximo jueves 18 de agosto de 2016.
Se avecina una Luna llena de cambios radicales y sorpresas, donde reinará la independencia, la amistad y el espíritu fraternal, es la inigualable Luna llena en Acuario.
Este signo está representado por Ganímedes, el aguador celeste, quien vierte las ondas etéreas de su sabiduría sobre la humanidad para que ésta despierte de su letargo y se libere de los condicionamientos que han limitado o ralentizado su evolución.
Acuario es el símbolo de las revoluciones y los cambios radicales, así que con la Luna llena en este signo se hará patente la necesidad de reinventarse y de atender al llamado de una revolución interior.
Esta Luna nos vuelve emocionalmente inestables y reactivos, puede que sintamos que estamos embarcados en una especie de subibaja emocional que nos hace vibrar frenéticamente, pero que también puede resultar algo estresante o desbordante. Algunos, no obstante, pueden notar cierta frialdad emocional, una especie de desapego interior que, en cierta forma, puede ser liberador.
En todo caso, es momento de dinamitar los viejos patrones emocionales que de alguna forma nos han limitado, de esta manera se nos ofece la posibilidad de abrir la puerta a una plétora de posibilidades que quizá estaban vetadas por habernos limitado a esos condicionamientos que definen nuestra zona de confort.
La evolución es una curiosa combinación de lentos procesos de desarrollo y puntuales momentos de inflexión en los cuales desembocan cuando los patrones evolutivos se tornan caducos y necesitan ser actualizados y reconfigurados a otros niveles de manifestación, es lo que solemos llamar saltos cuánticos.
Estos suelen suscitarse cuando la conciencia universal, de alguna manera, reajusta la evolución en función de una serie de posibilidades existentes que vendrán determinadas por la corriente cocreadora de la cual todos participamos y estas posibilidades pueden ser tan infinitas como podamos llegar a imaginar.
Y ello convierte esta Luna llena en una oportunidad para cambiar de manera radical nuestra realidad en alguna faceta de nuestras vidas, que estará determinada principalmente por la casa de nuestra carta natal donde tenga lugar el tránsito de esta Luna llena y en función también de aquella casa donde la Luna nueva, que aconteció en el signo de Leo, tuvo lugar.
Es decir, sembramos en un territorio específico de nuestras vidas la semilla del fuego leonino, basado en la voluntad, poder, valentía, acción, vitalidad, autoconciencia, generosidad, talentos y cretividad, para que florezca su impronta en otro territorio de nuestras vidas a través de la multiplicidad de posibilidades cocreadoras y de la naturaleza libre, independiente, amistosa, humana y fraternal del signo de Acuario.
Así que, como en esta Luna cualquier cosa puede pasar, lo mejor es no hacerse espectativas y fluir con la corriente universal, sin embargo, es importante no desestimar el poder creador que se nos ha conferido como seres humanos y recordar que estamos cocreando nuestra realidad, así que ese fluir puede ser el resultado de tendencias inconcientes aunado a aquello que, de alguna manera sembramos conscientemente como impronta creativa.
Así que alguna parte de voluntad personal habrá contribuido, en mayor o menor medida, a desencadenar esa realidad, en función de nuestra acción, incluso si decidimos no obrar también estamos haciendo, pues damos permiso a que suceda lo que tenga que suceder.
Sea como sea, si hay una Luna para lo imprevisible y sorpresivo es ésta.
Y ello se hará notar con gran intensidad pues el planeta Urano, quien es dispositor de esta Luna por su regencia sobre el signo de Acuario, se encuentra en el signo de Aries, aún en movimiento retrógrado, haciendo patente una urgencia de reafirmación colectiva y de re-evolución que puede tener matices muy removedores por el impulso liberador que comporta esta energía.
La humanidad, de alguna manera, está siendo llamada a renacer pues hemos llegado a un punto de no retorno, donde, no obstante, se hace preciso volver a los orígenes, a lo primigenio, como una forma de reinventarnos, pero en un nivel más elevado de consciencia y aprovechando los adelantos que tenemos para recomenzar de forma original y cocreativa.
La presencia de Marte en Sagitario apoya emprendientos culturales, filosóficos, religiosos y políticos que vayan en función de estos cambios.
Éste se encontrará en conjunción a Saturno, que permitirá concretar estos emprendimientos a través de una estructura firme y sostenible, aunque también este planeta en conjunción a Marte puede representar los obtáculos iniciales a superar para ello que, en este caso, pueden estar relacionados con las mismas limitaciones que impone el sistema existente, a veces, incluso, haciendo uso de la fuerza y abusando de su autoridad.
Por si fuera poco, Urano se encontrará haciendo trígono al Sol en Leo y sextil a la Luna llena en Acuario, con lo cual, la voluntad de acción, la necesidad de cambio y el espíritu de rebeldía concernientes a esta lunación vendrán apoyados por la energía de reafirmación colectiva que expresa el impulso recalcitrante de dar un reset que nos libere de antiguos paradigmas que nos han estado estancando como sociedad, lo cual ha de comenzar dentro de nosotros mismos.
Esperemos que ello no ocurra de forma violenta sino que la resultante de esa necesidad de cambio se exprese a traves de iniciativas prácticas y maduras que logren canalizar ese renacer colectivo a un nivel más elevado de consciencia, no obstante, con esta Luna todo es posible, así que dependerá de cada uno de nosotros poner nuestro granito de arena en positivo, partiendo de esa re-evolución interior de la cual cual hemos de hacernos cargo.
Que esta Luna llena en Acuario nos reimpulse a niveles más elevados de conciencia. Que el Sol en Leo nos aporte la claridad de su preciosa luz y que, al proyectarse en ella, nos prodigue una gran renovación y despertar interior, y podamos, además, aunar nuestros talentos y capacidades al colectivo para cocrear juntos una mejor humanidad y sentir, a través de ese cambio, que hemos aprendido y madurado, no sólo a nivel personal, sino colectivo.
Disfrutemos también de los amigos, de la energía de grupo, de nuestra independencia, así como de la sana codependencia y, especialmente, de nuestra libertad, ella nos permitirá tomar perspectiva y ver las cosas con nuevos ojos, sobre todo, a nosotros mismos. Es momento de renacer en función de nuestros sueños, para entonces, con paciencia, disciplina y determinación, poderlos concretar.
Que tengamos todos una auspiciosa Luna que nos reuna, desde las peculiaridades creativas que cada uno pueda aportar, en el reconocimiento de esa unidad de la cual formamos parte en esta gran familia universal que es una multiplicidad de manifestación de la conciencia, esa que es nuestra verdadera naturaleza primordial y que quizá podamos experimentar a través de un nuevo despertar interior en esta Luna.
Por último, quiero dedicar este artículo a la memoria de un amigo y compañero de luchas, Jose, que su muerte, como la de tantos que se van luchando contra la inerte, pesada y aplastante corriente del sistema, no sea en vano y su alma vuele alto.
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