En 2005, año en el que se aprobó el matrimonio homosexual, Mariano Rajoy declaraba que el presidente del Gobierno de por entonces, Zapatero, quería«hacer lo que no ha hecho nadie por esa manía de parecer moderno»porque «el matrimonio siempre ha sido una institución entre un hombre y una mujer». A estas le sucedieron muchas más declaraciones de otras personas del Partido Popular que hicieron que, desde entonces, la derecha española fuera definida por sí misma y por los ojos de los españoles como la opción homófoba mientras que el PSOE, aprobando el matrimonio igualitario, abanderaba la causa.
Cuando en 2011 le pregunté a Carla Antonelli sobre los gais de derechas yo, que me esperaba la típica respuesta bienqueda de «yo respeto todo», tuve que escuchar, entre otras cosas, que «allá ellos y sus conciencias». ¿Cómo puede existir esa especie de homofobia dentro de la homosexualidad? Nunca lo he entendido.
Siempre pensé que la aprobación de dicha ley respondió más a un triunfo de la sociedad que de un partido en particular, y me he sentido utilizado cuando el PSOE ha mostrado ese logro con un rendimiento electoral, como si le debiéramos algo. Lo hizo Zapatero y también Rubalcaba. La gota que colmó el vaso fue cuando vi a Elena Valenciano anunciada en Grindr en la campaña de las europeas de 2014: su banner más bien bajaba la libido de quienes entraban en la aplicación. Hace poco, Pedro Sánchez también recordó que los gais le debíamos el voto, cuando en un mitin se le fue la pinza y se puso a gritar que, entre otras cosas, su partido había logrado «la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo». Es cierto que hay que reconocerlo, pero yo no debo nada a nadie simplemente porque se haya hecho lo que se tenía que hacer. Siempre he tenido la sensación de que lo hacían para asegurarse unos votos, sin más.
Desde entonces y en la sombra, los gais de derechas han estado bajo el estigma de ser unos incomprendidos, sistemáticamente rechazados y casi escondidos, para mí unos verdaderos antisistema. La izquierda no quiere que se sepa de su existencia y a la derecha aparentemente no le ha gustado que hayan estado incluidos entre sus filas, aunque parece ahora que la cosa está cambiando.
No ha sido fácil encontrarlos: el reto era entrevistar a cinco chicos menores de 35 años y que se definieran abiertamente gais y de derechas. En el arduo trabajo para encontrarlos y convencerlos, llamé un par de veces a prensa del Partido Popular. En la última conversación, la persona que se encontraba hablándome desde Génova 13 me dijo, en resumidas cuentas, que no me podían ayudar y que lo que podía hacer era salir a la calle e ir preguntando a los que pasaran. En serio, me dijeron eso. Evidentemente no lo hice y, tras un largo y complejo trabajo de contactos, aquí tenéis sus entrevistas. No hay nada imposible.
LUIS. LLEVA DESDE LOS 16 AÑOS AFILIADO AL PARTIDO POPULAR
Luis. Lleva una pulsera con la bandera de España porque «es un símbolo de mi país»
Luis, 26 años. Trabaja en una consultoría. Lleva desde los dieciséis años afiliado al Partido Popular. En el Orgullo Gay del 2015 fue el creador del polémico hashtag #YoSoyGayYdelPP.
VICE: ¿Por qué eres de derechas?
Luis: Bueno, de derechas… yo creo que ese término es muy contundente… Yo más bien me defino de centro-derecha liberal. Simpatizo sobre todo con el Partido Popular porque es un partido muy amplio y las políticas que desde ahí se llevan a cabo están centradas en la persona, en la libertad del individuo, no un gobierno o un Estado que te tiene que decir todo lo que tienes que hacer.
¿Supiste antes que eras de derechas o que eras homosexual?
Yo nací en 1989 y ya con cinco años me gustaban los chicos. Aquí estamos hablando de los mediados de los noventa en España y yo crecí en un ambiente conservador, clásico y el hecho de ser homosexual estaba muy mal visto, no se aceptaba… pero yo era muy ignorante de todo eso. En la adolescencia ya vi cómo en la sociedad eso no estaba aceptado y yo no se lo dije a nadie. A partir de los trece años, que es cuando me empezó a gustar la política, supe de forma clara mi línea ideológica.
Y cuando lo tuviste claro, sabiendo que eras gay, ¿no entraron en conflicto ambas cosas?
No es un contrasentido porque, digamos, es como un tema tabú también en la izquierda: yo tengo muchos amigos de izquierdas y es tabú al mismo nivel. En mi caso, no entra en conflicto hasta que llego a la universidad con dieciocho años… La sociedad española ha cambiado radicalmente en los últimos quince años. Mi partido es muy grande y hay gente muy conservadora y otra gente que es más de centro-derecha liberal. Yo nunca, y llevo afiliado desde los 16 años, he tenido con nadie ningún problema cuando han sabido que era homosexual.
¿Lo has dicho de forma pública?
A los diecinueve años ya empezó a ser público y notorio. Antes no porque, simplemente, no ibas diciendo «hola, soy Luis, soy gay»… no. No se trataba y ya está pero, de todas maneras, no había necesidad. Sólo que llegas a una edad en la que te relacionas con muchísima gente y al final se va sabiendo y ya está, con total naturalidad.
Me atrevo a decir que el 60, el 70% o incluso más de los chicos de Nuevas Generaciones de Madrid son gais. La realidad es así porque la conozco yo desde dentro
¿Consideras que está justificado que la izquierda tenga cierto tipo de autoridad moral en cuestiones de políticas LGTB?
Yo soy muy reivindicativo en esto, y esta izquierda no debería ni tiene la autoridad moral para que se le apropien los derechos LGTB. Sí es verdad que algunos de ellos han trabajado en este sentido por supuesto, y hay que reconocerlo, pero la realidad es muy diferente: el tema no es ser gay y ser de izquierdas automáticamente. La gente no cree que se pueda ser de derechas o de centro-derecha… se puede ser gay y tener otras ideologías. El problema es que la sociedad está muy mediatizada y creo que esa imagen que se tiene en España es porque el Partido Popular ha sido muchísimo más reacio que la izquierda para abordar este tipo de temas. El Partido Socialista ha sido más visible porque ha tenido personas que se han dedicado a impulsar estas políticas. Así se ha tenido el concepto de que el Partido Popular va contra los gais; entonces el centro-derecha o la derecha va contra la homosexualidad y no es así: el PP jamás ha ido en contra de los homosexuales. Lo único que ha hecho, que ha sido un error por su parte, es presentar ante el Tribunal Constitucional un recurso contra la denominación de ‘matrimonio homosexual’, pero hay que saber muy bien qué es eso: el PP hizo un recurso simplemente contra el nombre, no contra el derecho de los homosexuales a poder casarse libremente o adoptar hijos. Yo personalmente estoy en contra de que se presentara ese recurso; ha sido demoledor para nuestro partido y para el colectivo porque la imagen que se ha trasladado a la sociedad es de que el PP va contra los gais, una cosa terroríficamente equívoca. Conozco a muchísima gente en el Partido Popular de Madrid y de otros puntos de España y la realidad es que es un partido muy abierto y que esto lo tiene bastante aceptado porque gran parte también de muchos de nosotros, de la rama juvenil del Partido Popular que somos Nuevas Generaciones, no un 20 o un 30% sino mucho más, somos homosexuales.
¿Más de un 30% de militantes homosexuales?
Mucho más. Nadie se lo imaginaría. Me atrevo a decir el 60, el 70% o incluso más. La realidad es así porque la conozco yo desde dentro y llevo muchísimos años en el Partido Popular. Lo que pasa es que esta realidad dista muchísimo de esa mediatización. Se ha trasladado una imagen muy equivocada del PP y habría que pedir perdón a toda la sociedad española por ese acto que hizo «en contra» de ese colectivo, que en realidad fue de la denominación.
¿Cómo valoras, como homosexual y de derechas, que históricamente los partidos de derechas hayan siempre ido en contra de los intereses del colectivo LGTB?
El Partido Popular siempre ha sido mucho más reacio a este tipo de temas porque ha habido una parte conservadora. Ha sido una equivocación y eran otros tiempos: el partido ha cambiado radicalmente en los últimos diez años aceptando muchísimos temas y se ha moderado ese conservadurismo, que a lo mejor era como un 60% y que ahora ha bajado a cotas muy bajas. El PP es el partido más grande de Europa, con 800.000 personas: hay muchísima gente, no somos una secta. Lo que no se puede consentir es que la autoridad moral de este tema sólo quiera tenerlo la izquierda: eso es totalmente falaz, mentira y no se puede consentir. Es criminal: hay muchísima gente gay que es de derechas, y desde la izquierda están marginando a esa gran parte del colectivo. Ellos saben perfectamente que si se pusiera todo el mundo en la mesa, ganaría la derecha LGTB porque en número somos muchísimos más. Aquí lo que falla es un elemento de comunicación: no se transmite esa realidad.
¿Te has enfrentado a algún problema por declarar que eres homosexual y de derechas?
Nunca he tenido problemas por decir que soy gay, pero por decir que soy gay y del PP he tenido un montón, sobre todo con gente que es de izquierdas: ese sector que reclama tanto progresismo, tanto avance social, etc., son ellos mismos los que no toleran que te pueda gustar una cosa y puedas pensar equis. Son los primeros intolerantes, es una gran paradoja. Y no lo digo como casos aislados, he tenido muchísimos casos.
¿Por ejemplo?
Pues conocer a un chico y bueno… sabía que era gay pero empezamos a hablar de política y vio que yo simpatizaba más con las ideas de centro-derecha, del PP, de ideas más liberales… y se puso loco porque no entendía que me gustaran los chicos y fuera votante del PP. Ya no es que no fuera capaz de entenderlo, es que le parecía lo peor del mundo. Cortó conversación automáticamente conmigo. También con amigos o amigos de amigos, muy jóvenes, me he encontrado con esta actitud. ¿Crees que esto es tolerancia, progreso, avance…? ¡Nada! Y no es un caso aislado. A mí esto me tiene muy sorprendido y me cabrea muchísimo.
Ciudadanos y Podemos saben perfectamente que la gran cantera de gais la tiene el Partido Popular. No son cuatro, cinco o seis… no. La inmensa mayoría de gais son del PP
¿Conoces a muchos gais de derechas como tú?
Sí. Infinitamente. De hecho, en Nuevas Generaciones de Madrid o de España es aplastante. Nadie se imagina que en el PP la gran mayoría son gais y ya no sólo afiliados a Nuevas Generaciones sino dentro del Partido Popular o entre los cargos: concejales, alcaldes, etc., que puedan ser gais. Y gente que estamos dentro de la política: los de Ciudadanos e incluso los de Podemos saben perfectamente que la gran cantera de gais la tiene el Partido Popular. No son cuatro, cinco o seis… no. La inmensa mayoría de gais son del Partido Popular. Lo que pasa es que sólo lo sabemos los que estamos en política. Esto no interesa y nadie escribe ni una puñetera coma sobre este tema. Eso sí: de derechos LGTB, de tal y cual se escribe inmensa cantidad de cosas, hasta los periódicos más locales, pero de manera sectaria y totalmente monopolizada, que es a favor de la izquierda.
La FELGTB es una mafia de la izquierda. La instrumentalizan políticamente sólo a favor de ellos
¿Por qué el PP no pone una carroza en el Orgullo Gay?
Porque la FELGTB [Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales] se niega a ponerla. Eso no se dice. El Partido Popular está dispuesto a pagar el canon por participar y la federación se niega rotundamente. Ya no sólo eso: hay cosas mucho más graves como lo que pasó en julio de 2015. A la manifestación que precede al desfile del Orgullo Gay, por sentido común, hay que invitar a las instituciones. Pues invitaron al Ayuntamiento [Ahora Madrid] pero no querían que fuera nadie de la Comunidad de Madrid [Partido Popular]. Cristina Cifuentes estaba encantadísima de ir y la federación dijo que no se le ocurriera ponerse a la cabeza de la manifestación. Es una vergüenza las personas que están dirigiendo la federación, que como muchas otras son una mafia que monopolizan en función de sus intereses personales. Lo instrumentalizan políticamente sólo a favor de la izquierda. Luego dicen que los de derechas son muy fachas pero, a la hora de la verdad, de sentarse a la mesa, rechazan a los cargos del Partido Popular. Lo de Cristina Cifuentes lo sabían muchos periodistas y nadie ha dicho nada. Es una puñetera vergüenza y a mí me enloqueció, porque no sólo la federación es una mafia de la izquierda con esa reacción totalitaria sino que la Comunidad de Madrid se prestó a hacer aquí el circo y no lo denunció públicamente.
¿Por qué crees que es tabú el tema de ser homosexual y de derechas?
Ser de derechas y homosexual es un tema muy tabú porque la derecha siempre ha sido más conservadora y más reacia en este asunto. Pero no sólo en la derecha: también en la izquierda, lo que pasa es que ella ha sido la que ha tomado la delantera en los últimos veinte años. La realidad es que en los diferentes estratos sociales, tanto si eres de izquierdas como si eres de derechas, sigue existiendo ese tabú.
JOAQUÍN. SIMPATIZANTE DEL PARTIDO POPULAR
Joaquín. Posa frente a la bandera de España en la plaza de Colón porque es «un símbolo de la unidad de todos los españoles»
Joaquín, 26 años. Trabaja en una consultora de recursos humanos. Tiene novio. Siente afinidad por el Partido Popular.
VICE: ¿Por qué eres de derechas?
Joaquín: Soy de derechas porque la izquierda que hay en España me parece muy revanchista, que no tiene una política económica clara. Defiendo que la prosperidad de un país está ligada a la inversión privada y a la economía y rechazo totalmente defender un ‘Estado elefante’ donde todo el mundo sea funcionario; también creo en la unidad de todos los españoles.
¿Te diste cuenta antes de que eras gay o de que eras de derechas?
Primero me di cuenta de que era homosexual. Yo fui de izquierdas hasta los 22-23 años: iba a manifestaciones pro-palestina, contra los recortes de Bolonia, los recortes de Sanidad, criticaba mucho al PP… pero vas creciendo y ya empiezas a leer un poco más y ahí me empecé a dar cuenta de que todo no es ni blanco ni negro. Podría decirse de que me di cuenta de que ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos.
Y cuando tenías claro que eras de derechas, ¿no entraron ambas cosas en conflicto?
No, al contrario. Digamos que como que se alinearon bastante mis posturas.
¿Por qué?
Esta idea de que la izquierda siempre se alinea con los intereses de la comunidad LGTB me parece una medida electoralista. Remontándonos a los tiempos de Mari Castaña, grandes figuras de la izquierda como por ejemplo el Che Guevara, eran unas personas bastante homófobas; él defendía que a los homosexuales había que exterminarlos porque era una enfermedad burguesa. También Tierno Galván dijo que la homosexualidad debía guardarse de puertas para adentro. Además me parece que la Ley de Vagos y Maleantes que penaba a homosexuales desapareció con Adolfo Suárez y durante todos los años que estuvo Felipe González quizás no… no colaboró.
¿Cómo consideras que históricamente la derecha haya ido en contra de los intereses del colectivo gay?
Yo ahí discrepo totalmente: los partidos de derechas no han ido en contra del colectivo homosexual. Ha habido una serie de diferencias a la hora de ‘matrimonio’ o ‘unión civil’ y ahí puedo entender que se abra el debate. Yo me crié en un colegio de curas y sí considero que el término ‘matrimonio’ es un sacramento. Es como si ahora organizamos un bar mitzvah civil; me parecería ridículo. Llamarle ‘matrimonio’ entiendo que pueda herir sensibilidades. La gente católica, al ver que el matrimonio lo equiparas a uniones del mismo sexo les puedes sonar a que les estás menospreciando… lo entiendo pero tampoco lo comparto.
Pero el matrimonio, aparte de ser un sacramento, es un derecho civil.
Yo estoy a favor de que las parejas homosexuales tengan los mismos derechos que las parejas heterosexuales de cara al testamento, propiedades, adopción, hijos, divorcio, etc., pero rechazo el término. Hablando con otros amigos también homosexuales piensan como yo. En Reino Unido se llama ‘unión civil’ y tienen los mismos derechos.
¿Te has enfrentado a algún problema por decir que eres homosexual y que eres de derechas?
Pues alguna vez han cuestionado mi ideología por ser homosexual. Por ejemplo: yo tengo amigas de la universidad que son de izquierdas y que cuando yo empecé a votar al PP y a mostrar mi ideología siempre me salían con lo mismo: «pero Joaquín… es que eres homosexual». Siempre te intentan tirar de la lengua y buscar algún pequeño fallo argumental en tu ideología para hacerla parecer inestable. Es curioso porque me he encontrado menos problemas con gente heterosexual de derechas, a los que les comentas que eres gay de derechas y en ningún momento te cuestionan y, sin embargo, me he encontrado con muchos más problemas con la gente de izquierdas.
¿Cómo se lo toma tu entorno?
Depende un poco de la persona: tengo amigos de derechas que se lo toman bien; tengo amigas de izquierdas que se lo toman también bien pero luego… otros que no. Es lo que he dicho antes, que siempre te intentan rascar. A veces, en algún debate, las cosas se han desmadrado… pero tampoco nos hemos llegado a pegar ni nada.
Un amigo mío salió del armario y en su casa tenían una foto de Felipe González en la mesilla… y bueno, a los padres no les hizo ni puta gracia
¿Conoces a más gais de derechas como tú?
Sí: de hecho conozco a más homosexuales de derechas que de izquierdas.
¿Cómo los has conocido?
Pues por ser de un determinado colegio o por moverte en una determinada zona… el entorno siempre te marca.
¿Qué les dirías a todos esos chicos homosexuales de derechas que ocultan públicamente su condición e ideología por miedo al rechazo? Que los hay y muchos.
Sí, haberlos hay pero también hay gais de izquierdas que no lo dicen en su casa por la historia familiar. La gente se considera más progre de lo que realmente es. Conozco el caso de un amigo que salió del armario y en su casa tenían una foto de Felipe González en la mesilla… y bueno, a los padres no les hizo ni puta gracia. Creo que la ideología no tiene por qué marcar a la hora de aceptar una determinada orientación sexual.
¿Por qué consideras que es tabú?
Dentro de la derecha española hay gran parte que son cristianos, apostólicos y romanos y puedo entender que haya un cierto tabú principalmente por el tema de la religión. Una familia cristiana o musulmana es más probable que no sea tan comprensiva para aceptar el tema de la homosexualidad, como en prácticamente todas las religiones. El tabú que yo encuentro en la gente de derechas a la hora de salir del armario es principalmente porque su familia es cristiana y católica, no porque su familia sea de derechas sin más.
La izquierda siempre se ha adueñado de este tipo de etiquetas, de crearlas y de defenderlas, argumentando que «tú estás mal a no ser que me votes a mí»
¿Cómo valoras que la izquierda se otorgue cierto tipo de autoridad moral en cuestiones de políticas LGTB?
Creo que la izquierda siempre ha funcionado así: la filosofía de alguna gente de izquierdas le da mucho peso a lo material, como de «tanto tienes, tanto vales». Y si tienes menos, vales menos.
Pero, se supone que es todo lo contrario, ¿no?
Sí… pero yo lo veo así. Me parece que el discurso de la izquierda es: «no tienes esto, no podrás llegar a determinado status social. Por lo tanto deberás votarme a mí». Son partidos que se centran en la debilidad y en achacar siempre los problemas que tiene la gente con el etiquetado social de «homosexual», «inmigrante», «persona con discapacidad»… es una forma de categorizar y de autocategorizarnos y hacernos de menos. La izquierda siempre se ha adueñado de este tipo de etiquetas, de crearlas y de defenderlas, argumentando que «tú estás mal a no ser que me votes a mí». La derecha tiene el discurso de «tú estás mal por una política fiscal o monetaria, porque no se ha invertido en infraestructuras…», vinculado con tema de cifras o de políticas concretas mientras que la izquierda se centra en las etiquetas y las mal denominadas «minorías sociales»: es un concepto envenenado. Si te categorizan te ven como una persona desvalida en el mundo, cuando realmente no tiene absolutamente nada que ver. Yo me he encontrado con gente a la que le he contado que soy gay y ya te dicen: «ay, eres gay. Lo pasaste mal»… la izquierda juega mucho con eso para ganar votos. Las minorías, al caer en esa autocategorización, acabamos votando más a la persona que defiende dicha etiqueta. Es una cuestión de dirigir rebaños y la derecha transmite que tú puedes llegar alto por tu trabajo y por tu esfuerzo: esas cosas son las que te van a hacer realmente libres, no las políticas sociales, no un cartel en la calle, no aprobar alguna ley que no te va a ayudar a nada… sino hacer más visible esa etiqueta.
GUILLERMO. TRABAJADOR SOCIAL Y MILITANTE DEL PARTIDO POPULAR
Guillermo. Posa con la Constitución Española y el Tratado para la Constitución Europea: «son la base para la convivencia y el marco que recoge nuestros derechos»
Guillermo, 28 años. Es trabajador social y su labor está centrada con los inmigrantes. Milita en el Partido Popular.
VICE: ¿Por qué eres de derechas?
Guillermo: Yo creo en el no intervencionismo del Estado en todos los aspectos de la vida. Me gusta la libertad individual frente al colectivismo: el Estado no tiene que ser una macroestructura que aplaste al ciudadano. La izquierda tiende a controlar todo. Yo me inclino por la derecha, pero no una derecha conservadora sino una derecha liberal.
¿Te diste cuenta antes de que eras homosexual o de que eras de derechas?
Yo tuve antes conciencia de mi condición sexual. Yo sé que soy homosexual desde los trece años. Y, por otro lado, mi familia es de izquierdas: mi madre ha ido girando en los últimos años pero en mi infancia ella era socialista, afiliada a UGT, y mi padre es socialista de toda la vida, mi abuelo era de la policía secreta de la 2ª República y estuvo exiliado y condenado a muerte, le desterraron… entonces mi familia viene de una larga tradición de izquierdas. Pero, cuando yo tenía dieciséis años, cuando empecé a notar la importancia que la política tiene sobre la ciudadanía, fue cuando me di cuenta que yo no comulgaba con la izquierda.
Cuando supiste que eras de derechas, ¿no entró en conflicto ser homosexual?
El conflicto no entraba por la ideología: cuando tenía dieciséis años todavía daba igual ser de izquierdas o de derechas, daba igual un ambiente que otro. La homosexualidad era mala, tanto para la izquierda como para la derecha, tanto para el PSOE como para el PP. Aunque yo tuviera una conciencia, en esa época nadie salía del armario en el colegio o en el instituto. Ahora los niños de quince años van con su novio cogido de la mano por el pasillo del instituto y les da igual, por lo menos en grandes núcleos urbanos como Madrid o Barcelona. Entonces entraba en conflicto por lo social, no era conflicto ideológico. Yo me veo en el liberalismo: yo creo en la libertad individual y eso pasa por la libertad de orientación sexual. Cada uno puede amar a cualquiera, y eso es parte del liberalismo: no sólo es económico, también es social y cultural.
¿Consideras justificada la atribución de cierto tipo de autoridad moral de la izquierda en cuestiones de políticas LGTB?
En cierto aspecto sí: la derecha en este país ha estado representada por el Partido Popular institucionalmente hasta hace muy poco tiempo. El PP, desde siempre, ha pasado por el tema de lo social siempre muy de puntillas y nunca ha considerado como propia la necesidad de trabajar con el tejido social. La izquierda, desde siempre, ha cautivado (pero no de cautivar, sino de coger cautivo) al movimiento asociativo, y el 95% de él está controlado por la ellos. La derecha, hasta hace diez años, no le ha dado el más mínimo interés y cuando ha querido hacerlo, el sectarismo social era tan grande que no ha tenido ninguna capacidad para entrar en él. Entre que la derecha ha pasado toda la vida del movimiento social y la izquierda lo ha cogido como propio, ahora vienen con una superioridad moral que no es real: una cosa es que el Partido Popular haya mirado más a la economía que a lo social, que es verdad, y otra cosa es que no haya conciencia social porque no es justo. La izquierda lo ha secuestrado como suyo y no lo suelta mientras la derecha hasta hace poquísimo lo ha tenido como un tema de segunda categoría.
Pero sólo hay que ver la afinidad ideológica que tienen la mayoría de las asociaciones LGTB…
Hay dos grandes asociaciones en España: la FELGTB, Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, que se negó a llamarse «Española» para no hacer daño a las asociaciones nacionalistas que se encuentran en su interior; y la confederación española COLEGAS que es la otra gran federación a nivel nacional que hay. COLEGAS, desde el principio, solicitó el matrimonio homosexual como tal, no como unión civil, y la FELGTB, adalid de los derechos del colectivo, simplemente pedía la unión: nunca se atrevió a dar el paso hasta matrimonio. Cuando llegó el matrimonio, a COLEGAS, que se le tilda de derechas, no se le dio ningún reconocimiento y la FELGTB, al estar en la órbita de la izquierda, se colgó todas las medallas de la aprobación de esa ley, cuando nunca tuvo los huevos de pedirlo en su día. Hay una hipocresía enorme: algunos se ponen la moralidad cuando luego se han subido al carro sin más.
Pero, ¿COLEGAS de qué ideología es?
No se adscribe a ningún partido político pero, para las asociaciones de izquierdas LGBT, si no eres de izquierdas ya eres de derechas.
¿Hay entonces ‘derechofobia’ dentro de las asociaciones LGBT?
Por supuesto. No sé si esa politización es por una cuestión de subvenciones o de ganar dinero… A unos les moverá el dinero, otros realmente pensarán que la derecha es malvada y merece la exclusión social, otros se dejarán llevar por lo que dicen los demás… el caso es que la izquierda es excluyente con la derecha y la derecha mira para otro lado muchas veces. Como calla, otorga.
Nos han llamado fascistas, nazis, que éramos unos cabrones, que teníamos que pedir perdón a los gais por pertenecer algunos de nosotros al Partido Popular, que no teníamos decencia… de todo
Entonces, ¿cómo valoras la pataleta del Partido Popular con respecto al matrimonio homosexual?
La valoro en dos partes: la primera es que yo no voy a defender al PP por el recurso de anticonstitucionalidad a una ley que sí es constitucional, pero el Partido Popular, en 2004, recogió en su programa electoral la unión civil de parejas de hecho igualitarias. El PSOE decidió llamarlo matrimonio, a lo cual se opuso el PP… no era una cuestión de derechos, sino una cuestión del nombre, y yo no estoy de acuerdo: me parece una discusión absurda. Pero no era una cuestión de homofobia: su base más amplia por entonces era la democristiana y probablemente lo siga siendo a día de hoy; quería quedar bien con ellos, ante la galería. Y el PP hizo una cagada del quince que yo no puedo defender, pero no es justo acusarle de homofobia por esa decisión.
Eso es lo que toca vivir: entre los cobardes que hay dentro del PP y los sectarios de fuera… apañados vamos
Por tanto, ¿fue por quedar bien con su votante más cristiano?
Ni siquiera cristiano, porque alguien que quiere discriminar a otra persona por su condición sexual no es un buen cristiano. Yo no lo considero así.
¿Te has enfrentado a algún problema por declarar que eres homosexual y de derechas?
He tenido problemas dentro de la militancia del Partido Popular, donde he tenido algún cargo de responsabilidad pequeñito, y también fuera del partido. El 90% de los gais del PP nos conocemos, y dentro del ellos ha habido personas cobardes que, por yo ser abiertamente gay, en actos públicos me han negado el saludo, han mirado para otro lado como que no me conocían… y yo pensaba: «tú y yo nos liamos anoche en la Boite [sala madrileña frecuentada por homosexuales]» y ese no me quería saludar para que no pensaran que él también era gay. Luego, en los movimientos asociativos yo he estado en un montón de reuniones y participando en muchos consejos… y a COLEGAS, por no ser de izquierdas y tildarnos ellos de derechas y llevar la voz discordante, nos han llamado fascistas, nazis, que éramos unos cabrones, que teníamos que pedir perdón a los gais por pertenecer algunos de nosotros al Partido Popular, que no teníamos decencia… de todo. El presidente de COLEGA Madrid acudió a una reunión del Plan Nacional Contra el Sida con todas las asociaciones LGBT para, según le contaron, unir todos los esfuerzos para el mismo fin, y al llegar le dijeron que con gentuza asquerosa como nosotros de derechas no iban a trabajar. Que le habían llamado sólo para decirle que nunca iban a trabajar con nosotros y que querían que desapareciéramos. Eso lo dijo gente de COGAM, de ARCÓPOLI… gente de la izquierda que llaman a COLEGAS para ponernos a parir y expulsarnos de una reunión. Eso es lo que toca vivir: entre los cobardes que hay dentro del PP y los sectarios de fuera… apañados vamos.
Ha habido momentos en los que, en todos los distritos de Madrid, a lo mejor el 70% de los presidentes o secretarios generales de Nuevas Generaciones eran gais o lesbianas
¿Y en otros ámbitos?
Pues en el Grindr, o cuando salió el Badoo, Bakala, Planet Romeo… conocí a gente, empecé a hablar con ella, y cuando le contabas que militas en el PP te borran y te bloquean, pero no le doy importancia. Yo, que trabajo en el movimiento asociativo, estoy rodeado con muchísima gente de izquierdas… una amiga hoy mismo me ha dicho: «Guillermo, es que no entiendo cómo puedes ser del PP cuanto tienes un alma tan pura». También me dicen mucho: «eres mi único amigo del PP». Yo me lo tomo a cachondeo.
Entonces, ¿eres ‘izquierdafriendly’?
No: soy una persona de la derecha social. Para mí no es incompatible ser de derechas con tener unos valores sociales y luchar por ellos. Si existiera un partido de derechas donde la acción social fuera prioritaria, estaría afiliado el primero. Pero no existe. El PP que más me representa es el de la Comunidad de Madrid: Cifuentes y Aguirre han sido grandes personas que han rechazado y se han opuesto al recurso de anticonstitucionalidad, por ejemplo. Dentro del PP de Madrid siempre ha habido una corriente gayfriendly, y no sólo eso: en las Nuevas Generaciones del PP de Madrid siempre han estado mayoritariamente gobernadas por gente gay. Antes se callaban la boca y eran muy cobardes, pero ahora ya no tanto. Ha habido momentos en los que, en todos los distritos de Madrid, a lo mejor el 70% de los presidentes o secretarios generales eran gais o lesbianas. Hay gente cobarde pero hay valientes también que han dado la cara públicamente.
Pero, aparte de Javier Maroto y dos o tres más… a nivel público no han salido.
Hay gente que dentro del partido sí lo ha dicho públicamente y ha luchado dentro de él aunque luego no lo utilizara a nivel social ni lo haya dicho en campañas.
¿Esa lucha ha servido de algo?
Claro que sí: nadie cuestiona ahora mismo la legalidad del matrimonio homosexual; nadie se atrevería a hacer comentarios homófobos…
Recuerdo al ministro del Interior hablando hace poco en contra del matrimonio homosexual…
Siempre quedará alguna coletilla: tú no puedes convencer al 100% de la población de que una cosa es buena. La cuestión es que el menor número posible de personas esté en contra y la condición sexual dentro del PP está normalizada. Lo de negar el saludo ya no pasa: es una cosa de hace seis o siete años.
¿Conoces a muchos gais de derechas como tú?
Sí: los he conocido dentro del Partido Popular y en las zonas de fiesta donde se juntaban todos los gais del PP. Tú ibas al Fulanita de Tal los domingos y te veías a todas las Generaciones, o tú ibas a la Boite… yo conozco la Boitedesde que se inauguró y no sólo estaban los de Nuevas Generaciones: había diputados, concejales, directores generales, presidentes del partido y no sólo de Madrid… ahí se juntaba muchísima gente del Partido Popular. Era increíble, y eran todos de derechas, y quien no tenía un cargo era simpatizante.
¿Conoces a más personas que hayan tenido estos problemas?
La mayoría no han dado la batalla dentro del partido: han dado la cara una vez que la batalla había concluido.
¿Qué les dirías a todos esos chicos gais y de derechas que no lo dicen por miedo al qué dirán?
Pues que la identidad sexual es algo que te acompaña en la vida y es una parte de ti, como ser rubio, moreno, alto o bajo y que es algo que no debería influir en nada en la ideología o manera de pensar. Vivimos en una sociedad libre y quien se sienta acomplejado por algo está sufriendo una discriminación, y si encima son ellos los que se la producen… no van a ser felices. Uno no es feliz hasta que sale del armario ni hasta que es sincero con sus inclinaciones políticas, religiosas, sexuales… si no eres tú mismo y la sociedad no te lo permite, algo mal se está haciendo. Si se le discrimina a alguien por su ideología en un ambiente específico, algo se está haciendo mal en ese ambiente. Yo siempre me he puesto el mundo por montera y no para todos es tan fácil, pero a esos chicos les diría que intenten ser valientes porque van a ser más felices y al colectivo LGBT le diría que nos ha costado mucho luchar para ganarnos unos derechos y una igualdad que ser nosotros los que discriminemos a la gente por su ideología es muy bajo y muy triste y deberían hacérselo mirar. Pero no sólo esa discriminación: también la discriminación a la pluma, discriminación a las lesbianas, discriminación a tantas cosas… dentro del colectivo tenemos muchas carencias todavía y tenemos que luchar contra ellas también.
JAVIER. MILITANTE DE CIUDADANOS
Javier posa delante de la sede estatal de Ciudadanos, partido del que es militante
Javier, 33 años. Trabaja de encargado en una tienda. Está casado. Es afiliado de Ciudadanos.
VICE: ¿Por qué eres de derechas?
Javier: Me defino de derechas porque me considero liberal y en la situación actual, que está todo muy polarizado aunque dicen que no, los partidos que yo considero que siguen esa línea se identifican con lo que se dice «de derechas». Entonces sí, soy de derechas.
¿Te diste cuenta antes de que eras de derechas o de que eras homosexual?
Me di cuenta antes de que era de derechas. En mi caso tuve antes conciencia política que de mi condición sexual.
¿Consideras que está justificado que la izquierda se otorgue cierto tipo de autoridad moral en cuestiones de políticas LGTB?
Yo creo que en un momento dado sí. A día de hoy creo que no; somos una generación que no podemos estar pensando en lo que ha pasado anteriormente sino que tenemos que mirar hacia el futuro y en qué políticas pueden beneficiarnos más. Hay suficientes grupos políticos como para que te puedas identificar con un partido de derechas y no necesariamente tenga que ser un partido de derechas que va en contra de los intereses del colectivo gay.
He tenido más problemas por decir que he votado a Ciudadanos que por decir que soy gay
¿Cómo valoras, como homosexual y de derechas, que los partidos de derechas históricamente siempre hayan ido en contra de los intereses del colectivo LGTB?
Me genera cierto conflicto moral y, de hecho, por eso dejé de ser votante del PP: estuve un tiempo que no sabía a qué partido votar, pasé a UPyD, y luego encontré a Ciudadanos que creo que sí tiene una política LGTB que se acerca más a lo que yo puedo pensar. Sí es verdad que, aunque yo tenga ideas liberales a nivel económico y social, llegó un momento en el que tu condición personal choca con ciertos aspectos y hay partidos como pueden ser el PP, que están mucho más a la derecha porque tienen también mucha influencia por parte de la Iglesia y otros lobbies, y luego hay partidos liberales y más neutrales en ese aspecto, que no tienen tantos condicionantes por parte de la Iglesia.
¿Te has enfrentado a algún problema por declarar que eres homosexual y de derechas?
Yo nunca me lo he tomado como un problema, aunque hay gente que puede entender que seas gay y seas de derechas porque ven que es una forma distinta de pensar, una opción política más; pero normalmente es en el colectivo donde no se entiende que una persona pueda votar a Ciudadanos o pueda votar al PP. He tenido más problemas por decir que he votado a Ciudadanos que por decir que soy gay. Eso sí: cuando dices que eres gay y de derechas se considera que tu opinión ya no tiene valor, que no pertenezco al colectivo, como si no respetaras los derechos de los demás. Creen que la derecha siempre les ha perjudicado.
En mi familia no entienden que sea de derechas y todavía entienden menos que sea de derechas y homosexual
¿Cómo se lo toma tu entorno?
Toda mi familia es de izquierdas… no lo entienden pero respetan que es una forma distinta de pensar. No entienden que sea de derechas y todavía entienden menos que sea de derechas y homosexual. Ya lo han asimilado porque desde siempre me he identificado más con la derecha que con la izquierda, pero sí es verdad que ellos entienden que si soy gay ya tengo que ser de izquierdas y tengo que votar al PSOE, a Podemos o a Izquierda Unida.
¿Y tus amigos?
Tengo amigos que son gais y votan a la derecha, pero la mayoría votan a la izquierda. En cuanto tú dices una opinión que no va acorde con lo que ellos piensan enseguida eres una persona que no puede opinar. Hay gente que he empezado a conocer que cuando lo ha sabido me ha mirado mal, pero por esas personas no voy a cambiar mi forma de pensar a estas alturas.
¿Qué les dirías a todos esos chicos homosexuales de derechas que ocultan públicamente su ideología por miedo al rechazo?
Pues que estamos en el 2016, que hay que mirar para adelante y que una cosa son las políticas económicas y otra cosa es pertenecer al colectivo LGTB; evidentemente dentro de ellos hay empresarios, trabajadores, sindicalistas… hay de todo. Como gais hay en todos los estratos de la sociedad tiene que haber gais de derechas, gais de izquierdas… y lo tienen que decir con naturalidad. Estamos en democracia: podemos cada uno pensar lo que queremos.
Quería preguntarte, como militante de Ciudadanos que eres, sobre las declaraciones que hizo Albert Rivera sobre el matrimonio igualitario: dijo que «llamar matrimonio a una unión homosexual genera tensiones innecesarias y evitables»…
Yo estoy casado. He estudiado derecho. Yo entiendo que el matrimonio civil tiene que coger su esencia dentro del matrimonio católico. No es lo mismo, porque no lo es, pero son parecidos. No me gusta que se mezcle la religión con la vida civil. Yo soy creyente, católico, pero una cosa es el matrimonio eclesiástico y otra el matrimonio civil. Creo que porque se llame matrimonio no debería de pasar nada, porque en definitiva el matrimonio civil en una pareja civil también se le llama matrimonio y no debería de llamarse igual. Ahí no estoy de acuerdo 100% con él. Se generaron tensiones innecesarias según él, pero para mí eran necesarias; ese debate tenía que existir para que se normalizara, porque si no tampoco hubiera sido lo mismo la adopción. El nombre tiene que ser matrimonio porque tiene que ser lo mismo para una pareja hetero que para una pareja gay.
¿Por qué consideras que este tema sigue siendo un tabú?
Porque no está bien visto. En definitiva, lo que no quieres es que te vayan señalando. Se considera que cuando eres de derechas eres facha, eres franquista, te gusta que maten a comunistas… y no tiene nada que ver. Yo no me identifico con eso: yo me identifico con unas políticas económicas y sociales que son distintas a las de otros grupos políticos pero no me identifico con lo que pasó hace 50, 60 ó 70 años. Y ahí sí creo que hay una parte de la sociedad que sigue identificando eso que pasó con la derecha de ahora. Eso pasó y evidentemente está ahí y es totalmente reprochable pero yo no voy a dejar de ser liberal por algo que pasó hace tantos años. Si por eso fuera, no existiría la derecha en Europa ni en ningún país.
En todos los partidos hay muchísima más gente homosexual de la que sale
¿Te gusta más decir ‘liberal’ que ‘de derechas’?
A mí sí. Yo soy liberal y soy de derechas, pero muchas veces tienes que matizar. Para mí ser de derechas no es irme al Valle de los Caídos un domingo a pasar el día; para mí ser de derechas significa que el Estado tiene que intervenir lo menos posible en las relaciones entre las personas y en la economía. Intervenir lo mínimo para que no se vaya de madre, sin más. Eso no significa que a grupos minoritarios haya que excluirlos… luego claro que hay connotaciones y matices, pero no creo en la intervención del Estado en la sociedad.
¿Conoces a mucha gente como tú: homosexual, joven y de derechas?
Sí, y yo creo que en todos los partidos hay muchísima más gente de la que sale. El PP tiene un lobby gay; no está institucionalizado pero también es verdad que existe mucha diferencia en cómo es el PP en el sur a cómo es en Madrid. En Andalucía es mucho más habitual que conozcas a alguien del PP, que sea gay y que sea algo normal. Aquí en Madrid la gente se mide mucho, creo que por la influencia de la Iglesia católica.
¿Y en Ciudadanos?
En Ciudadanos se muestran más abiertos porque tienen menos mochila: es un partido nuevo, que no estuvo en el momento de la aprobación del matrimonio homosexual, que no ha recurrido esa ley al Constitucional… Yo recuerdo que cuando decía que votaba al PP, me decían: «¡hostia! ¿Tú cómo haces eso?», y yo contestaba que por una sola cosa no podía votar otro partido, que hay que mirar todo el conjunto. Cuando salió Ciudadanos sentí que se correspondía mucho más con lo que yo pienso.
AARÓN. ESTUDIANTE Y MILITANTE DEL PARTIDO POPULAR
Aarón. Muestra dos de sus carnets de distintas elecciones en las que ha participado como apoderado: «los guardo porque son como la prueba de mi granito de arena en el partido»
Aarón, 26 años. Estudia dos carreras y es dependiente en una tienda. Milita en el Partido Popular.
VICE: ¿Por qué eres de derechas?
Aaron: Desde hace algunos años el PP es el partido que representa mis ideas. Dentro de lo que es la derecha no me gustan los extremos, y tampoco me gustan para la izquierda; lo más al centro posible. Yo no podría estar en un partido como VOX ni tampoco podría estar en uno como Podemos. Me parece que es el partido que mejor garantiza el Estado del bienestar: siempre que ha gobernado se ha ido dejando a más gente trabajando… hay pocos gobiernos de izquierda que puedan garantizar estas cosas. La izquierda no me inspira confianza ninguna. Lo bueno que tienen es que lo venden muy bien: te hacen un 20% y a base de hablar parece que han hecho un 80. Comunican bien.
No entiendo que si le exigen al PP que cambie y el PP cambia no le perdonen
¿Supiste antes que eras de derechas o de que eras homosexual?
Yo me empecé a interesar antes por la política, desde bastante joven. Mi familia estaba dividida: por un lado los de derechas y por otro los de izquierdas. En mi familia materna, la que es más de derechas, a veces iban a los mítines, a los actos… y a mí me gustaba ir ya cuando tenía quince años. En afiliarme tardé bastante más tiempo, como hace dos años. Y darme cuenta de que era homosexual pues como con diecisiete o dieciocho años, de esto que lo intuyes pero no lo sabes al 100%.
¿Entraron en conflicto tu ideología y tu condición de homosexual?
Por mí mismo no. A mí no me cambiaba la vida para nada. Después me pudo generar un poco de dificultad pero no por mí, sino por el entorno y las típicas preguntas de «¿cómo puedes ser homosexual y ser del Partido Popular?».
¿Consideras justificado que la izquierda se otorgue cierto tipo de autoridad moral en cuestiones de políticas LGTB?
No: la gente que defiende los derechos de los homosexuales no es por ser de derechas o de izquierdas, deberíamos defenderlos todos. No entiendo por qué tiene que tener superioridad moral para defenderlos una persona de izquierdas antes que una de derechas. Se supone que, si yo soy de derechas y quiero defender a los colectivos, tengo tanto derecho a hacerlo como el que vota a Izquierda Unida, a Podemos o al PSOE. Si supuestamente los colectivos defienden una igualdad, ¿por qué esa superioridad de unos antes que de otros? Es una contradicción en toda regla, un sinsentido. Yo entiendo que el colectivo se enfadara, pero lo que no entiendo es que si le exigen al PP que cambie y el PP cambia no le perdonen.
Una persona de izquierdas te diría que los avances y los derechos del colectivo LGTB han sido gracias a esos partidos…
Sí; pero la sociedad va avanzando, los partidos van avanzando, y no todos los partidos avanzan al mismo tiempo. Si en políticas económicas a lo mejor está mucho más preparada la derecha, en políticas sociales creo que la izquierda ha avanzado antes. Lo mejor que se le puede reconocer a Zapatero, por no decir lo único, es igualar el matrimonio. Algunos altos cargos cometieron el error de presentar aquel recurso pero por cómo llamarlo básicamente, y no por ello tienen el derecho de por vida a ser los abanderados del colectivo y a que siempre haya que estar castigando a la derecha porque tardó más en avanzar; en su día ya se le apaleó bastante y creo que ya aprendió la lección. Hace poco tenían una mayoría absoluta para derogar algunas cosas y no lo han hecho y es una manera de decir «nos equivocamos». Los nuevos altos cargos del Partido Popular están siendo ocupados por gente más joven, con otra conciencia. Muchos ya han dicho públicamente que fue un error.
¿Cómo valoras, como homosexual y de derechas, que los partidos de derechas hayan siempre ido en contra de los intereses del colectivo LGTB?
Quizá por miedo a que muchos de esos votantes no comprendiesen que de pronto el partido se desligase tanto de la Iglesia y de ciertas creencias. Hay que explicarles a muchas personas desde ya que hay que presentar al homófobo como al perdedor. Yo le he contado a todo el mundo mi orientación sexual, pero a mi abuela por ejemplo no puedo porque ha sido educada de otra manera y quizá no lo entendería. Pero lo más rancio del partido poco a poco se va yendo.
Si mañana falleciese Maroto, ¿estaría la izquierda a favor de darle el nombre de una de las calles de Chueca por haber peleado quince años contra el propio PP?
¿Te has enfrentado a algún problema por decir que eres homosexual y de derechas?
Sí, a unos cuantos. Cuando hay gente que ha visto que colaboro en este partido algunos me han querido atacar con que «el PP va en contra de los homosexuales». Y yo, que no soy hipócrita, les he tenido que explicar que un partido no es una secta y que no se puede estar de acuerdo con absolutamente todo, sino con una mayoría de ideas. Que los demás te digan que tu ideología tiene que ser una u otra o que tu voto no vale nada o que eres una vergüenza para el colectivo… hay mucha gente que se te enfrenta. Cuando en el Orgullo Gay del año pasado sacamos el hashtag #YoSoyGayYdelPP muchos contestaban con «subnormal», «retrasado mental», «no tienes vergüenza» y cosas así. Lo más sorprendente es que los colectivos LGTB defiendan que somos iguales y tenemos los mismos derechos y luego no nos respeten a nosotros por el partido con el que colaboramos. La ideología es una cosa y la orientación sexual es otra. Es curioso pero, aunque no te lo creas, hay muchísima gente en Nuevas Generaciones que es homosexual, más de la que te puedas imaginar.
Ya me lo ha dicho alguien, sí…
De estar en los Comités Ejecutivos, presidentes de distritos, de participar súper activamente, ser los que proponen ideas para arriba… Nuevas Generaciones también ha ayudado mucho a que el PP diera un cambio es ese aspecto. También sé de concejales y otras personas que han peleado desde dentro. Pero fíjate: falleció Pedro Zerolo y le cambiaron el nombre a una plaza. Hizo una labor importantísima y hay que reconocérselo, pero en el otro lado hay una persona que lleva quince años peleando contra el propio partido, Javier Maroto, para que se reconozcan unos derechos, y aún así ha conseguido llegar a donde está. Si le hubieran hecho un bullying o se hubiera sentido menospreciado no seguiría ahí, y si mañana falleciese él, ¿estaría la izquierda a favor de darle el nombre de una de las calles de Chueca por haber peleado quince años contra el propio PP dentro del PP? No me creo nada.
Pero, ¿de qué sirve luchar desde dentro si no se lucha también desde fuera?
Porque por ejemplo un concejal homosexual no va a decir que es homosexual públicamente porque no quiere que se le juzgue por lo que es, sino por sus hechos y por las políticas que lleve a cabo.
En el ámbito masculino, por lo menos aquí en Madrid, hay más homosexuales que heterosexuales en Nuevas Generaciones
¿Conoces a más gais de derechas como tú?
Sí, y los he conocido en las Nuevas Generaciones concretamente.
¿Qué pasa en Nuevas Generaciones?
(Risas). Pues… pasan muchas cosas. Gente muy motivada, gente muy activa en las redes y que da muchas propuestas para que no haya rechazo.
Pero al tema. ¿Hay muchos homosexuales en gente de Nuevas Generaciones?
Sí… yo te diría incluso que, en el ámbito masculino, por lo menos aquí en Madrid hay más homosexuales que heterosexuales. Y el porqué es… pues porque quieren estar ahí y porque confían y están de acuerdo con las políticas económicas del partido y han querido entrar para, quizá desde dentro, cambiar lo que personas del partido hicieron erróneamente un día.
¿Por qué sigue siendo tabú ser homosexual y de derechas?
Porque por un lado hay quien puede querer decirlo y quien no, y es igual de libre… A lo mejor tampoco lo dices por lo que nos pasó a nosotros en su día: que por decirlo públicamente por las redes, dios mío la que nos cayó: a mí me llegaron mensajes al facebook llamándome de hijo de puta para arriba, llamándome de todo porque puse un hashtag diciendo que era gay del PP y que la izquierda no debería abanderarse de esto sino todos. Ya estamos en otra etapa.
O sea, que me prepare para cuando se publique este reportaje…
No, porque tú en realidad lo que haces es darnos voz a nosotros y nos preparamos los mismos. Me sigue cayendo a mí a día de hoy en el facebook entre amigos míos… entonces entiendo que haya gente que diga: «no salgo en el reportaje y por lo menos me ahorro unos cuantos insultos».