«Pablo Neruda» (1904-1973)

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Pablo Neruda nació el 12 de julio de 1904 y falleció un 23 de septiembre de 1973. Neftalí Ricardo Eliecer Reyes Basoalto fue un poeta y político chileno considerado entre los mejores y más influyentes artistas de su siglo. Premio Nobel de Literatura en 1971.

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Frases de amor, reflexión, desamor, la vida y mucho más:
1- Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños.
2- ¿Cuál será la diferencia entre tener paciencia para nada y perder el tiempo?
3- Podrán cortar todas las flores, pero no detener la primavera.
4- Los libros que más te ayudan son aquellos que más te hacen pensar. Un gran libro de un gran pensador es un buque de pensamiento, cargado de belleza y verdad.
5- Poesía nace del dolor. La alegría es un fin en sí misma.
6- Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.
7- Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar, indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas
8- Un niño que no juega no es un niño, pero el hombre que no juega ha perdido para siempre el niño que vivió en él y al que extrañará terriblemente.
9- Y una por una, las noches entre nuestras separadas ciudades se unen a las noches que nos unen.
10- Para que nada nos separe, que nada nos una.
11- Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
12- El amor no se mira, se siente, y aún más cuando ella está junto a ti.
13- Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.
14- Yo creía que la ruta pasaba por el hombre, y que de allí tenía que salir el destino.
15- Quiero hacer contigo lo que hace la primavera con los cerezos.
16- El amor nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por olvido.
17- El amor es demasiado corto y olvidar demasiado largo.
18- Hay un cierto placer en la locura, que sólo el loco conoce.
19- Quien descubre el quién soy descubrirá el quién eres.
20- Los poetas odiamos el odio y hacemos guerra a la guerra.
21- ¿Sufre más aquél que espera siempre que aquél que nunca esperó a nadie?
22- Nací en este pueblo, mi poesía nació entre la colina y el río, la lluvia tomó mi voz y, como la madera, se empapa en los bosques.
23- En un beso sabrás todo lo que he callado.
24- La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad.
25- La poesía es un acto de paz. La paz va en la creación de un poeta como la harina en la preparación del Pan.
26- Te amo como se aman ciertas cosas oscuras, en secreto, entre la sombra y el alma.
27- Tal como una jarra albergaste infinita ternura y la infinita ternura te destrozó como una jarra.
28- Yo busqué, pero nadie tenía tus ritmos, tu luz, el día sombrío que trajiste al bosque, nadie tenía tus pequeñas orejas.
29- De repente, creo que puedo distinguir tus uñas, oblongas, vivas, sobrinas de un cerezo. Entonces, es tu pelo el que pasa, y creo ver tu imagen, una hoguera, ardiendo en el agua.
30- Bien ahora, si poco a poco dejas de quererme, poco a poco dejaré de quererte.
31- Quiero hacer un largo viaje desde tus caderas hasta tus pies.
32- Puedo escribir los versos más tristes esta noche. La quise, y a veces, ella también me quería.
33- Ya no la quiero, es verdad, pero cuánto la quise.
34- Verde era el silencio, mojada era la luz, el mes de junio temblaba como una mariposa.
35- Pero yo amo tus pies sólo porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua; hasta que me encontraron.
36- Siempre estaremos solos, siempre seremos tú y yo, solos en la tierra para empezar nuestra vida.
37- Mi corazón de verano te busca siempre.
38- Una boca perdida entre mil bocas que he besado.
39- Necesito el mar porque me enseña.
40- Y espero por ti como una casa vacía hasta que me veas de nuevo y vivas en mí. Hasta entonces mis ventanas duelen.
41- En tu vida mis sueños infinitos viven.
42- La risa es el lenguaje del alma.
43- Como si estuvieras en llamas desde adentro. La luna vive en la línea de tu piel.
44- En mi cielo en el crepúsculo eres como una nube y tu forma y color son la forma en que los amo.
45- El amor es un estruendo de luz.
46- Eres como nadie desde que te amo.
47- Sentir el amor de la gente que amamos es el fuego que alimenta nuestra vida.
48- Entonces el amor sabía que se llamaba amor y cuando levanté mis ojos a tu nombre, de repente tu corazón me mostró el camino.
49- Te amo sin saber cómo ni cuándo ni dónde. Te amo simplemente, sin problemas ni orgullo. Te amo de esta forma porque no tengo otra forma de amarte.
50- Fue a esa edad que la poesía vino en busca de mí.
51- ¡Ama! ¡Ama mientras la noche colapsa!.
52- Era mi destino amar y decir adiós.
53- En qué idioma la lluvia cae sobre ciudades atormentadas?
54- Mientras escribo, estoy muy lejos; y cuando regrese me habré ido.
55- Tus ojos abiertos son la única luz que conozco de las constelaciones extintas.
56- El amor es el misterio del agua y una estrella.
57- De noche sueño que tú y yo somos dos plantas que crecen juntas, raíces entrelazadas, y que sabes que la tierra y la lluvia, como mi boca, desde que estamos hechos de la tierra y la lluvia.
58- Si de repente tú no existes, si de repente tú no vives, yo seguiré viviendo. No me atrevo. No me atrevo a escribirlo, si tú mueres. Yo seguiré viviendo.
59- Entrégame silencio, agua, esperanza. Entrégame lucha, acero, volcanes.
60- Quién escribe tu nombre en cartas de humo entre las estrellas del sur? Oh, déjame recordarte a como eras antes de que existieras.
61- Si nada nos salva de la muerte, al menos el amor debería salvarnos de la vida.
62- Dame tu mano fuera de las profundidades sembradas por tu pena.
63- Mi alma es un carrusel vacío en la puesta de sol. Todo es una ceremonia en el jardín salvaje de la infancia.
64- En los ojos de luto la tierra de los sueños comienza.
65- Olvidemos con generosidad a aquéllos que no pueden amarnos.
66- Por las noches, amada, amarra tu corazón al mío, y que ellos en sus sueños derroten la oscuridad.
67- Me gusta en la mesa, cuando estamos hablando, la luz de la botella del vino inteligente.
68- Amo todas las cosas, no sólo las grandes, pero las infinitamente pequeñas: dedal, espuelas, platos, jarrón de flores.
69- Sólo una ardiente paciencia hará del logro una espléndida felicidad.
70- Eres como la noche, calmada, constelada. Tu silencio es como la estrella, tan lejana, tan cierta.
71- Con tu nombre en mi boca, un beso que nunca se separe de la tuya.
72- Te toqué y mi vida se detuvo.
73- La ausencia es una casa tan vasta que en su interior pasarás a través de sus paredes y colgarás cuadros en el aire.
74- Mi vida está hecha de todas las vidas.
75- Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste y te siento lejana …76- Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido.
77- Puedo escribir los versos más tristes esta noche; escribir, por ejemplo: ‘La noche está estrellada y tiritan, azules, los astros, a lo lejos’.
78- Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad errante hasta tu compañía!

Pablo Neruda – su poesía en su propia voz

Pablo Neruda fue uno de los poetas más fecundos de la literatura chilena, latinoamericana y mundial del siglo XX. La influencia de su vida y obra trasciende el ámbito literario, permeando todos los campos de la cultura popular y académica, irradiando la historia política y social del país y alzándose como un referente indiscutido para la creación artística contemporánea.

En 1918 publicó sus primeros poemas, «Mis Ojos» y «Primavera«, en la revista Corre Vuela, uno de los primeros exponentes del periodismo moderno chileno. Pese a su germinal talento, la poesía no fue del agrado de su padre. De ahí en octubre de 1920 el joven Neftalí Reyes decidió adoptar el seudónimo de Pablo Neruda, con el fin de evitar las preocupaciones familiares y ocultar así los esperados altibajos en la precoz trayectoria de un joven poeta provinciano.

En 1921, con apenas 16 años de edad, Neruda se trasladó a Santiago con el objetivo de estudiar Pedagogía en Francés en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. El ambiente intelectual y literario en torno a la Universidad y la vida bohemia santiaguina permitió que Neruda interactuara con otros poetas y escritores, integrando la conocida generación literaria de 1920, compuesta entre otros por Tomás Lago, Alberto Rojas Jiménez, Juvencio Valle y Romeo Murga. Nutrido por esta feliz coyuntura, Neruda logró difundir sus primeros trabajos y participar en concursos de poesía como la Fiesta de la Primavera, organizada por la Federación de Estudiantes de Chile, donde fue merecedor del primer puesto por su poema «La Canción de la Fiesta» en 1921.

En esta primera época, la obra de Neruda estuvo marcada por una poesía autorreferencial, abundando alusiones ligadas a experiencias personales en torno al amor y la nostalgia, pero que se caracterizó por la sensibilidad de expresar y entrar en comunión con los sentimientos de otros. En 1923 y con gran aceptación de críticos como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado, Neruda publicó Crepusculario donde reunió parte de sus primeros escritos. En 1924 la Editorial Nascimiento publicó Veinte poemas de amor y una canción desesperada, texto fundamental plagado de erotismo y romanticismo, que lo catapultó como uno de los escritores más prodigiosos del ámbito nacional. De esta época también responde sus incursiones por la vanguardia reflejada en su única novela El Habitante y su Esperanza y Tentativas del Hombre Infinito.

Distanciándose de su inicial introspección, el segundo ciclo de la poesía de Neruda se dirigió hacia una profunda conciencia social. Hacia mediados de la década de 1920 la sociedad chilena había cambiado notablemente impactando en la visión que el poeta poseía de la vida, tal como él mismo reconoció posteriormente en sus memorias. Neruda había tomado conciencia del retorno de miles de obreros del salitre cesantes a la capital, de la lucha emprendida por Luis Emilio Recabarren, de las reivindicaciones estudiantiles y populares, y del inquebrantable dominio de la oligarquía. Sin ánimo de erradicar el amor, la vida, la alegría o la tristeza de su poesía, Neruda reconoció tajantemente que de la misma manera sintió que «No era posible cerrar la puerta a la calle dentro de mis poemas». (Confieso que he vivido, 1979, p. 76). A la par de estas circunstancias sociales, la introducción de la política en su poesía y vida fue impulsada por su temprana carrera diplomática iniciada en 1927, año en que fue nombrado como Cónsul chileno en Birmania, lo que inauguró sus contactos con el mundo y sus afanes por la justicia social. En 1927 precisamente aparecerá publicado en España un libro escrito en sus viajes por oriente y Europa, y que se convertirá a ojos de la crítica como unas de sus obras cumbres: Residencia en la Tierra.

En 1934 Pablo Neruda regresó a España en calidad de cónsul cultivando una rica amistad con la generación literaria española de 1927, cuyo máximo representante fue Federico García Lorca. Estremecido enormemente por las nefastas consecuencias de la Guerra Civil Española estallada en 1936, y que terminó con la vida de su amigo el poeta Federico García Lorca, Neruda escribió su sobrecogedora obra «España en el Corazón» en 1937. Posteriormente como Cónsul Delegado para la Inmigración Española en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, contribuyó decididamente en dar refugio a españoles en Chile en 1939.

En 1950 aparece en México su Canto General, que en Chile fue editado clandestinamente debido a la ley dictada por Gabriel González Videla. Comparado muchas veces por sus dimensiones con La Araucana de Alonso de Ercilla y Zúñiga, Canto General constituye una obra única y monumental, una creación poética y literaria de la historia e identidad latinoamericana, de la cual se desprende «Alturas de Macchu Picchu«, considerada una de las más altas cumbres de la poesía latinoamericana y universal. En 1952 publicó Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 apareció Estravagario. Con este último y sus tres libros de Odas elementales les introdujo un nuevo giro en su poesía, incorporando un lenguaje coloquial para poetizar el mundo cotidiano, adquiriendo estatus poético objetos y elementos cotidianos. Con estas obras, la poesía de Neruda abarca un amplio espectro textual, desde una poesía que incorpora tanto la obsesión existencial de la muerte, la experimentación vanguardista, el sentido de lo absurdo, la metafísica, la indagación en lo telúrico, el canto a la geografía e historia de su país y el continente americano.

La creatividad literaria y poética de Pablo Neruda lo hizo acreedor del transversal reconocimiento de pares y críticos. En 1965 le fue otorgado el grado de Doctor Honoris Causa en la Universidad de Oxford, Gran Bretaña. En 1945 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura y en 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el sexto escritor de habla hispana y el tercer latinoamericano en recibir tan importante distinción.

Pablo Neruda fue una figura clave de la cultura y política chilena del siglo XX impactando notablemente en la sociedad y en el mundo artístico nacional. El 23 de septiembre de 1973, Pablo Neruda falleció en Santiago víctima de un cáncer de próstata. Con motivo del centenario del nacimiento del poeta, el archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional de Chile, montó la exposición «Las Vidas del Poeta«.

Resultado de imagenObra:
Crepusculario. Santiago, Ediciones Claridad, 1923.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Santiago, ditorial Nascimento, 1924.
Tentativa del hombre infinito. Santiago, Editorial Nascimento, 1926.
Anillos. Santiago, Editorial Nascimento, 1926. (Prosa poética de Pablo Neruda y Tomás Lago.)
El hondero entusiasta. Santiago, Empresa Letras, 1933.
El habitante y su esperanza. Novela. Santiago, Editorial Nascimento, 1926.
Residencia en la Tierra (1925–1931). Madrid, Ediciones del Árbol, 1935.
España en el corazón. Himno a las glorias del pueblo en la guerra: (1936–1937). Santiago, Ediciones Ercilla, 1937.
Nuevo canto de amor a Stalingrado. México, 1943.
Tercera residencia (1935–1945). Buenos Aires, Losada, 1947.
Canto general. México, Talleres Gráficos de la Nación, 1950.
Los versos del capitán. Imprenta L’Arte Tipografica, Napoli, 1952, 184 pp.
Todo el amor. Santiago, Editorial Nascimento, 1953.
Las uvas y el viento. Santiago, Editorial Nascimento, 1954.
Odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1954.
Nuevas odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1955.
Tercer libro de las odas. Buenos Aires, Losada, 1957.
Estravagario. Buenos Aires, Editorial Losada, 1958.
Navegaciones y regresos. Buenos Aires, Editorial Losada, 1959.
Cien sonetos de amor. Santiago, Editorial Universitaria, 1959.
Canción de gesta. La Habana, Imprenta Nacional de Cuba, 1960.
Poesías: Las piedras de Chile. Buenos Aires, Editorial Losada, 1960.Las Piedras de Pablo Neruda
Cantos ceremoniales. Buenos Aires, Losada, 1961.
Memorial de Isla Negra. Buenos Aires, Losada, 1964. 5 volúmenes.
Arte de pájaros. Santiago, Ediciones Sociedad de Amigos del Arte Contemporáneo, 1966.
Fulgor y muerte de Joaquín Murieta. Santiago, Zig-Zag, 1967. La obra fue escrita con la intención de servir de libreto para una ópera de Sergio Ortega.
La Barcarola. Buenos Aires, Losada, 1967.
Las manos del día. Buenos Aires, Losada, 1968.
Comiendo en Hungría. Editorial Lumen, Barcelona, 1969. (En co-autoría con Miguel Ángel Asturias)
Fin del mundo. Santiago, Edición de la Sociedad de Arte Contemporáneo, 1969. Con Ilustraciones de Mario Carreño, Nemesio Antúnez, Pedro Millar, María Martner, Julio Escámez y Oswaldo Guayasamín.
Aún. Editorial Nascimento, Santiago, 1969.
Maremoto. Santiago, Sociedad de Arte Contemporáneo, 1970. Con Xilografías a color de Carin Oldfelt Hjertonsson.
La espada encendida. Buenos Aires, Losada, 1970.
Las piedras del cielo. Editorial Losada, Buenos Aires, 1970.
Discurso de Estocolmo. Alpignano, Italia, A. Tallone, 1972.
Geografía infructuosa. Buenos Aires, Editorial Losada, 1972.
La rosa separada. Éditions du Dragon, Paris, 1972 con grabados de Enrique Zañartu.
Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena. Santiago, Empresa Editora Nacional Quimantú, Santiago, 1973.
Geografía de Pablo Neruda. Editorial Aymá, Barcelona, 1973. Glosas autógrafas de Neruda, Fotos de Sara Facio y Alicia D’Amico.
Himno y regreso.
Que despierte el leñador.
Tentativa del hombre infinito.

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