Kamo’oalewa, un objeto cercano a la Tierra (NEO) de 40 a 100 metros de ancho, fue liberado por el impacto de un asteroide entre 1 millón y 10 millones de años atrás, un choque que creó el cráter Giordano Bruno de 22 kilómetros de diámetro en la Luna, sugiere una nueva investigación.
El cráter Giordano Bruno en la Luna, hogar del asteroide Kamo’oalewa. Crédito: Nature Astronomy.
Descubierto en 2016 por el telescopio de exploración de asteroides Pan-STARRS 1 en Haleakalā, Hawái, como parte del esfuerzo de defensa planetaria de la NASA para descubrir rocas espaciales que podrían golpear nuestro planeta, Kamo’oalewa (oficialmente, 469219 Kamoʻoalewa) orbita el Sol en sincronización con la Tierra y gira extremadamente rápido para un asteroide. Estas características desconcertantes llevaron a los científicos a investigar los orígenes de la cuasi-luna.
En 2021, una investigación reveló que la composición de Kamo’oalewa es similar a las rocas recuperadas de la Luna, insinuando su origen lunar. La pregunta era, ¿De dónde exactamente en la Luna provino?
«Nuestros principales hallazgos son que Kamo’oaelewa se originó en la Luna, y no en el cinturón de asteroides, contrario a la mayoría de los asteroides pertenecientes a la población de NEOs», dijo Patrick Michel, miembro del equipo e investigador principal del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), la agencia de investigación estatal de Francia. «Como detectives, usamos toda la información conocida sobre este objeto y la superficie lunar para derivar un escenario de origen, comenzando desde el impacto que produjo el cráter Giordano Bruno».
Impresión artística del cuasi satélite de la Tierra Kamo’oalewa cerca del sistema Tierra-Luna. Crédito: Addy Graham / UArizona.
Recreando una suerte de «crimen cósmico», el equipo conectó a Kamo‘oalewa con el cráter Giordano Bruno trabajando como detectives en escena. Utilizaron un modelo computacional para imitar el tipo de impacto que habría producido una roca espacial como esta cuasi-luna.
Eso significaba tener en cuenta cosas como el tamaño y la distribución de la velocidad de los fragmentos resultantes y su evolución dinámica. Esta reconstrucción demostró que algunos fragmentos resultantes eventualmente entrarían en una resonancia orbital 1:1 con la Tierra, con las mismas propiedades dinámicas que Kamo’oalewa.
«Nuestros resultados nos dicen que es muy probable que Kamo’oalewa sea un fragmento de la superficie lunar para el cual tenemos una relación directa con un cráter conocido si nuestro escenario es correcto», señaló Michel. «Por lo general, lo mejor que podemos hacer es determinar la región de origen en el cinturón de asteroides de un NEO, conociendo su órbita actual. Una región suele ser muy amplia en este tipo de estimaciones, como el cinturón de asteroides interno o externo. Aquí, identificamos un cuerpo y una ubicación muy específicos de dónde proviene este objeto, lo cual es muy emocionante».
El cráter lunar Giordano Bruno podría haber sido el hogar de la cuasi-luna de la Tierra, Kamo’oaelewa. Crédito: NASA/Goddard/Universidad Estatal de Arizona.
El científico francés explicó que la órbita de Kamo’oalewa no es estable, lo que llevó al equipo a vincularlo con un cráter que no es demasiado antiguo, posiblemente con una edad entre uno y diez millones de años.
«Entonces también necesitábamos que el cráter no fuera demasiado grande, para que se pudiera producir un fragmento intacto del tamaño de Kamo’oalewa. El mejor candidato fue entonces Giordano Bruno, que cumple con ambas restricciones», sentenció.
El modelado de impacto del equipo también les dio una idea del tamaño del proyectil espacial que habría creado el cráter lunar de 22 km de ancho y sus fragmentos de la cuasi-luna. Estimaron que el asteroide que golpeó la Luna debía tener un ancho de alrededor de 1.6 kilómetros para tallar el cráter Giordano Bruno y liberar a Kamo’oalewa.
Si un asteroide de ese tamaño golpeara la Tierra, liberaría aproximadamente la misma cantidad de energía que la detonación de una bomba de un millón de megatones.
Veredicto final
Michel reconoce que los resultados de su equipo son solo provisionales. Por lo tanto, aunque ha ofrecido un sólido vínculo entre Kamo’oalewa y la Luna, se necesitarán datos adicionales de la roca espacial para confirmar esta conexión.
El cráter lleva el nombre de Giordano Bruno, un polifacético italiano conocido por sus contribuciones como astrónomo, filósofo, teólogo, matemático y poeta. Sus teorías cosmológicas trascendieron el modelo copernicano al proponer que el Sol era simplemente una estrella y que el universo albergaba un número infinito de mundos habitados por seres inteligentes y animales. Estas ideas, junto con sus afirmaciones teológicas panteístas, provocaron su condena por herejía y su ejecución en la hoguera por las autoridades civiles de Roma.
«El próximo estudio más emocionante de Kamo’oalewa será ofrecido por la misión china Tiawen-2, que debería lanzarse en 2025 para muestrear la superficie del asteroide y devolver las muestras a la Tierra para su análisis en laboratorio», dijo. «Esta es una misión muy desafiante, ya que nadie ha visitado antes un objeto tan pequeño que rota sobre sí mismo en solo 28 minutos».
«El análisis de las muestras nos dirá, por primera vez, cuál es el estado físico y termodinámico de un fragmento de este tamaño extraído de la superficie lunar por un impacto, algo que no podemos determinar en nuestro modelo de impacto», concluyó.
La investigación ha sido publicada en la revista Nature Astronomy.
Fuente: Space.com. Edición: MP.
Kamo’oalewa, un extraño satélite de la Tierra, sería un fragmento expulsado de la Luna