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Algo tan simple y cotidiano como mirarnos atentamente al espejo puede decirnos qué clase de día nos espera y revelar facetas de nosotros mismos que desconocemos.

Aún en nuestro mundo moderno y civilizado, en donde muchos problemas parecen estar resueltos de antemano para hacernos la vida más fácil y más cómoda, el camino que nos separa de nuestros objetivos más anhelados es largo y su recorrido muchas veces difícil. Y es que más allá de la tecnología y de los recursos materiales, sigue siendo cierto que el éxito necesita gestarse desde nuestro interior y que nuestro mejor y principal recurso somos nosotros mismos. Si estamos en un proceso de crecimiento y evolución, tenemos que recorrerlo con curiosidad, en especial, curiosidad por nosotros mismos. ¿Cómo somos? ¿Cuáles son las virtudes que nos hacen avanzar y cuáles son los defectos que nos detienen?

El autoconocimiento es saber con qué recursos contamos y en qué cosas debemos mejorar, pero conocerse a uno mismo no es tan simple como mirarnos al espejo. No obstante, a través del arte chino de la lectura del rostro o Mian Xiang, nuestros rasgos y facciones pueden ayudarnos a descubrir capacidades y actitudes nuestras y de otras personas; cosa que puede ser muy útil, entre otras cosas, para saber en qué tipo de actividades es más factible que tengamos éxito.

Mian Xiang determina ciertas zonas llamadas «palacios» dentro de la cara, cada uno relacionado con áreas específicas de la vida. Por ejemplo, la altura de la frente de una persona expresa su potencial para desarrollarse y sobresalir en su carrera. La frente es «el palacio de la carrera profesional» y representa el nivel que alcanzaremos en el trabajo y en la sociedad. La altura ideal de la frente es de cinco a seis dedos, medidos desde las cejas hasta la línea en la cual comienza el cuero cabelludo. La frente debe verse lisa y sin protuberancias debidas a los huesos del cráneo. Mira la fotografía debajo, que agrupa a las diez personas más respetadas del mundo según una reciente encuesta con datos de 25 países distintos:

Nota que todas estas personas tienen frentes altas, de al menos cinco dedos o incluso seis (Bill Gates parece menos pero es por el flequillo). Una frente alta refleja el potencial de sobresalir en la actividad que uno desempeña y de alcanzar posiciones de notoriedad y poder. Denota también una gran capacidad intelectual. Una frente baja (de menos de cinco dedos) no significa que uno sea un tonto, pero sí que seguramente se desempeñará mejor en donde lo manual o lo físico prevalezcan sobre lo intelectual. La forma de la frente vista de perfil aporta otros datos para la selección más adecuada de profesión.

Otra parte importantísima del rostro es el entrecejo, llamado el «palacio de la vida». De hecho, es la parte más importante en la lectura del rostro: un buen palacio de la vida compensa otros rasgos menos afortunados del rostro. Idealmente la distancia entre ceja y ceja debe ser de dos dedos, en todo caso, de no menos de un dedo. Esta parte del rostro refleja la satisfacción con la vida que llevamos. Si el palacio de la vida es muy estrecho o está surcado por arrugas, denota una vida atribulada y difícil, un carácter pesimista. Cuantas más arrugas, más problemas. Si es ancho y sin arrugas, es indicativo de una vida más feliz, sin demasiados obstáculos y una actitud positiva y optimista. Si es demasiado ancho (tres dedos) en cambio, expresa un exceso de generosidad, un carácter dispendioso que no logra discenir cuándo es necesario ponerse serio. Un entrecejo arrugado denota problemas.

Tu entrecejo te dirá el horóscopo del día.

El Palacio de la Vida nos puede proporcionar el mejor horóscopo del día. Apenas te levantas, mírate al espejo y evalúa el palacio de la vida. Si se ve liso y tranquilo tendrás un día mayormente apacible, si lo ves surcado de arrugas, tendrás un día turbulento. Si quieres que tu palacio de la vida se vea mejor, sonríe más y frunce menos el ceño.

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